-V- Líneas paralelas
Los prolegómenos
Como se
lleva diciendo, es imposible determinar el momento exacto en el tiempo en que
surgió nuestra especie. Es mejor
referirse a un proceso del que solo poseemos unos escasos restos reconociblemente
modernos o próximos a nuestra fisonomía. Como ya se dijo, estos restos podrían
representar ramas paralelas del género “homo” que obviamente ya no existen.
La fuente
mas consultada para este trabajo es el libro “Historia universal” del
historiador británico John Roberts, fallecido en 2003. La obra fue escrita en
1976, aunque con pequeñas revisiones en
sucesivas reediciones.
Veamos lo
que afirma Roberts sobre los prolegómenos de la entrada en escena de nuestra
especie:
“Los restos
más antiguos datan de un periodo de unos 200.000 años de antigüedad.
De los
inicios de este periodo de 200.000 años, entre dos periodos glaciares, tenemos
un periodo templado, en el cual la actual Inglaterra gozaba de un clima semitropical
en el cual podíamos encontrar animales tales como leones y elefantes.
De este
periodo solo tenemos escasos restos, concretamente los cráneos de Swanscombe y
Steinheim. Estos cráneos tenían un cerebro voluminoso (unos 1.300 cm cúbicos)
pero fisonómicamente no los podemos aún considerar como de nuestra especie; más
bien, se pueden considerar formas evolucionadas del Homo erectus. Sus útiles
indican que seguían viviendo de modo parecido al Homo erectus.
El periodo
glaciar que sigue, nos hace perder la pista. No volvemos a encontrarnos con
restos hasta el siguiente periodo templado, hace 130.000 años. Entre ambos
restos se ha producido un salto importante.”
Los nuevos
restos son muy cercanos a nosotros, pero sin ser nosotros: Hablamos del Homo
Sapiens Neandertalensis, u hombre de Neandertal. Esta especie convivió ya con
nuestros ancestros
Recibió este
nombre por un cráneo encontrado en Neandertal, cerca de Düsseldorf en Alemania.
En un principio se creyó que pertenecía a un humano actual que había nacido con
malformaciones. No obstante con antelación ya se habían descubierto restos de
esta especie en Bélgica y Gibraltar.
Esta especie
se propagó por Europa y zonas cercanas de Asia.
El análisis
genético nos dice que Humanos y Neandertales compartimos un antepasado común.
La bifurcación parece ser que se produjo hace unos 500.000 años. Existen
indicios de una posterior hibridación una entre humanos y Neandertales hace unos 100.000
años
Al referirnos
al análisis genético, debemos ser conscientes de sus dificultades. Para su
exactitud, debemos tener unos restos con una contaminación mínima: Bacterias
que se han ido adhiriendo, mezcla de estratos, la misma manipulación humana,
etc. En el caso de los Neandertales, afortunadamente, ha sido posible encontrar
restos óptimos.
Los
Neandertales, consecuentemente con el dinamismo genético y la mayor posibilidad
de aislamiento en ese momento, no es la única línea paralela a la nuestra.
Conocemos alguna más, sin excluir que el futuro nos pueda traer nuevos descubrimientos
– De hecho, como vamos a ver, ya se están dando-.
Ejemplo de
lo dicho es el hombre de Denísova, cuyos restos fueron descubiertos en 2010, en
este lugar de Siberia. El análisis de ADN de sus restos, datados en una época
en la que tanto el hombre de Neandertal como los humanos actuales ya estaban
sobre la tierra, (50.000 a 30.000 años) sugiere un antepasado común con los Neandertales hace unos 650.000 años y con los humanos modernos hace 800.000
años. Existen indicios de que en el pasado poblaron zonas del océano Índico.
Del mismo
modo que los humanos europeos actuales tienen un 2% de genoma proveniente de
Neandertales; los humanos aborígenes de Papúa-Nueva Guinea, Australia y
Melanesia tienen un 4% de material genético de los homínidos de Denisova. Esta
distinción genética también se refleja en la morfología.
En 2003 en
la isla indonesia de Flores se descubrió otra especie: el Homo florecensis,
cuyos restos están en estudio.
