domingo, 27 de marzo de 2016

LA DIVINA MISERICORDIA EN MI ALMA Extractos

De Santa María Faustina Kowalska, religiosa polaca. Muere en 1938 a los 33 años. Canonizada por S.Juan Pablo II.
Resumen frases de su libro
Entrega Nº 2 (37 en total)

(Se harán tres entregas mensuales: los días 8, 18 y 28 de cada mes en esta capilla) adoracionperpetua.bilbao@gmail.com (para más copias, pedir a esta dirección)


Nota. 36: Pon la cabeza sobre Mi pecho, sobre Mi Corazón y de él toma fuerza y fortaleza para todos los sufrimientos, porque no encontrarás alivio ni ayuda ni consuelo en ninguna otra parte.

N. 40: Ella (María) me ha enseñado a amar interiormente a Dios y cómo cumplir su santa voluntad en todo. María, Tú eres la alegría, porque por medio de Ti, Dios descendió a la tierra y a mi corazón.

N. 42: Entendí que no hay satisfacción fuera de Dios.

N. 46: Estos sufrimientos incendiaban mi alma con un fuego de amor hacia Dios y hacia las almas inmortales. El amor soportará todo, el amor continuará después de la muerte, el amor no teme nada.

N. 47: Pinta una imagen según el modelo que ves, y firma: Jesús, en Ti confío. Deseo que esta imagen sea venerada primero en su capilla y luego en el mundo entero.

N. 47: Prometo que el alma que venere esta imagen no perecerá. También prometo, ya aquí en la tierra, la victoria sobre los enemigos y, sobre todo, a la hora de la muerte. Yo mismo la defenderé como Mi gloria.

N. 49: Quiero que esta imagen que pintarás con el pincel, sea bendecida con solemnidad el primer domingo después de la Pascua de Resurrección; ese domingo debe ser la Fiesta de la Misericordia.

N. 50: Que el pecador no tenga miedo de acercarse a Mí. Me queman las llamas de la misericordia, deseo derramarlas sobre las almas humanas.

N. 50: La desconfianza de las almas desgarra Mis entrañas. Aún más Me duele la desconfianza de las almas elegidas; a pesar de Mi amor inagotable no confían en Mí

N. 55: Humildad, humildad y siempre humildad, porque por nosotros mismos no podemos hacer nada. Todo esto es solamente la gracia de Dios.

N. 55 (Su confesor): Hermana, procure que su vida sea pura como las lágrimas delante del Señor sin hacer caso a lo que puedan pensar de usted. Que le baste Dios. Sólo Él.

N. 55 (Su confesor): Procure que quien trate con Vd., se aleje feliz. Difunda a su alrededor la fragancia de la felicidad.

N. 55 (Su confesor): Recuerde para toda la vida que como las aguas descienden de las montañas a los valles, las gracias del Señor descienden sólo sobre las almas humildes.

N. 56: Me doy cuenta perfectamente de que todo lo que hay de bueno en mi alma es sólo su santa gracia. El conocimiento de mi miseria me permite conocer al mismo tiempo el abismo de Tu misericordia.

N. 57: Los sufrimientos, las contrariedades, las humillaciones, los fracasos, las sospechas que enfrento, son espinas que incendian mi amor hacia Ti, Jesús.

N. 57: El sufrimiento es una gran gracia. Cuanto más grande es el sufrimiento, tanto más puro se hace el amor.

N. 61: Ahora tiemblo cuando oigo, a veces, a un alma diciendo que no tiene confesor, es decir director espiritual. Sin director espiritual, es fácil desviarse del camino.

N. 62: ¡Oh, vida gris y monótona, cuántos tesoros encierras! Ninguna hora se parece a la otra, pues la tristeza y la monotonía desaparecen cuando miro todo con los ojos de la fe.

N. 66: ¡Oh, tesoro inagotable de la pureza de la intención que haces perfectas y tan agradables a Dios todas nuestras acciones!

N. 67: No vives para ti, sino para las almas. Otras almas se benefician de tus sufrimientos. Tus prolongados sufrimientos les darán luz y fuerza para aceptar Mi voluntad.

N. 69: Y aunque me parece que no me escuchas, no obstante he depositado mi confianza en el mar de Tu misericordia y sé que mi esperanza no será defraudada.

N. 72: Dios no le negará su misericordia a nadie. El cielo y la tierra podrán cambiar, pero jamás se agotará la misericordia de Dios.

N. 76: Jesús mío, guía mi mente, toma posesión absoluta de todo mi ser, enciérrame en el fondo de Tu Corazón y protégeme del asalto del enemigo.