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miércoles, 12 de febrero de 2020

El error de Ciudadanos




En este pequeño artículo voy a dar mi opinión del porqué de la caída del partido Ciudadanos.
Ciudadanos, como es sabido, es un partido que nació en Cataluña. Surgía como reacción a la política nacionalista liderada durante años por Convergencia y Unión en la que primaba la “construcción nacional”. Muchos ciudadanos aunque con conciencia de su identidad catalana no se sentían identificados con esa política nacionalista.
De este caldo de cultivo surgió ciudadanos con el objetivo de servir de representación a una gran parte de lo que se ha denominado “mayoría silenciosa”. Es en este escenario catalán donde tenia todo su sentido.

Pienso que el error de ciudadanos fue dar el salto a la política nacional con el objetivo de convertirse en un partido nacional mas. Como demostraron las ultimas elecciones al Parlament de Cataluña, Ciudadanos tiene todo su sentido como alternativa al nacionalismo radical. Hubiera sido por tanto mas lógico y mas eficaz que se hubiera limitado al entorno catalán también en política nacional, presentándose solo por las circunscripciones electorales catalanas -circunscripciones donde partidos como el PP no suele tener importantes resultados- En cambio ciudadanos hubiera podido capitalizar voto descontento con la deriva nacionalista. Al obtener un mayor numero de votos con respecto a partidos como el PP hubiera logrado mas escaños por estas provincias contrapesando así al nacionalismo radical en el congreso.
 A corto plazo pienso que esto es lo mas eficaz pues el buscar consolidarse como partido nacional -un entorno donde ya existe una competencia de partidos constitucionalistas que buscan ganarse al electorado centrista- hubiera requerido un largo periodo de implantación que va más allá de una legislatura.

lunes, 28 de septiembre de 2015

EL TRABAJO COMO IMPUESTO


Para introducir este artículo, y antes de hacer mis propuestas, no encuentro mejores palabras que las del Santo Padre Francisco en su encíclica “Laudato Si” y que paso a transcribir:

“128. Estamos llamados al trabajo desde nuestra creación. No debe buscarse que el progreso tecnológico reemplace cada vez más el trabajo humano, con lo cual la humanidad se dañaría a sí misma.
El trabajo es una necesidad, parte del sentido de la vida en esta tierra, camino de maduración, de desarrollo humano y de realización personal.
En este sentido, ayudar a los pobres debe ser siempre una solución provisoria para resolver urgencias.
El gran objetivo debería ser siempre una vida digna a través del trabajo.”

En resumen el trabajo no se reduce a una mera actividad económica, sino que tiene también una función de realización personal y de integración en la sociedad.
A esto último, Francisco, lo denomina “Capital social”, explicando a continuación que con esta denominación se refiere a las relaciones de confianza, fiabilidad y respeto de las normas que son indispensables en toda convivencia civil.
En este punto, Francisco nos habla del hecho de que para obtener una mayor productividad –y por tanto rentabilidad- se haga a costa de eliminar puestos de trabajo.
El primar la rentabilidad produce un desgaste sobre el “capital social”.
El tener el modo de ganarse dignamente la vida, evitará el tener que recurrir a modos más dañinos tales como la delincuencia.
El trabajo facilita las interrelaciones personales y hace que uno se sienta útil. Es factor de estabilidad psicológica
El trabajo facilita la formación de familias y ayuda a su estabilidad. La familia es básica, pues aparte de su papel procreador, es un “colchón” que evita situaciones de exclusión, desarraigo y precariedad.
Economía y sociedad están vinculadas. Si no existen consumidores, esto terminará repercutiendo en las empresas.
Por tanto el trabajo no es un mero factor más de la producción. Como se ha señalado al inicio de este articulo, tiene una función humanizadora y socializadora. Si el fruto de estas funciones falta, la economía se verá afectada.
Podemos constatar el alto coste social del desempleo, no solo en prestaciones, sino también en cuestiones colaterales tales como impagos, inseguridad, etc.

Hoy en día se ha creado una corriente de sensibilidad en cuestiones como el medio ambiente. Fruto de ello: por un lado se ha obligado legalmente a las empresas a compensar la contaminación que producen ya sea mediante el pago de impuestos, ya sea mediante la obligación de tomar medidas correctoras; por otro las mismas empresas han venido a desarrollar lo que se llama “responsabilidad social corporativa” por la cual dedican un pequeño porcentaje de su beneficio a financiar programas de tipo cultural y social.

Las nuevas tecnologías, sobre todo el uso de Internet, han incrementado enormemente la productividad, hasta el punto que se puede desarrollar una tarea con mayor eficacia pero con menos personal.
Es cierto que estas nuevas tecnologías han generado otro tipo de empleos. ¿Es mayor lo perdido que lo ganado? Los niveles de desempleo y la evolución de las plantillas parecen dar la razón a lo primero.
Lo que se plantea aquí es otro modo de contribuir al bien común, que sería poner un límite a la automatización (al menos mientras no aparezcan otros yacimientos de empleo que absorban la demanda de trabajo). La idea seria de que las empresas mantuviesen un pequeño porcentaje de su producción por métodos más tradicionales pero que permitan un nivel de empleo mayor.
Sería algo así como un impuesto pagado en puestos de trabajo. Hoy existen actividades (líneas de transporte deficitarias) que aunque no reportan rentabilidad se mantienen por su interés social. También sería factible la subvención o bonificación en razón a los puestos creados por este sistema.

