miércoles, 20 de julio de 2022

PROFETAS ELÍAS Y ELISEO V Apendices finales

 



                                                                                                I

                               «La prueba de la oración es el amor concreto por el prójimo»

Catequesis pronunciada el 7 de octubre de 2020 por S.S. el Papa Francisco sobre la oración, mostrando el ejemplo de Elías (Fuente: www.opusdei.org)

Queridos hermanos y hermanas:

Retomamos hoy las catequesis sobre la oración, que interrumpimos para hacer las catequesis sobre el cuidado de la creación y ahora retomamos; y encontramos a uno de los personajes más interesantes de toda la Sagrada Escritura: el profeta Elías.

Él va más allá de los confines de su época y podemos vislumbrar su presencia también en algunos episodios del Evangelio. Aparece junto a Jesús, junto a Moisés, en el momento de la Transfiguración (cfr. Mt 17, 3). Jesús mismo se refiere a su figura para acreditar el testimonio de Juan el Bautista (cfr. Mt 17, 10-13).

En la Biblia, Elías aparece de repente, de forma misteriosa, procedente de un pequeño pueblo completamente marginal (cfr. 1 Re 17, 1); y al final saldrá de escena, bajo los ojos del discípulo Eliseo, en un carro de fuego que lo sube al cielo

(cfr. 2 R2, 11-12). Es por tanto un hombre sin un origen preciso, y sobre todo sin un final, secuestrado en el cielo: por esto su regreso era esperado antes del advenimiento del Mesías, como un precursor. Así se esperaba el regreso de Elías.

La Escritura nos presenta a Elías como un hombre de fe cristalina: en su mismo nombre, que podría significar "Yahveh es Dios", está encerrado el secreto de su misión. Será así durante toda la vida: hombre recto, incapaz de acuerdos mezquinos. Su símbolo es el fuego, imagen del poder purificador de Dios. Él primero será sometido a dura prueba, y permanecerá fiel. Es el ejemplo de todas las personas de fe que conocen tentaciones y sufrimientos, pero no fallan al ideal por el que nacieron.

La oración es la savia que alimenta constantemente su existencia. Por esto es uno de los personajes más queridos por la tradición monástica, tanto que algunos lo han elegido como padre espiritual de la vida consagrada a Dios. Elías es el hombre de Dios, que se erige como defensor del primado del Altísimo. Sin embargo, él también se ve obligado a lidiar con sus propias fragilidades.

Es difícil decir qué experiencias fueron más útiles: si la derrota de los falsos profetas en el monte Carmelo (cfr. 1 Re 18, 20-40), o el desconcierto en

el que se da cuenta que "no soy mejor que mis padres" (cfr. 1 Re 19, 4). En el alma de quien reza, el sentido de la propia debilidad es más valioso que los momentos de exaltación, cuando parece que la vida es una cabalgata de victorias y éxitos. En la oración sucede siempre esto: momentos de oración que nosotros sentimos que nos levantan, también de entusiasmo, y momentos de oración de dolor, de aridez, de pruebas.

La oración es así: dejarse llevar por Dios y dejarse también golpear por situaciones malas y tentaciones. Esta es una realidad que se encuentra en muchas otras vocaciones bíblicas, también en el Nuevo Testamento, pensemos por ejemplo en San Pedro y San Pablo. También su vida era así: momentos de júbilo y momentos de abatimiento, de sufrimiento.

Elías es el hombre de vida contemplativa y, al mismo tiempo, de vida activa, preocupado por los acontecimientos de su época, capaz de arremeter contra el rey y la reina, después de que habían hecho asesinar a Nabot para apoderarse de su viña (cfr. 1 Re 21, 1-24). Cuánta necesidad tenemos de creyentes, de cristianos celantes, que actúen delante de personas que tienen responsabilidad de dirección con la valentía de Elías, para decir: "¡Esto no se hace! ¡Esto es un asesinato!".

Necesitamos el espíritu de Elías. Él nos muestra que no debe existir dicotomía en la vida de quien reza: se está delante del Señor y se va al encuentro de los hermanos a los que Él envía. La oración no es un encerrarse con el Señor para maquillarse el alma: no, esto no es oración, esto es oración fingida.

La oración es un encuentro con Dios y un dejarse enviar para servir a los hermanos. La prueba de la oración es el amor concreto por el prójimo. Y viceversa: los creyentes actúan en el mundo después de estar primero en silencio y haber rezado; de lo contrario su acción es impulsiva, carece de

discernimiento, es una carrera frenética sin meta. Los creyentes se comportan así, hacen muchas injusticias, porque no han ido antes donde el Señor a rezar, a discernir qué deben hacer.

