lunes, 19 de mayo de 2014

LOS ORIGENES DE LA MASONERÍA 1ª Parte





                            INTRODUCCIÓN


El objetivo de este trabajo es ayudar a comprender la realidad de la Masonería, analizando su historia.
     Este trabajo nos ayudara, de forma parcial, a entender este fenómeno, puesto que no va a entrar en otros aspectos tales como doctrinales u organizativos, que bien pueden ser objeto de otros trabajos. Sin embargo este primer análisis histórico, como veremos, nos va a ayudar mucho en su comprensión. Curiosamente, sobre todo a nivel divulgativo, no suele ser frecuente explicar con detalle el paso de la Masonería gremial de la edad media a la actual Masonería especulativa.
    
     Para este análisis, me he apoyado en primer lugar en el libro del profesor Ricardo de La Cierva: “La Masonería Invisible” por estar totalmente de acuerdo con su exposición. Para contrastar la misma y obtener más documentación, me apoyo en la web del Museo Virtual sobre la Masonería de la Universidad Nacional de Educación a Distancia y en la información que facilitan en sus webs las diferentes obediencias masónicas. Al final de este trabajo facilito la localización de los sitios consultados.




                               Orígenes míticos y antecedentes remotos
 

LOS ANHELADOS ORIGENES MITICOS

En muchas publicaciones, sobre todo de corte esotérico, podemos encontrar alusiones a la Masonería como guardiana de arcanos conocimientos que se remontan a orígenes, más o menos remotos, tales como: los Templarios, los cultos mistéricos del paganismo o el antiguo Egipto.
En los rituales masónicos aparece la figura de Hiram Abif.
Este personaje aparece en la Biblia, concretamente en el 2º libro de las Crónicas, capítulo 2º.
A continuación, transcribimos  lo que el texto bíblico nos refiere sobre este personaje. El texto ha sido tomado de la Biblia Online de la Sociedad Bíblica Católica Internacional (www.sobicain.org):

 Del Segundo libro de las Crónicas, en el capítulo 2:
2 Salomón mandó a decir a Hiram, rey de Tiro: «Haz conmigo como hiciste con mi padre David, enviándole maderas de cedro para que se construyera una casa en que vivir. 3 Te hago saber que voy a edificar una Casa al nombre de Yavéh, mi Dios, para consagrársela, para quemar ante él incienso aromático, para la ofrenda perpetua de los panes presentados, y para los holocaustos de la mañana y de la tarde, de los sábados, lunas nuevas, solemnidades de Yavéh, nuestro Dios, como se hace siempre en Israel.
4 La Casa que voy a edificar será grande, porque nuestro Dios es mayor que todos los dioses. 5 Pero ¿quién será capaz de construirle una Casa, cuando los cielos y los Cielos de los cielos no pueden contenerlo? ¿Y por qué le edificaría yo una Casa, sino solamente para quemar incienso en su presencia?
 6 Mándame, pues, un hombre hábil en trabajar el oro, la plata, el bronce, el hierro, la púrpura escarlata, el carmesí y la púrpura violeta, y que sepa grabar; estará con los artesanos que tengo conmigo en Judá y en Jerusalén, y que mi padre David ya puso a mi disposición.
 7 Envíame también madera de cedro, de ciprés y de sándalo, pues yo sé que tus siervos entienden de cortar los árboles del Líbano; 8 y los míos trabajarán con los tuyos para preparar la gran cantidad de madera, pues la casa que yo deseo construir ha de ser grande y magnífica. 9 Yo daré a tus siervos que se ocupen de cortar y derribar los árboles veinte mil cargas de trigo y otras tantas de cebada, veinte mil medidas de vino y veinte mil medidas de aceite: todo esto para su mantenimiento.»
10 Hiram, rey de Tiro, respondió en una carta que dirigió a Salomón: «Porque ama Yavéh a su pueblo, te ha hecho rey de él.» 11 Y decía también: «Bendito Yavéh, Dios de Israel, que ha hecho los cielos y la tierra y ha dado al rey David un hijo sabio, entendido y prudente, digno de edificar la Casa de Yavéh y la Casa real.
 12 Yo, pues, te mando un hombre hábil y entendido, a Hiram-Abi, 13 hijo de una mujer de la tribu de Dan y de padre tirio, que sabe trabajar el oro, la plata, el bronce, el hierro, la piedra, la madera, la púrpura, el jacinto, el lino y la escarlata, y grabar toda clase de figuras; es capaz de realizar cualquier cosa que le pidas.
El trabajará con sus obreros y con los de David, mi señor, tu padre. 