En España se encuentra “un lugar de sorpresas”
que está dando perspectivas más complejas con respecto a lo afirmado por
Roberts: Atapuerca
ATAPUERCA
La localidad
de Atapuerca se ubica a 15 km de Burgos (España) La sierra a la que da nombre
constituye el último extremo de las sierras del sistema Ibérico. Una depresión tectónica
(La Bureba) separa a este de la cordillera Cantábrica. A su vez este paso comunica
las cuencas del Ebro y el Duero. Por este entorno discurre el río Arlanzón,
propiciando una tierra fértil que, aún hoy, alberga una rica fauna de corzos,
jabalíes, zorros, águilas y buitres entre otras especies.
La geología
también ha ayudado a que este sea un
lugar apropiado para la habitación humana. Las pequeñas elevaciones están
formadas por calizas, arenas y areniscas, cubiertas por terrenos aluviales del río Arlanzón.
La caliza
tiene la peculiaridad de disolverse con el agua. El río lentamente va arrastrando materiales y horadando el
terreno.
Esto ha hecho que el nivel freático descienda, y el agua en contacto con la caliza al disolverse, forme cavidades que en algunos lugares se abrirán
al exterior. Estas cavidades albergaran a hombres y animales. Lentamente estas
cuevas se colmataron de sedimentos, colapsándose sus entradas, conservando así
intacto su registro arqueológico y paleontológico.
En el siglo XIX
la compañía “The Sierra Company Ld” cortó
una enorme trinchera de más de un kilómetro de longitud y 20 metros de
profundidad en la caliza para el paso de un ferrocarril minero. La trinchera
puso al descubierto numerosas cavidades colmatadas, que es donde hoy se están
realizando las prospecciones arqueológicas y paleontológicas.
La
importancia de este yacimiento radica en el gran periodo que abarcan las capas
de sedimentos: Desde 1.200.000 años hasta 200.000. Cada aporte se distingue por
su color, textura, y origen de los aportes. Los restos de seres vivos y
herramientas líticas ayudan a situarlos en una época. A su vez, en esta zona,
se han encontrado restos de la edad de bronce, por lo que se puede decir que
desde hace un millón de años ha habido presencia humana ya sea del Homo Sapiens
o bien de ramas paralelas.
Ya en el
siglo XIX se hicieron algunos hallazgos que testimoniaban la riqueza de la
zona; pero los descubrimientos más importantes se han producido a raíz de la
apertura de la trinchera del ferrocarril.
El
ferrocarril, debido a su inviabilidad, dejo de ser operativo en 1910. En 1950
se aprovecha la trinchera como cantera lo cual destruyo partes del yacimiento.
En 1964 empiezan las primeras campañas arqueológicas, las cuales tendrán continuidad.
La importancia de lo que se va a
descubrir, hará que, en 1999, sea declarado este yacimiento: Patrimonio de la Humanidad.
A
continuación vamos a ver con más detalle que es lo que se ha descubierto y que
como veremos aporta algo de luz a esos periodos oscuros a los que se refería J.
Roberts.
Como ya se
ha comentado, la mayor parte de los yacimientos son antiguas cavidades en los
márgenes de la trinchera, aunque existen otros yacimientos en las cercanías.
Pasamos a enumerarlos, comentando que descubrimientos nos han deparado:
-Sima del Elefante: Recibe este nombre
al confirmarse, en 2001, la existencia de restos de elefante. Sus
sedimentos abarcan una altura de 15 metros. Las partes más profundas son de
especial importancia pues superan el millón de años. Abarcando todo el Pleistoceno.
En los niveles antiguos encontramos restos de una rica fauna. Mas importantes
son los restos de industrias líticas que constatan la ocupación mas antigua de
la sierra, pues si ese estrato esta datado en mas de un millón de años, estamos
frente al testimonio más antiguo, conocido, de presencia de homínidos de Europa.
En 2008 se encontró una mandíbula junto con restos líticos de tipo Olduvayense.
No se han podido clasificar estos restos, tienen características que los identifican
con los “homos” más antiguos de África, pero distinguiéndose de estos. En los
estratos superiores se han encontrado restos de industria lítica del tipo Musteriense
–asociados a Neandertales- junto a restos de caballos y ciervos.
-Trampa natural y Covacha de los zarpazos:
Se trata de una galería subterránea con apertura al exterior en forma de
chimenea. Por esta apertura debían caer con frecuencia animales, que solían ser
aprovechados por humanos y carnívoros que accedían por la entrada principal en
la covacha de los zarpazos.