Las páginas de la Biblia dejan suponer que también la fe de Elías ha conocido un progreso: también él ha crecido en la oración, la ha refinado poco a poco. El rostro de Dios se ha hecho para él más nítido durante el camino. Hasta alcanzar su culmen en esa experiencia extraordinaria, cuando Dios se manifiesta a Elías en el monte (cfr. 1 Re 19, 9-13). Se manifiesta no en la tormenta impetuosa, no en el terremoto o en el fuego devorador, sino en el «susurro de una brisa suave» (v. 12). O mejor, una traducción que refleja bien esa experiencia: en un hilo de silencio sonoro.

Así se manifiesta Dios a Elías. Es con este signo humilde que Dios se comunica con Elías, que en ese momento es un profeta fugitivo que ha perdido la paz.

Dios viene al encuentro de un hombre cansado, un hombre que pensaba haber fracasado en todos los frentes, y con esa brisa suave, con ese hilo de silencio sonoro hace volver a su corazón la calma y la paz.

Esta es la historia de Elías, pero parece escrita para todos nosotros. Algunas noches podremos sentirnos inútiles y solos. Es entonces cuando la oración

vendrá y llamará a la puerta de nuestro corazón. Un borde de la capa de Elías podemos recogerlo todos nosotros, como ha recogido la mitad del manto su

discípulo Eliseo. E incluso si nos hubiéramos equivocado en algo, o si nos sintiéramos amenazados o asustados, volviendo delante de Dios con la oración, volverán como por milagro también la serenidad y la paz. Esto es lo que nos enseña el ejemplo de Elías.

                                                                                               II


                                                                              PAPA FRANCISCO

                              MISAS MATUTINAS EN LA CAPILLA DE LA DOMUS SANCTAE MARTHAE

                                                                              El silencio sonoro

Viernes 10 de junio de 2016

Fuente: L'Osservatore Romano, ed. sem. en lengua española, n. 24, viernes 17 de junio de 2016

El cristiano está «de pie» para acoger a Dios, en paciente «silencio» para escuchar la voz y «en salida» para anunciarlo a los demás, con la conciencia de que la fe es siempre «un encuentro». Lo afirmó Papa Francisco en la misa celebrada por la mañana el viernes 10 junio en la capilla de la Casa Santa Marta. Estas tres actitudes, explicó, animan e impulsan la vida de todos aquellos que se sienten vencidos por el miedo en los momentos más difíciles.

«Sabemos que la fe no es una teoría, ni siquiera una ciencia: es un encuentro» dijo Francisco al comienzo de la homilía. La fe «es un encuentro con Dios viviente, con Dios verdadero, con el Creador, con el Señor Jesús, con el Espíritu Santo, es un encuentro». Así, explicó, en la primera lectura tomada del primer libro de Reyes (19, 9.11-16) «habíamos escuchado el encuentro del profeta Elías con Dios». Y «el profeta Elías viene de una larga historia, es un triunfador: ha luchado mucho, mucho por la fe, porque el pueblo de Israel se había alejado de la alianza».

Es más, añadió el Papa, «para usar una palabra del Evangelio, también Jesús lo dice al pueblo de Israel, se había convertido en una "generación adúltera": por una parte quería adorar a Dios y por otra parte a los ídolos». Y hay «una expresión que el profeta Elías dice al pueblo: "¿hasta cuando cojearéis sobre dos pies?». Usa justo la imagen del «cojear con dos pies: no estar ni con Dios ni con los ídolos, tener una pierna en un lado y la otra en el otro, o como decimos nosotros, en la lengua cotidiana, "esta persona está bien con Dios y con el diablo"».

«Elías —afirmó Francisco— ha luchado contra esta situación del pueblo y ha vencido: ha vencido una lucha fuerte contra cuatrocientos profetas de los ídolos, les ha vencido en el monte Carmelo y ha matado a todos con la fuerza de Dios: él es el vencedor». Sin embargo, después, Elías «bajó del monte y sintió la noticia de que la reina Jezabel, mujer cruel y sin escrúpulos, quería matarlo por esto, porque ella era una idólatra». Entonces Elías «ha tenido miedo». Justamente «él, el vencedor, el grande, ha tenido miedo de aquella mujer y se ha ido: huyó». Un miedo que «le hace sentir mal». Tanto que Elías, continuó el Pontífice, se pregunta el por qué: «he hecho tanto y al final siempre la misma historia: huir y defenderme de los idólatras». Y así parece que él «no ya se recupere: mejor la muerte, y cae en una profunda depresión. Yace sobre la tierra, bajo la sombra de un árbol, y quiere morir; entra en ese sueño antes de la muerte, ese sueño de la depresión».

Pero aquí, afirmó el Papa, «el Señor manda el ángel a despertarlo: "¡levántate! toma un poco de pan y de agua"». Y Elías obedece, pero «continúa durmiendo después». El ángel «vuelve una segunda vez» invitándole a levantarse de nuevo. Y, una vez levantado, «llega la otra palabra: "¡sal!"». Entonces, hizo notar Francisco «para encontrar a Dios es necesario volver a la situación en la cual el hombre se encontraba en el momento de la creación: de pie y en camino». Porque «así nos ha creado Dios: a su imagen y semejanza, y en camino». Dice efectivamente el Señor: «vete, ve adelante, cultiva la tierra, hazla crecer, y multiplicaos». Y dice también: «sal y vete al monte y detente sobre el Monte ante mi presencia». Aquí refiere el libro de los Reyes —que «Elías se puso de pie y una vez en pie, sale».

