sábado, 12 de enero de 2013

El desierto, camino hacia la libertad

 Tras observar en el mapa la ruta de Israel hacia la tierra prometida, podríamos pensar que El Señor podría haber hecho el Éxodo del pueblo de Israel de un modo más sencillo, llevando a su pueblo por el camino más corto.
 Dios prevé que chocarían con los filisteos, y la perspectiva de combates con estos les haría preferir regresar a Egipto, por tanto les lleva por el camino del desierto. (Ex.13, 17-22)

 Por lo pronto, en el momento de salir de Egipto, en vez de alejarlos del país, los pone en frente de los egipcios que los persiguen, y a los cuales, según leemos, ha endurecido El Señor el corazón. En una palabra, los egipcios ven en esta vacilación una victoria segura. (Ex.14, 1-14) El resultado es bien conocido. Es el conocido episodio del paso del Mar Rojo. (Ex14, 15-30)
Centrémonos ahora en la parte final del episodio, donde se dice que el pueblo temió y creyó en El Señor.(Ex.14, 30-31) Este episodio va a ser el prologo de la experiencia del desierto, la cual va a ser pedagogía del Señor para hacerle pasar de una mentalidad de esclavos a una mentalidad de hijos. El problema es que cuando Israel sale de Egipto, aun obedeciendo a Moisés, lo hacen con temor, pensando que el Faraón viene detrás y han de seguir huyendo. Aquí se explica el porqué de la estrategia del Señor, que en lugar de ayudarlos a huir, los pone en frente de ellos. Por boca de Moisés les dice: "A esos egipcios que veis no los volveréis a ver más; me cubriré de gloria a costa del faraón y su ejército". (Ex 14, 13-14) Luego sucede el prodigio por todos conocido. Con esta acción, el Señor ha querido mostrar a Israel que si El está a su lado, nada han de temer. No son esclavos que han de temer represalias. Son totalmente libres.
Pero aun con esta experiencia, la historia ha dejado su huella y no es fácil dejar la mentalidad de esclavos. Para poder cambiar esta mentalidad el Señor les lleva a desierto donde podrán experimentar lo que dice el Deuteronomio (Dt. 8)"Te ha conducido por un desierto inmenso y temible". Solo en un medio donde no es fácil fiarlo todo a las propias fuerzas, se puede experimentar la ayuda del Señor. No obstante este cambio de mentalidad no es fácil; una prueba de ello la tenemos en el momento de entrar en la tierra prometida donde a pesar de recordar las experiencias pasadas el pueblo vuelve a tener temor. El resultado la vuelta al desierto. Solo sus hijos entraran finalmente en la tierra prometida (Dt.1, 22-40)
Este episodio de la historia de Israel tiene una enseñanza también para nosotros hoy. El Señor permite en muchas ocasiones situaciones que escapan a nuestro control, que nos superan. Un ejemplo concreto es el pasar por dificultades económicas de las que no sabes cómo salir. Quien sabe igual el Señor permite esto para que puedas experimentar su providencia y así creer de verdad en ella. El poder experimentar que Dios existe, te ama, te cuida.
 También un acontecimiento que nos cuesta aceptar, puede que este sea permitido por El Señor para desmontar nuestros planes y ayudarnos a entrar en lo que El ve que será mejor para nosotros. San Juan de la cruz dice: "para ir donde no sabes, has de ir por donde no sabes" Animo pues, no te desesperes, confía en el Señor ..... Recuerda también tu debilidad, aunque hayas visto en un momento dado la mano del Señor, puede que aun no confíes. Dios te sigue amando en tus caídas, y te sigue amando.  ¡Ánimo!