Los
depósitos de la galería abarcan una cronología que va entre los 200.000 y
400.000 años. Se han identificado cinco fases sedimentarias, con presencia
intensa humana en la tercera de ellas. En esta fase se han detectado hasta trece suelos distintos
de ocupación humana en los que se han hallado numerosas herramientas del tipo
Achelense con restos de caballos, linces, ciervos, bisontes y rinocerontes. En
la Covacha se ha encontrado restos del cráneo y mandíbula humana que pertenecen a la especie Homo heidelbergensis.
-Gran Dolina: Sus 18 metros de sedimentos abarcan
un periodo que va desde el millón de años hasta unos 200.000 en su nivel
superior. En las partes más profundas se ha encontrado una gran variedad de
fauna que hoy consideraríamos africana, entre ella destacar especies
desaparecidas como el tigre de dientes de sable, la hiena manchada o una nueva
especie de oso, ancestro del oso de las cavernas y denominado Ursus dolinensis
por el lugar de su descubrimiento.
Pero el
descubrimiento más importante ha sido el descubrimiento en 1994 del Homo antecessor,
cuyos restos tienen más de 780000 años de antigüedad. Aquí tenemos pues una
especie de homínidos ubicada en ese vacío temporal del que nos hablaba
J.Roberts.
Se han identificado
en los huesos marcas de cortes provocadas por una herramienta lítica, lo cual
sugiere la idea de canibalismo.
-CUEVA MAYOR Sima de los huesos: Es una pequeña cámara, situada en
la base de un pozo vertical de unos trece metros de profundidad, ubicado en la
parte más profunda de la Cueva Mayor. Sus sedimentos datan del Pleistoceno
medio (400.000) años. El hallazgo de más de 5000 fósiles de Homo heidelbergensis
lo hace el yacimiento más rico del mundo de estas características. –por no
decir único- Supone el 90 por cien de los restos que se conocen. Entre los
restos destacar un cráneo y una mandíbula por su excelente estado de
conservación
Parece ser que era una zona de depósito de
fallecidos. El único resto lítico encontrado es un bifaz de cuarcita roja y
ocre materia prima desconocida en otros yacimientos de la zona; lo cual hace
pensar en que se tratase de un objeto de ajuar funerario. El análisis de los
golpes propios de la caída, así como las evidencias de muerte previa por objeto
punzante corroboran la idea de lugar de enterramiento. Estos hallazgos nos
interrogan sobre si ya serian humanos en sentido espiritual, esto es, si ya reflexionarían sobre el significado de la vida y la muerte.
-CUEVA MAYOR El Portalón Este yacimiento ubicado a la entrada
de la Cueva Mayor nos ha dado importante información sobre la edad de bronce en
un periodo que va entre 3690 y 2900 años.
-Galería del Sílex y Mirador también relacionados con periodos
como la Edad de bronce o el Neolítico.
Atapuerca ha aportado nueva piezas al puzzle. Recordemos
las afirmaciones de J.Roberts. Ahora tenemos gracias a Atapuerca un 90% más de
restos con respecto a los que enumeraba éste.
Parece ser
que el Homo antecessor fue
protagonista de las primeras migraciones del género Homo desde África. El
estudio de sus restos nos revela una cara sorprendentemente más parecida al
humano moderno que, por ejemplo, al Homo Neanderthalensis; mientras que la
dentadura, por ejemplo, es más similar a
formas africanas de Homo erectus y el hueso frontal de la cara presenta
unas cejas más desarrolladas (arco superciliar) rasgo hoy desaparecido.
Su cerebro
era más pequeño que el nuestro. El “hombre de Ceprano” presenta características
similares con este.
Existe
discusión sobre si considerarlo especie diferente o solo una forma avanzada de
Homo erectus. Debido a lo reciente de los descubrimientos no disponemos aún de análisis filogenético que nos ayude a discernir si nos
hallamos ante una nueva especie.
Lo que si
podemos afirmar es que, con unos restos que se remontan a 900000 años, nos hallamos
ante, si no los primeros, si ante uno de los pobladores más antiguos de Europa,
que en esta época, ya utiliza útiles líticos, que por las marcas en restos,
inducen a pensar en prácticas de canibalismo.