En el Evangelio, en particular «en la parábola del hijo pródigo», se encuentra la misma situación. Es la realidad en la cual se encuentra precisamente aquel hijo, «cuando había caído en depresión y miraba a los cerdos comer y él tenía hambre». En aquel momento «pensó en su padre y se dijo así mismo: "me levantaré e iré" para encontrar al padre». Vuelven estas dos palabras: «álzate» y «sal» sugirió Francisco.

Así que Elías, prosiguió el Papa, «subió al monte para encontrar al Señor y he aquí que el Señor pasó». Y ¿cómo pasó el Señor? ¿Cómo pasa el Señor? ¿Cómo puedo encontrar al Señor para estar seguro que es Él?» se preguntó Francisco, releyendo la página del Antiguo Testamento: «Antes que nada, hubo un huracán tan violento que hendía las montañas y quebrantaba las rocas ante Yahveh, pero Yahveh no estaba en ese ruido, en esa majestuosidad, no estaba». Y también, «después del huracán, un temblor de tierra; pero no estaba Yahveh en el temblor. Después del temblor, fuego, pero no estaba Yahveh en el fuego». Elías, afirmó el Pontífice «miraba y esperaba al Señor: mucho ruido, mucha majestuosidad, mucho movimiento y el Señor no estaba ahí». Finalmente «después del fuego, el susurro de una brisa suave o, como aparece precisamente en el original, "el hilo de un silencio sonoro". Y ahí estaba el Señor».

«Para encontrar al Señor —hizo presente el Papa— es necesario entrar en nosotros mismos y sentir ese "hilo de silencio sonoro"», porque «Él nos habla ahí». Y «¿qué pasa?», se preguntó. La respuesta está en ese «¡Ve!», porque el Señor «nos da la misión» como a Elías: «Anda vuelve por tu camino hacia el desierto y ungirás un rey y a Eliseo como profeta tu sucesor». Para Elías «está la misión» por cumplir.

Y la misión de Elías «sugiere tres cosas claras», dijo el Papa. «Para ir a buscar al Señor, en pie y saliendo de nosotros mismos, en camino», la primera cosa clara es precisamente estar «en pie y en camino». El segundo punto es «tener el valor de esperar ese susurro, ese "hilo de silencio sonoro", cuando el Señor habla al corazón y nos encontramos». La tercera cosa es la «misión», la invitación a volver sobre los propios pasos para seguir «adelante».

He aquí «el mensaje que este pasaje de la Escritura hoy nos enseña», afirmó Francisco, recordando: «Debemos siempre buscar al Señor: todos nosotros sabemos cómo son los momentos malos, momentos que nos derrumban, momentos sin fe, oscuros, momentos en donde no vemos el horizonte, no somos capaces de levantarnos, todos lo sabemos». Pero «es el Señor que viene, nos reconforta con su pan y con su fuera y nos dice "álzate y sigue adelante, camina"». Por ello, prosiguió el Papa, «Para encontrar al Señor debemos estar así: en pie y en camino; después «esperar que Él nos llame: corazón abierto». Y «Él nos dirá "soy yo"; y ahí la fe se hará fuerte». Pero la fe, añadió Francisco, «¿es para mí, para conservarla? No, es para ir y darla a los demás, para ungir a los demás, para la misión». Por lo tanto, «en pie y en camino; en silencio para encontrar al Señor; y en misión para llevar este mensaje, esta vida a los demás». Precisamente «esta es la vida del cristiano que podemos ver aquí, en este pasaje del primer libro de los Reyes».

El Pontífice, en conclusión, rezó para «que el Señor nos ayude siempre: Él está siempre ahí, para ayudarnos a ponernos de nuevo en pie». Y si también caemos, se debe tener la fuerza para «alzarse» para estar «en camino, no cerrados dentro del egoísmo de nuestra comodidad: ser pacientes, para esperar su voz y el encuentro con Él y también valientes en la misión y llevar a los demás el mensaje del Señor».

                                                                                              FIN

Publicado el día de la memoria litúrgica del profeta san Elías (20 de julio)

domingo, 17 de julio de 2022

PROFETAS ELÍAS Y ELISEO Sinopsis bíblica IV

 


LECTURAS PARA REFLEXIONAR SOBRE LO EXPUESTO

2º Reyes, 13;  14 al 20

Muerte de Eliseo.

