Antes que nada, dejar sentado que no soy experto
en estas cuestiones, pero quiero dejar constancia de la inquietud que me
provoco la lectura de una reseña en un diario regional. Sin abundar en
detalles, la reseña hablaba de la condena de un menor, el cual había asesinado
a otro menor.
Aparte de
la pena aplicada a este menor, a sus padres como sus responsables civiles se
les condena a indemnizar a la víctima, procediéndose para ello al embargo de
sus bienes.
Estos bienes son: vivienda familiar, sueldo del
padre y prestación por desempleo de la madre. Haciendo constar,una vez más, mi desconocimiento de estos
temas, paso a exponer mi inquietud.
En principio me parece desproporcionado lo que les
cae a los padres. Podría ser el caso que en su vida hubiesen roto un plato,
pero han de pagar por lo que hizo un hijo, casi seguro que sin su aprobación.
Este proceder creo que hace un flaco favor a la
sociedad, pues desmotivara a muchos de tener hijos, puesto que un padre no se
ve apoyado en su patria potestad. Esta, más bien sirve para cargarle a Él todo
el peso de la responsabilidad, como si la sociedad no tuviera nada que ver en
ello.
En caso de un menor de tres años, por poner un
ejemplo, podemos entenderlo.
Imaginemos un adolescente de 15. No le podemos tener
esposado u maniatado como si fuera un perro para evitar que salga por ahí y
haga cualquier cosa. En ese caso el padre pagaría las consecuencias, aunque lo
que hubiera hecho el menor fuera contrario a su voluntad.
En conclusión creo pues que proporcionalmente a su
edad, este menor, como persona consciente que es, debería ser él principalmente
el sujeto del castigo.
Y no deshacer la vida a unos padres que
posiblemente sean los primeros que no aprueben esa actitud de su hijo.
Hace tiempo leí en una revista de un sindicato que
este destinaba una parte de la
recaudación de las cuotas a una
determinada ONG.
También el ayuntamiento dice que dará tanto para
tal ONG. Otra empresa, que dará determinado porcentaje de las ventas para la ONG elegida. En este último
caso, debo dejar claro que una empresa privada puede hacer con su beneficio lo
que sus propietarios deseen y por otra parte uno es muy libre de contratar o no
sus servicios.
Hecha la salvedad anterior, planteo la cuestión.
Si yo pago un impuesto, se supone que es para
pagar unos servicios públicos que me presta el estado.
Si pago una cuota sea sindical o de otra entidad
se supone es para financiar los servicios y actividad de estas.
Otro caso del que he tenido conocimiento es el de una
empresa de venta por catalogo que a sus distribuidoras,
sin previa información, añade una revista cobrando 80 cts. por ella. Tras las
quejas, dice que es para una ONG. Que es una cosa puntual y voluntaria. Si no
te parece bien, tienes derecho al reintegro del importe. Evidentemente si la
rehúsas, quedas mal. Por lo demás el dinero este lo gestiona la propia empresa,
lo cual puede dar que pensar.
Mi conclusión es esta:
Si yo pago algo, pago por ese servicio y lo que
busco es que sea lo más económico posible. Entonces porque cobrarme de más para
hacer caridad con el dinero ajeno. Además puede que a la ONG elegida sea de
lasque no estaría dispuesto a dar
nada,por tener esta principios con los cuales que no comulgo.
En una palabra prefiero ser yo directamente quien
haga los donativos que crea oportuno y de acuerdo con mi conciencia. No que
otros lo hagan por mí. Lo mínimo que se podría pedir es que al menos solicitaran
mi consentimiento para dar parte de mi cuota para esos fines.