El siguiente
saldo lo tenemos en los restos denominados Homo
heidelbergensis –el primer resto se encontró en el lugar de donde recibe
su denominación, pero la mayor concentración de restos se ha dado en Atapuerca.
Esta especie va de los 600.000 a los 200.000 años.
Recordando
antes que nada que seguimos moviendo en el terreno de las hipótesis, se decía
que humanos actuales y Neandertales descendían del Homo heidelbergensis. Los
Neandertales descendían de un grupo de ellos que emigró a Europa; mientras que
del grupo que continuó en África surgió
el actual Homo sapiens. El descubrimiento del Homo antecessor está haciendo
variar las hipótesis.
Su
combinación de rasgos anatómicos propios de humanos modernos (forma de la cara)
y rasgos primitivos (dentadura) hacen pensar que fue este el emigrante y que de
su rama europea surgieron el homo heidelbergensis, y de este, el hombre de
Neandertal .
Otra hipótesis es que el Homo heidelbergensis
fue una especie que convivió con la rama de los Neandertales, mientras que el Homo
sapiens derivaría de la rama de de Homo antecessor que permaneció en África. Todo,
no perdamos de vista, dentro del campo de la hipótesis.
La
secuenciación del ADN mitocondrial de un fémur de Homo heidelbergensis procedente de la Sima
de los Huesos, ha mostrado más relación con los fósiles siberianos del hombre
de Denisova que con ADN de Neandertal. Esto abre paso a la hipótesis de una
compleja relación entre las diferentes especies del género Homo en Eurasia
Respecto a
anteriores etapas de homínidos, en las que predominan usos más propios de los
animales como el robo de comida, empezamos a notar en el Homo heidelbergensis
unos usos que nos acercan a lo que es un comportamiento más propio de humanos. (caza, recolección, pequeñas industrias)
Se servía de
herramientas líticas. Dentro de su tecnología encontramos el bifaz o hacha de
mano de grandes dimensiones y tallada por los dos lados. Esta podía servir para
curtir pieles o trabajar la madera. Existen restos de fogatas lo que indican
que ya utilizaban el fuego.
El hallazgo
de cráneos desdentados hace pensar en que ancianos y discapacitados son mantenidos por el grupo. Los molares y la
dentadura definitiva aparecen sobre los cinco o seis años, frente al chimpancé
que la desarrolla a los tres; esto supone un prolongado cuidado de las crías
que implica la creación de vínculos afectivos. El fruto sería una sociedad
cohesionada que podía hacer eficaces estrategias de caza. En este contexto de
colaboración social aparecen los roles: materno, curtidor, el anciano guardián
y transmisor de experiencias ya sean de caza u otros conocimientos útiles para
el grupo. La posesión de aparato fonador hacía pensar en la existencia de un
lenguaje.
Llegamos al último
hito del que conservamos restos importantes: El hombre de Neandertal. Esta especie siempre es fascinante, pues,
fue la última especie o rama paralela del género “homo” que se extinguió,
dejando al Homo sapiens como único homínido sobre la tierra. Se añade el hecho
de que en Europa convivió con nuestros ancestros y que incluso existen restos
de hibridación, esto es, ellos, aunque en una minúscula proporción, están
presentes en nuestros genes. Vamos a detenernos, pues, con más detalle en ellos.
El hombre de Neandertal
Los primeros fósiles de esta especie se encontraron en Bélgica
en 1829 y Gibraltar en 1848. Sin
embargo, hasta los descubrimientos hechos en Neandertal, no se fue consciente
de la trascendencia de encontrarse ante una especie definida. De ahí el origen
de su denominación.
Esta especie
habitó Europa y partes de Asia occidental en un periodo que comienza hace unos
230000 años y llega hasta unos 28000. -El cálculo de este periodo se obtiene a
través de la datación de los diferentes restos, por tanto no hablamos de cómputos
exactos y así estos periodos podrían ser
más largos- Por el momento parece circunscribirse pues al ámbito euroasiático.
La
coincidencia cronológica y geográfica apunta a que pudo vivir con el llamado
“hombre de Cromañón” -quien es ya un
humano moderno- en la actual Francia.
El aporte de la genética
En 2013 fue
posible obtener la secuencia completa del hombre de Neandertal. He aquí las observaciones
más importantes que se han obtenido:
-Se da un
97,7% de coincidencia entre los genomas de humanos y Neandertales.