14 Eliseo cayó enfermo del mal del que había de morir. Cuando Joás, rey de Israel, bajó a verle, lloraba por él diciendo: «¡ Padre mío, padre mío, carros y caballería de Israel!» 15 Eliseo le dijo: «Toma un arco y flechas». Joás obedeció. 16 Entonces le dijo Eliseo: «Pon tu mano sobre el arco». Él puso su mano y Eliseo puso las suyas sobre las manos del rey, 17 al tiempo que decía: «Abre la ventana que mira a Oriente.» Él la abrió. Eliseo dijo: «¡ Dispara!» Y disparó. Eliseo añadió: «¡ Flecha de victoria de Yahvé!, ¡Flecha de victoria contra Aram! Derrotarás por completo a Aram en Afec*.» 18 Añadió luego: «Toma las flechas.» Él las tomó y Eliseo dijo al rey de Israel: «Golpea hacia tierra.» El golpeó tres veces, pero se detuvo. 19 El hombre de Dios se irritó entonces con él y le dijo: «¡ Si hubieras golpeado cinco o seis veces, entonces habrías derrotado por completo a Aram! Pero ahora derrotarás a Aram sólo tres veces.»

Jerusalén, Escuela Bíblica y Arqueológica de. Biblia de Jerusalén (Spanish Edition) (p. 938). Editorial Desclée De Brouwer. Edición de Kindle.

Guía de lectura

-Cuanto más te fías del Señor; Más él te da.

Oseas, 9;  7 al 9

El profeta perseguido por anunciar el castigo.

7 Han llegado los días del castigo, han llegado los días de la retribución. ¡Que lo sepa Israel! —«¡ El profeta es un necio, un loco el hombre del espíritu!» —Por la magnitud de tu culpa, por tu enorme hostilidad. 8 El vigía de Efraín es un profeta junto a mi Dios: una trampa de cazador en todos sus caminos, hostilidad en la Casa de su Dios*. 9 Han tocado fondo en su vida de corrupción, como en los días de Guibeá; él recordará sus culpas y castigará sus pecados.

Jerusalén, Escuela Bíblica y Arqueológica de. Biblia de Jerusalén (Spanish Edition) (p. 2726). Editorial Desclée De Brouwer. Edición de Kindle.

Guía de lectura

-Los reyes de Israel aborrecen, llegando a perseguir, a los profetas solo porque no dicen lo que les gustaría oír. El profeta siempre dice la verdad, nos guste esta o no. Estemos atentos y aceptemos las correcciones de quien la providencia ha puesto a nuestro lado.

Hechos de los Apóstoles, 2;  32 y 33

32 Dios resucitó a este Jesús; todos nosotros somos testigos de ello. 33 Así pues, exaltado por la diestra* de Dios, ha recibido del Padre el Espíritu Santo prometido* y lo ha derramado; esto es lo que vosotros veis y oís en este momento.

Jerusalén, Escuela Bíblica y Arqueológica de. Biblia de Jerusalén (Spanish Edition) (p. 3244). Editorial Desclée De Brouwer. Edición de Kindle.

Guía de lectura

Eliseo es imagen de Jesucristo: hace milagros, aconseja, reprende...

Lucas, 4;  25 al 28

25 «Os digo de verdad que en vida de Elías, cuando se cerró el cielo por tres años y seis meses y hubo gran hambre en todo el país, había muchas viudas en Israel; 26 pero a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda de Sarepta de Sidón. 27 Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, y ninguno de ellos fue purificado sino Naamán, el sirio.» 28 Al oír esto, todos los de la sinagoga montaron en cólera 29 y, levantándose, lo sacaron fuera del pueblo y lo llevaron a una altura escarpada del monte sobre el que se elevaba el pueblo, con ánimo de despeñarlo. 30 Pero él, pasando por medio de ellos, se marcho.

Jerusalén, Escuela Bíblica y Arqueológica de. Biblia de Jerusalén Edición de Kindle. (Spanish Edition) (p. 3053). Editorial Desclée De Brouwer.

Guía de lectura

Este evangelio es una recopilación de las historias de Elías y Eliseo.

Solo la fe en Dios ha hecho posible, independientemente de si eran judíos o no, el pode haber recibido la ayuda de Dios por mediación de Elías y Eliseo.

Jesús al decir la verdad a quienes le escuchaban, y estos manifestar que no tienen fe en él, acaba siendo perseguido al igual que lo fueron Elías y Eliseo.



viernes, 15 de julio de 2022

PROFETAS ELIAS Y ELISEO Sinopsis bíblica III

 


 

                                               


                        CICLO DE ELISEO

                                                                    2º LIBRO DE LOS REYES

 

CAPITULO 2  Elías es arrebatado. Dos milagros de Eliseo.

Elías parte para Betel. Eliseo insiste en acompañarle. Al llegar les salen al encuentro los o de los profetas (hermandades de profetas con las que Eliseo, al contrario que Elías, se relaciona) Estos discípulos anuncian a Eliseo que Elías será arrebatado. Eliseo les responde que ya lo sabe.