Esto es  lo que nos refiere la escritura.
La Masonería, a todo esto, añade una historia en la que unos trabajadores llegan a asesinar a Hiram Abif, en un intento infructuoso de forzarle a que les comunicase su sabiduría arcana, puesta al servicio de la construcción del Templo de Salomón, finalmente ocultan su cuerpo. El cuerpo es recuperado por el Rey, quien le dará digna sepultura.
Actualmente, asumiendo que esta historia de Hiram no tiene ninguna historicidad, salvo lo que refiere la Biblia, la Masonería nos dije que el utilizar historias como esta no tiene otra finalidad que ayudar a comprender los valores e ideas que se quieren inculcar, en el contexto de sus ceremonias rituales, por medio del mensaje implícito en la narración. Un ejemplo parecido a este modo de enseñanza lo encontraríamos en las parábolas del Evangelio.
Aunque a la luz del momento actual, la misma Masonería reconoce que no se puede pasar por histórico lo que fehacientemente no lo es; esto no excluye que en la Masonería, como sociedad secreta basada en la iniciación, se tenga el anhelo de ser depositarios de antiguas y arcanas tradiciones.
La Masonería  hubiera estado complacida con  que estas fuesen reales o pudiera haber un atisbo de serlo. En el Templarismo tenemos un ejemplo, según referiremos en este trabajo. Pero, aun no correspondiéndose a una historia real, estos elementos míticos van a influir enormemente en la historia real.
Esto es debido a que, sobre todo en el siglo XVII y XVIII, junto con el naciente interés por la ciencia experimental, coexiste un interés por las ciencias ocultas y el esoterismo que dejara su huella en la Masonería. Los conocimientos ocultistas, aunque no verificables empíricamente, siempre van vinculados con tradiciones que supuestamente se pierden en la noche de los tiempos.

ANTECEDENTES  REMOTOS VEROSIMILES

No obstante lo dicho sobre los orígenes míticos, si es posible que la Masonería medieval reciba influencias de épocas anteriores.
Un antecedente de estas corporaciones medievales fueron los “Collegia Fabrorum” del Imperio Romano.
Estas asociaciones de constructores, en principio más o menos toleradas, terminan siendo controladas por el gobierno; este buscaba controlar así el importante sector de las obras públicas, concediéndoles a cambio exenciones de impuestos y del servicio militar.  Su protector es el dios Jano. Se suelen reunir en los solsticios.
Tras la caída del Imperio Romano de Occidente, la cultura romana pervivió en Bizancio, creando una nueva síntesis conocida como Bizantina. Es posible que allí pervivieran estas asociaciones. Los constructores bizantinos son llamados a la Europa Occidental donde influirán en la creación del Románico.
En todo caso,  no se sabe con total seguridad el grado de pervivencia de estas asociaciones.


EL CISTER Y LOS TEMPLARIOS
  
La aparición de la Orden Cisterciense y su necesidad de construcción de monasterios, revitalizara este asociacionismo gremial dentro del ámbito de la construcción.
En un primer momento el abad realizaba los planos y la comunidad monástica ejecutaba las obras.
Con el tiempo se crearan cofradías de laicos, buscando para ellas constructores cualificados procedentes de Bizancio.
Con el Cister se produce el auge del estilo Gótico, que tendrá su máxima expresión en la construcción de las grandes catedrales europeas.
En este contexto, la profesión de maestro de obras ganara en prestigio, pues cada vez requiere unos conocimientos más complejos y que abarcan varias disciplinas.
Estas asociaciones se agrupan en Logias. Se organizan en tres grados de cualificación: Aprendiz, Compañero y Maestro. Para acceder a un grado superior existen una serie de ceremoniales o rituales, que algunos autores defienden, que puedan tener origen pagano. La finalidad de estas ceremonias es prometer guardar el secreto profesional del arte constructivo.
La orden de los Caballeros Templarios tiene relación con el Cister a través de San Bernardo, quien redactara la regla templaría.
Aunque el carisma Templario del monje-guerrero sea diferente del cisterciense, a semejanza de este, tendrán también sus propias asociaciones de constructores.


Los templarios, así llamados, por tener casa junto al templo de Salomón en Jerusalén, recibirán a causa de su ubicación en tierras bíblicas, influencias del mundo oriental tanto constructivas como filosóficas. De aquí ha podido surgir el mito de los Templarios como custodios de un saber esotérico.
Al desaparecer la orden, es posible que las asociaciones laicas de constructores persistieran. De todos modos el mito de los Templarios como antecesores de la Masonería obedece, como en otros supuestos, a ese anhelo de que la Masonería hubiera tenido esos orígenes legendarios. Esta búsqueda de una conexión con un pasado caballeresco y legendario va a ser propio de la Masonería alemana.
Como ya se ha dicho, aunque los orígenes Masónicos en épocas remotas son, sencillamente, indemostrables, no es sin embargo descartable que a ella hayan llegado elementos heredados de asociaciones anteriores relacionadas con el mundo de la construcción.


LA HISTORIA REAL

La unanimidad de los historiadores está de acuerdo en que la actual Masonería especulativa, deriva de la Masonería operativa de la edad media. En el apartado anterior expusimos como estas asociaciones se crean al abrigo de la orden cisterciense e irán creciendo en importancia sobre todo con el auge del gótico y la construcción de las grandes catedrales europeas.
Esta Masonería Medieval, para distinguirla de la Masonería actual, es denominada “operativa” ya que es una asociación gremial de constructores semejante a cualquier otro gremio de la época. Como es lo propio en esta época, estas asociaciones están  imbuidas de un fuerte carácter cristiano.
En las pocas constituciones que nos han llegado de esta época es común ver invocaciones a Cristo, La Virgen María y los Santos, así como la prescripción de observar los mandamientos de la iglesia.
La transformación de esa Masonería gremial en la actual Masonería se va a producir en un único lugar concreto, y el catalizador de esa transformación serán las circunstancias concretas de ese momento. Lo veremos a continuación.
Continua...