-El hombre
de Neandertal y los humanos modernos proceden de un antepasado común. Las dos
ramas se dividieron en un periodo que oscila de 700.000 a 500.000 años de antigüedad.
Con posterioridad el hombre de Neandertal y hombre de Devisona se diferenció
hace unos 380000 años.
-Hace unos
100.000 se produjo una hibridación. Esta última es una cuestión que sigue
suscitando incógnitas y polémicas:
“El análisis del genoma nuclear
apunta a un aporte Neandertal al acervo genético de los humanos
modernos. Los euroasiáticos poseen entre el 1 y el 5 % de genes arcaicos
por persona que se pueden atribuir a hibridación con neandertales. En
humanos de origen subsahariano este aporte es infrecuente, hecho lógico, pues
la hibridación se produjo entre los humanos que llegaron a las áreas ya
ocupadas por Neandertales.
Se calcula en un 20 % la
cantidad total del genoma Neandertal que ha sobrevivido en humanos modernos.
Este porcentaje es mucho mayor si se examinan sólo ciertos genes presentes en
la población humana actual ajena a África, como los de la piel y pelo.
Por otro lado, también se ha hallado
que otros genes Neandertales han sufrido una selección negativa. Por ejemplo,
la contribución genética Neandertal es muy baja en ciertas regiones del
cromosoma X, así como genes expresados en los testículos. Esta distribución
sugiere que los alelos Neandertales causaban infertilidad masculina.
No se ha hallado ADN mitocondrial
neandertal (el que solo se trasmite a través de la madre) en Homo sapiens. Paul Mason y Roger Short proponen tres posibles
explicaciones: 1) el genoma mitocondrial presentaba mutaciones que causaron la
extinción de los individuos que lo heredaban; 2) Los descendientes híbridos de
madres Neandertales se incorporaron a la grupos neandertales y se extinguieron
con ellos; 3) la descendencia de madre Neandertal y padre humano era estéril,
algo que se ha observado en otros casos de hibridación entre especies.
A su vez, los estudios del cromosoma “Y”
(el que se hereda por vía paterna) tampoco
presentan indicios de mestizaje entre
Neandertales y humanos modernos; una hipótesis para explicar este resultado es
que algunos genes presentes en el cromosoma “Y” neandertal podrían producir una
respuesta inmune en madres humanas que dañaría al feto.
(C.f. wikipedía-hombre de Neandertal)
Una vez más,
podemos apreciar como casi todo en esta materia, esta bañado por la oscuridad:
Por un lado existe un material genético
proveniente de los Neandertales. –Se postula que esta herencia fueran genes
arcaicos provenientes del ancestro común-.
Por otro
lado no sabemos si estos híbridos eran fértiles. Por lo que hemos visto el cruce
entre especies parece que fue algo esporádico.
Llamar la atención sobre el hecho de la no
existencia de ADN mitocondrial, pues esto indica que solo a través de madre
Homo Sapiens existiría la posibilidad de cruce. Para un católico instruido,
esto quizá pueda decirle algo.
En conclusión, sólo sabemos que en nuestra
genética pervive algo Neandertal.
Por los
mismos estudios genéticos se deduce (por la mayor cantidad de restos con
características similares) que los humanos modernos se diferenciaron como
especie en África y emigraron a las áreas que ya ocupaba el hombre de Neandertal.
Todo esto en un periodo que oscila entre 100.000 y 60.000 años. El cruzamiento
se produciría al entrar en contacto las dos especies.
Los
descubrimientos de Atapuerca han hecho que se generalice esta explicación: Al
Homo antecesor se le supone el pionero que pobló Europa y Asia menor. De las
poblaciones de este que continuaron en África surgió más tarde el Homo Sapiens.
Sus hermanos europeos fueron evolucionando hasta llegar al hombre de Neandertal
y Homo devisoniano. El estudio de los restos apoya estas afirmaciones. Ya se
dijo que el Homo antecesor a la vez que presenta características propias de
homínidos anteriores (dentaduras, arco supraorbital mas marcado) tienen una
mayor similitud facial con humanos modernos que con sus propios descendientes Neandertales.
Debido a lo
reciente del descubrimiento del Homo antecesor, no se ha podido hacer un
estudio genético tan completo como el del hombre de Neandertal. El futuro nos
seguirá deparando nuevas sorpresas.