Elías parte hacia Jericó. Se repite la escena anterior entre Eliseo y los profetas. Finalmente parten hacia el Jordán. Al llegar, Elías toca con el manto las aguas y estas se abren, permitiéndoles el paso.

Elías pide a Eliseo que le diga que desea. Eliseo responde: “Dame dos partes de tu espíritu” El primogénito solía recibir doble herencia, por lo que lo que Eliseo esta pidiendo es ser su sucesor.

Elías le dice que si le ve subir a lo alto, en el momento en que sea arrebatado, será señal de que su petición le ha sido concedida,. Poniendo así de manifiesto que solo el Señor es quien concede tal cosa. Elías es finalmente arrebatado, cayendo su manto sobre Eliseo.

Eliseo recoge el manto y repite el mismo gesto que ya hizo Elías de querer que este separe las aguas. Dice: ¿Dónde esta Yahvé, el Dios de Elías? Al punto las aguas se separan. Los discípulos de los profetas reconocen en este gesto que el espíritu de Elías ha pasado a Elíseo y se postran ante él. Aún así insisten en buscar a Elías, aunque Eliseo les disuade.

Seguidamente se refieren dos milagros del profeta:

-El milagro de la olla. En un lugar existe un manantial cuya agua es mala, haciendo estéril el terreno. Elías toma una olla con sal y con esta rocía el manantial pasando a ser el agua sana.

Este milagro nos anuncia lo que cumplirá Jesús sanándonos del pecado que nos hace cerrarnos a nosotros mismos.

-Unos chicuelos se burlan de Eliseo llamándole calvo. Eliseo los maldice y al poco unos osos los atacan, acabando con ellos. Este episodio es una llamada a respetar a los profetas.

Capitulo 3 Israel y Judá contra Moab

Jorán, rey de Israel, hizo lo que el Señor detesta, pero sin llegar al extremo de sus antecesores. Retiro la estela de Baal.

Moab rehúsa pagar tributo a Israel. Israel y Judá salen contra Moab. Al cabo de siete días se quedan sin agua. Joran , rey de Israel, se lamenta: “El Señor nos trajo a morir”. Josafat, rey de Judá, pide un profeta. Eliseo les dice que no tiene nada con Israel. Que vaya a los profetas de sus antecesores; Solo en atención a Josafat profetizará. Anuncia que el torrente, ahora seco, bajará lleno de agua y que el Señor entregará Moab.

Así sucede en la mañana. La tierra seca tiñe las aguas de color de sangre. Los Moabitas al ver descender el agua así piensan que los hebreos se están matando entre ellos y se lanzan al ataque. Son cogidos por sorpresa por los israelitas que los derrotaran.

Capitulo 4 Milagros de Eliseo

Un discípulo de los profetas muere. Como consecuencia de las deudas que deja, sus hijos serán esclavos. Eliseo le dice que acumule todos los recipientes que pueda y que vierta en ellos el aceite. El aceite se multiplico mientras hubo recipientes donde verterlo. Con ese aceite pagaron la deuda y con lo que sobro tuvieron para vivir. Dios hace el milagro, pero también tenemos que hacer de nuestra parte lo que este en nuestra mano. El Señor le dará rendimiento

La Sumamita y su hijo. Eliseo pasa por Suman. Una mujer le da comida. Al verlo cree que es hombre de Dios y le da un aposento. Eliseo cuestiona a su criado Guejarí que puede hacer por ella. El criado dice que es estéril y su marido anciano.

Eliseo declara a la mujer: “En un año concebirás”. Ella replica “te ruego Señor que no engañes a tu sierva”. La mujer finalmente concebirá un hijo.

Pasan los años. El niño va con los segadores, sufre un accidente, queda malherido y muere.

La mujer parte para el Carmelo al encuentro de Eliseo. Le recuerda lo que le pidió: “Que no le engañase” Ahora resulta que el niño ya no esta.

Eliseo envía a su criado a que toque el niño con el bastón, pero nada sucede. Entonces entra Eliseo, ora y se acuesta junto al niño dándole calor. Le insufla siete veces aire en la boca y el niño finalmente revive.

Hubo una gran escasez de alimentos en la región. Los discípulos de los profetas se sentaron a comer con Eliseo. Uno fue a buscar verduras y sin saberlo cogió unas verduras venenosas que mezclo junto al resto. Al notarlo claman a Eliseo. Este pide harina, la echan a la olla y las verduras pasan a ser comestibles.

Un hombre les trae panes y trigo. Eran los primeros veinte panes de la última cosecha. El servidor replica a Eliseo: ¿ Como voy a alimentar a cien hombres con esto? Eliseo insiste, porque dice el Señor: “ Comerán todos y sobrará”. Así sucede.


Capitulo 5 Curación de Naamán el sirio

Naamán, el sirio -jefe del ejercito de Aram- que le hizo ganar batallas (Mejor dicho fue el Señor, por medio de Naamán, quien le hizo ganar batallas) contrajo una lepra. Una muchacha israelita entra a su servicio y le habla de Eliseo. Aram se dirige al rey de Israel que se molesta por el pedido pues piensa que es a él a quien recurren y, él obviamente no tiene poder de curar. No tiene en cuenta a Eliseo. Finalmente Eliseo se hace presente. Naamán piensa que lo tocará, invocando el nombre del Señor; pero Eliseo le pide que vaya a bañarse siete veces en el río Jordán. Esto indigna a Naamán diciendo que no entiende esto. En su país hay mejores ríos. Esta a punto de irse pero sus servidores le hacen reflexionar: “no es cosa difícil lo que te manda”. Finalmente obedece y queda curado.

Naamán, agradecido, quiere ofrecer presentes a Eliseo que este rechaza. Le pide poder llevar la tierra que puedan cargar dos burros para sobre ella (tierra de Israel) poder ofrecer sacrificios al Señor pues solo a él adorará, aunque pide la dispensa de postrarse en el templo de Rimon pues esta obligado a hacerlo aunque en su corazón no hay mas Dios que el de Isral. Eliseo le concede esta dispensa.

Naamán parte. Guejazí, criado de Eliseo va tras él y le pide en nombre de Eliseo un talento de plata y dos mudas para dos profetas recién llegados. Todo es falso. Guejari solo busca provecho. Tras recibir esto regresa junto a Eliseo. Eliseo que sabe lo que pasa le reprende y le anuncia que la lepra de Naaman se le pegará como así sucede.

Capítulos 6 y 7 Guerras con Aram

Aram esta en guerra contra Israel y esta planeando atacar una ciudad israelita. Eliseo tiene noticia por iluminación divina de estos propósitos que comunica al rey de Israel. Al notar Aram que Israel conoce sus planes piensa que se trata de espías pero le es comunicado que es por el carisma de Eliseo que han llegado a este conocimiento. Deciden ir contra Eliseo para acabar con él. Los siervos de Eliseo temen, pero Eliseo pide al Señor que les abra los ojos. Al suceder, ven las fuerzas invisibles del Señor (carros de fuego) que protegen a Eliseo. Eliseo ora de nuevo y las fuerzas invisibles deslumbran a los atacantes, no reconociendo estos a Eliseo, quien los encamina a Samaria. Allí desaparece su ceguera. El rey de Israel pregunta a Eliseo si debe acabar con ellos. Eliseo le recuerda que el nunca ha sido de acabar con el enemigo -en recuerdo de su desobediencia a las ordenes que se le dieron de acabar con el enemigo- si no mas bien de pactar con él para obtener beneficios comerciales. El rey así procede, les agasaja y les despide. No volverán a producirse estos ataques durante un tiempo.

Mas adelante Samaria vuelve a ser asediada lo que provoca escasez de alimentos y hambruna. El rey lleva sayal bajo sus trajes y viendo que incluso se llega al canibalismo, decide acabar con Eliseo porque este habría animado la resistencia prometiendo la ayuda del Señor.

Se acerca a la casa de Eliseo, que este ha cerrado bien pues por su carisma es conocedor de sus intenciones. El rey le reprocha la falta de Ayuda del Señor. El profeta le responde: “Mañana a esta hora la arroba de cebada y la de harina se venderán a un siclo”. El ayudante del rey no le cree pues lo ve imposible (En ese momento debido a la carestía los alimentos tienen precios prohibitivos. Ante la falta de fe del ayudante, Eliseo le anuncia que lo vera pero que él no comerá.

Cuatro leprosos que estaban a la entrada de la ciudad -visto que permanecer en ella es esperar la muerte- deciden ir al campamento arameo, pues al menos tienen la posibilidad de que les acepten. Se encaminan allí. Se encuentran con que el campamento se encuentra deshabitado. El Señor hizo huir a los arameos con un ruido semejante a un estrépito de caballos y carros. Todos sus enseres quedaron allí. Los leprosos se saciaron y recogieron botín, pero pensaron que debían comunicarlo a Israel. Al principio el rey cree que se trata de una trampa y desconfía, pero finalmente deciden mandar una patrulla. Al comprobar la veracidad de la noticia, toda la ciudad acude a saquear el campamento. El precio de la harina y la cebada baja según dijo Eliseo. El ayudante fue puesto de guardia en la puerta de la ciudad y es arrollado por la multitud que salía en búsqueda del botín, cumpliéndose así la palabra de Eliseo.


Capitulo 8 Epílogo de la historia de la Sunamita a la que Eliseo hizo revivir un hijo.

Eliseo pide a la mujer que emigre, pues el Señor le ha dicho que habrá siete años de hambruna. La mujer parte hacia el país de los filisteos. Una vez pasados los siete años regresa. El rey estaba hablando con Guejazí. Le pide que le refiera los milagros de Eliseo. Justo cuando le esta refiriendo el milagro de la Sunamita, comparece ésta para reclamar la recuperación de su casa y su campo.