Su aspecto
De esqueleto
robusto, tórax ancho y extremidades cortas. Solían medir sobre 1,65 metros. No
estaban capacitados para largas carreras, solo para cortas carreras de huida.
El cráneo se
distingue por los arcos supraorbitales. (Una especie de montículos encima de
las cejas, los simios los conservan pero más marcados) frente baja e inclinada,
ausencia de mentón. La capacidad cerebral era la misma e incluso algo superior
a la humana.
Los estudios
genéticos –debido a que se ha encontrado una variante del gen FoxP2 relacionado
con el habla en el Homo sapiens- los hacen capaces para desarrollar el lenguaje hablado, aunque
por la diferente posición del aparato fonador con respecto a los humanos modernos, puede que
esté fuera más tosco.
Con respecto
a su dieta decir que eran cazadores y recolectores, existiendo pruebas de consumo
de grandes mamíferos como los mamuts.
Existen
pruebas de canibalismo probadas por las marcas de corte realizadas con
herramientas de piedra que están muy bien
conservadas por haber sido limpiada la
carne.
Los cortes
son diferentes a los que se hacen en animales, lo que da que pensar que podrían
tener un sentido ritual.
El estilo de
herramientas líticas utilizadas en el Paleolítico medio por los Neandertales se
conoce como la cultura Musteriense (debido a que se encontraron por primera vez
en la localidad francesa de Le Moustier).
En los últimos tiempos aparece el estilo Châtelperroniense más avanzado, ya en
el paleolítico superior.
Para acabar
vamos a tocar uno de los temas que se prestan a la formulación de teorías: ¿Tenían
capacidad simbólica y de abstracción? ¿Existían para ellos lo espiritual, el
más allá, la vida tras la muerte? Evidentemente no podemos responder con certeza
a estas preguntas. Los restos nos llevan a plantearnos la posibilidad de que
algo de esto se diera, pero, también otras explicaciones son posibles. Citemos
como ejemplo el caso de los restos encontrados en Tshik-tash en Urbekistan. Se
encuentran allí los restos de un niño de hace unos 50.000 años Por la
disposición de los restos parece ser que el cuerpo reposaba sobre un lecho de
huesos de caballo. Cinco pares de cuernos de cabra rodeaban el cuerpo por
encima. Los restos de polen sugieren que se depositaron flores. Al lado hay
restos de un hogar que ardió brevemente. Una interpretación de esto podría ser
que el fuego formó parte de un ritual y que esta disposición era por el mismo
motivo.
Al mismo tiempo otra interpretación que se da
es que los cuernos no tenían otra función que proteger de los animales
carroñeros.
Vamos a enumerar
algunos de los restos encontradas. Volviendo hacia atrás retrocedemos hasta el
Homo heidelbergensis, posible ancestro Neandertal. La Sima de los huesos de
Atapuerca contiene el 90% de los restos descubiertos de esta especie. Junto con
restos de animales encontramos los restos de unos 28 individuos. En uno de
ellos se deduce que fue muerto por algo incisivo (cuerno) Presentan roturas
propias del estrellarse con el suelo por lo que se deduce que eran arrojados desde
13 metros más arriba. Un bifaz de cuarcita roja sugiere que fuera arrojado como
homenaje. ¿Estaríamos ante un enterramiento?
Regresando al
hombre de Neandertal en zonas que sugieren enterramientos, al haberse
encontrado individuos en forma fetal, se encuentran pinturas de ocre rojo
(cueva del Sidrón) En Nerja se encontró una pintura de unas focas que por la
datación podría ser Neandertal. En estos enterramientos parecen encontrarse
restos vegetales y óseos.
En
conclusión tenemos claro que dominaban el fuego, existía una industria lítica y
de pieles, se daba una solidaridad grupal, hay indicios que sugieren una
apertura a lo abstracto y espiritual. Sobre cómo era su visión y apertura a lo
oculto y trascendente todo lo más que tenemos son hipótesis sin ninguna
certeza. Así, el afirmar que los cuernos ejercían una función protectora frente
a fuerzas espirituales es algo que solo podemos afirmar como mera hipótesis.
Hemos
llegado al final del callejón. Estando aún vivos los Neandertales, apareció en
Europa y Asia otra oleada de descendientes de un ancestro común y que sería la
única en pervivir: El homo sapiens.
Continuará.....