Eliseo y Jazael en Damasco Eliseo iba hacia Damasco, cuando ben Hadad, rey de Aram, envió a Jazael para que saliera con presentes al encuentro de Eliseo, hombre de Dios, para que le refiera sobre su enfermedad. Eliseo le responde a Aram que sobrevivirá a la enfermedad pero, no obstante, morirá. Eliseo tuvo una visión en la que se le revela que Jazael será rey de Aram y que infringirá sufrimientos a Israel. Jazael regresa donde su Señor y le comunica que sobrevivirá a la enfermedad. Tras comunicarle esto, le mata.

Pasan a reinar los reyes Jorán y Ocozías, ambos emparentados


Capitulo 9 Eliseo unge como rey a Jehú.

Eliseo pide a uno de los discípulos de los profetas que vaya a Ramot de Galaad y, en privado, unja como rey a Jehú, hijo de Josafat. Al hacerlo le dice que él vengará la sangre de los profetas y fieles del Señor a los que mato Jezabel. También de que por su mano, El Señor acabará con los varones de la casa de Ajab y que a Jezabel la comerán los perros de campo. Con esto se cumplirá lo que dijo Elías en el episodio de la viña de Nabot. Tras esto Jehú informa a los suyos, quienes aprueban que Jehú sea rey; este inicia su conspiración.

En yizreel, el rey Jorán esta convaleciente de sus luchas con los arameos. Ocozías, rey de Judá está con él. Ven venir a las tropas de Jehú. Mandan emisarios para conocer las intenciones de Jehú, pero los emisarios no regresan quedándose con Jehú.

Sale el propio rey Jorán a preguntarle si viene en son de paz. Jehú responde: “Que paz puede haber mientras continúen las prostituciones de tu madre Jezabel y sus muchas hechicerías”. Seguidamente, Jehú con su arco, mata a Jorán. Tras esto manda a su escudero que lo tire en el campo de Nabot para que se cumpla la palabra del Señor por boca de Elías;” donde derramo la sangre de Nabot le reclamaría la suya” Esto se cumple en su familia.

Ocozías huye, pero es alcanzado y muere, siendo enterrado en la ciudad de David.

Assesinato de Jezabel Jehú va a la casa de Jezabel. Esta se asoma al balcón con sus guardias. Jehú manda a estos que la tiren por el balcón y estos así hacen. Su sangre salpico las murallas y los caballos la pisotearon. Jehú mandan que la entierren, pero solo encuentran el cráneo, los pies y las manos. Jehu dice que queda así cumplida la profecía de Elias: “Los perros comerán su sangre. Su cadáver será como estiércol irreconocible.


Capitulo 10 Matanza del resto de la familia

Ajab tenia sesenta hijos en Samaria. Los notables de la ciudad los cuidaban. Jehú les pide que elijan un rey. Ellos entran en pánico, pues piensan que el designado correrá la misma suerte de Joran y Ocozías.

Jehú les dice que si están con él, tomen a los setenta hijos, los degüellen y le lleven sus cabezas. Así proceden cumpliéndose de este modo, una vez mas la palabra de Elías. De camino a Samaria acabara con los hermanos de Ocozías.

Finalmente con el pretexto de que va a ofrecer un sacrificio a Baal, hace que todos sus fieles acudan al templo. Al salir estos son degollados y el templo demolido.

Capítulos 11y 12 Joás, rey

Atalía, madre de Ocozías, rey de Judá, elimina a toda la estirpe para reinar ella. Una pariente, Josaba hermana de Ozocías tomo de entre los hijos de Ocozías que estaban siendo asesinados a Joás. Los guardias proclaman rey a Joás y matan a Atalía.

Joás derribo los templos de Baal, reinó cuarenta años haciendo lo que agrada al Señor aunque la gente seguía ofreciendo sacrificios en los altozanos.

Capitulo 13 Muerte de Eliseo

Eliseo cayo enfermo. El rey Joás lloraba por él. Eliseo le pide que tome arco y flecha y se prepare para disparar, Eliseo le acompaña y dice “Flecha de victoria, derrotaras por completo a Haram”

Le dijo que golpease el suelo con la flecha; lo hizo tres veces y paro. Le dijo que tres veces derrotara a Aram pero que si en vez de tres, lo hubiese hecho seis Aram habría sido definitivamente aniquilado.

Este episodio nos recuerda al de Moisés al golpear con el cayado (números,20) La falta de fe impide que Dios pueda obrar plenamente sus maravillas en nosotros. El Señor está dispuesto a colmarnos de gracias; muchas veces es nuestra resistencia y desconfianza la que lo impide.

Eliseo murió y fue enterrado. Las bandas de Moabitas penetraban en el país. Estaban enterrando un hombre y al ver llegar la banda huyen, tirando el cadáver en la tumba de Eliseo. El contacto con el cuerpo de Eliseo le hizo revivir.

Es un ejemplo más de lo que ha sucedido a lo largo de los siglos: Recordemos el ejemplo de tantos santos (San francisco de Asís, Madre Teresa de Calcula, el Padre Pío...) que han han dado vida en su entorno siendo luz no solo para sus contemporáneos sino a generaciones venideras.


 


martes, 12 de julio de 2022

Máximas de San Juan Bosco nº 19

 



236 Trabajemos como si nunca tuviéramos que morir, y vivamos como si tuviésemos que desaparecer a cada instante.

 

237 Nunca he oído que alguno haya estado contento a la hora de la muerte, del mal que hubiera cometido.

 

238 A la hora de la muerte te arrepentirás de haber perdido tanto tiempo, sin ningún provecho para tu alma.

  

239 Estad preparados y no confiéis en vuestra salud.

 

240 Los asuntos del alma se arreglan con tiempo. ¿Quién sabe si te llegue a faltar?.

 

241 Como es la vida, tal es la muerte.

 

242 En el momento de la muerte se debe haber obrado y no pretender obrar entonces.

 

243 En el momento de la muerte recogeremos cuanto hayamos sembrado durante la vida.

 

244 El que quiera pasar bien su último instante en este mundo, viva cristianamente bien.

 

245 Hay que hacer todas las cosas de tal manera que en cualquier momento que nos llegue la muerte nos encuentre preparados.

 

246 Quien bien obra en la vida, se encontrará tranquilo a la hora de la muerte. Como es la vida, así es la muerte.

 

247 Los que piensan poco en la muerte, cuando se acerca, tiemblan y sienten miedo.

 

248 A la hora de la muerte las cosas se juzgan de muy diverso punto de vista.

 

249 En presencia de la muerte cesan las risas.

250 En el momento de la muerte, lo que más consuela es el bien que hubiéramos hecho y las demás cosas sólo nos causarán angustias.

 

 

251 La muerte viene como ladrón. Inesperadamente. Luego, ¿estás preparado para la gran sorpresa?.

 

252 Las mejores decisiones se toman poniéndose en el momento de la muerte.

 

253 La muerte para los buenos cristianos no es separación, sino ausencia temporal, para volverse a encontrar luego; así que, paciencia, si alguien nos precede.

 

254 No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy, porque quien sabe si mañana ya no tengas tiempo.

 

255 El ejercicio de la buena muerte consiste principalmente en hacer la confesión y comunión como si fueses la última de nuestra vida

 

256 El ejercicio de la buena muerte y la frecuente comunión, son la clave de todo.

 

257 Bienaventurado quien a la hora de la muerte tiene el consuelo de haber hecho buenas obras en la vida.

258 Hay dos posibilidades para el hombre después de su muerte: el infierno, donde se sufren toda clase de males, y el Paraíso, donde se gozan todos los bienes.

 

259 Ruega al ángel de la guarda, que te venga a consolar y a asistir en la hora de tu muerte.

miércoles, 6 de julio de 2022

BRETAGNE 5 en 1593 Khz

 Emisora de OM que emite desde Bretaña (Francia) por los 1593 Khz de OM Esta emisora emite informes de interés para navegantes. Su web es www.bretagne5.fr . Captación realizada en Calatayud (NE de España) el 2 de julio de 2022 a las23.43 hora local.




Proyecto IBERIA OM DIURNA 2021 Promovido por Iberia DX -prorroga- JULIO 2022

 



Nota- En febrero pasado el grupo auspiciado por Iberia DX completo el año de captaciones. Como me incorpore al grupo en octubre, he decidido prorrogar las escuchas hasta septiembre de 2022 con el fin de completar el año.

 

COMENTARIO

Las captaciones fueron realizadas el 2 de Julio de 2022, de 13,30 a 14,15, hora local, en el QTH o ubicación habitual de Calatayud: IN9EI (14º 21`12” N; 1º 38´35” O)

 

Las condiciones meteorológicas fueron las siguientes: 32 º,  con una nubosidad del 44% sin precipitaciones. La humedad era del 30%, la presión atmosférica de 762 MMHC y la velocidad de viento de 2,7 m/s NE.

 

Iniciamos la estación de verano en la que completaremos el ciclo de captaciones. Esta captación se caracterizo por la presencia de ruido o QRM de fondo, cosa que no sucedió los otros meses, desconocemos su origen. Esto ha bajado la calidad de recepción de un buen numero de emisoras. No se ha podido escuchas RNE 5 de Lleida en 1152Khz. Excepto RNE 5 Pamplona que mejora, el resto de emisoras de la zona navarra y del este pierden calidad. Contrastar la diferencia entre RNE 1 y RNE 5 en Barcelona. La segunda se oye aceptablemente, mientras la primera pierde calidad. ¿Podría deberse a los trabajos de mantenimiento? Hacia el centro de la península, en cambio se han mantenido unos buenos niveles de recepción. Constatar el cierre de COPE Navarra en 1134 Khz que junto a la Inter en 918 Khz constituyen los dos cierres de emisoras producidos en el periodo.