Por otro lado, pero en la línea de lo propuesto por el papa Francisco, pienso que toda prestación por desempleo debiera ir asociada a algún tipo de trabajo en ámbitos que no sean del interés de la iniciativa privada tales como trabajos en beneficio de la comunidad. A cambio se podría alargar el periodo de cobro.

Entiendo que estas propuestas tienen algo de utópico. A mí también me parece utópico que, - por supuesto exceptuando casos de jubilación o enfermedad- se reciba una renta ciudadana sin más. Pienso que, aparte de inviable desde un punto de vista económico, no creo que vaya a ayudar mucho a mejorar a la sociedad. Ahí tenemos el ejemplo del Imperio romano…

sábado, 29 de enero de 2011

IDEAS PARA UNA VIVIENDA MÁS ASEQUIBLE


Como sabemos, tras el estallido de la burbuja inmobiliaria el mercado se encuentra ralentizado. El sector de la construcción está sufriendo estas consecuencias con un alto índice de paro.
La salida de este túnel no tendrá lugar, evidentemente, hasta que vuelva a reactivarse este mercado.
Las alzas de precio de la vivienda han hecho de esta un bien cada vez mas inalcanzable para las clases medias, y poniendo al limite la economía familiar obligando a trabajar a los dos cónyuges, con el añadido de que es preciso que no les falte nunca el trabajo.
La solución a este problema pasa por que la vivienda pueda ser un bien asequible.
Partiendo de que no soy experto en cuestiones económicas me limito a exponer mis ocurrencias.
En primer lugar pienso que la hipoteca tiene una rigidez que solo la hace aconsejable a quien tiene una fuente de ingresos estable y duradera en el tiempo. El mercado de trabajo actual, por desgracia, no garantiza a todos esta estabilidad.
La idea que se me ocurre es un híbrido entre hipoteca y alquiler.
Uno entraría como inquilino pagando su alquiler. Lo que sugiero es que si ha permanecido ininterrumpidamente como inquilino durante un periodo de tiempo(20 o 30 años por ejemplo) pasase automáticamente a ser propietario.
Si se va antes pierde este derecho sin más.
De este modo se superarían las rigideces que crea el hipotecarse, haciendo posible por ejemplo, que uno se plantease irse a otra ciudad para buscar oportunidades; en este caso la vivienda no sería un impedimento.
La perspectiva de ser propietario, por otra parte, estimularía la fidelidad del inquilino, desalentaría los impagos y su interés en la buena conservación de la vivienda.
En caso de impagos, al menos las consecuencias serían algo menos trágicas que en una ejecución hipotecaria, ya que al menos no quedaría con deudas pendientes en el caso de que la vivienda no bastase. Así como la posibilidad de dejar el alquiler en caso de no poder pagar; cosa que con una hipoteca es más difícil.
Esta es una posible idea, que imagino no será perfecta ya que al no ser experto en estos temas es posible no tenga en cuenta factores que la pueden hacer inviable.
Henry Ford creo fórmulas que contribuyeron a popularizar el automóvil; hoy también se necesitan ideas que saquen de la parálisis al mercado inmobiliario.
Ruego a Dios que inspire a quienes tienen capacidad y poder para sacarnos del bache.

jueves, 14 de enero de 2010

POR UNA COALICION DE PARTIDOS CATOLICOS

En lo tocante a la coherencia con los principios católicos
observamos la existencia de diferentes posturas:
-En primer lugar tenemos el Partido Popular; en este vemos
que aunque hay miembros que se identifican con los valores
católicos, al final el partido opta mas por un punto
intermedio. Por tanto podemos concluir que aunque pondere
los valores católicos no siempre va en coherencia con ellos.
Para muestra tenemos el tema del aborto, donde su postura
 no es su total condena, si no que mas bien, permite una
 cierta tolerancia; ya que si no en el momento de tener
mayoría absoluta hubiera abolido la ley del aborto vigente.
-Por otra parte existen varios partidos minoritarios, los
cuales en su ideario consideran los principios católicos
como no negociables. Al margen de estos principios su
inclinación ideológica es difiere entre ellos.
 Mi valoración como católico es en primer lugar considerar
que el PP no es mi partido idóneo, pues no siempre sigue
los valores católicos.
Del resto de partidos, estoy de acuerdo en lo
fundamental,  pero fuera de esto solo optaría por uno. Ya que
tengo mi visión y por el solo hecho de que un partido diga
que es católico, no necesariamente he de comulgar con él.
Realmente con un montón de partidos minúsculos no se va a
ningún lado.
Mi propuesta es que si en lo fundamental estamos de
acuerdo,  porque no hacer una coalición de partidos
católicos.
El resto de matices ideológicos se pueden negociar después.
Pero si uniéramos votos, puede que el voto católico tuviera
más fuerza.
Esto influiría incluso en el PP, pues si quisiera contar con
Apoyos, tendría que valorar este voto y la postura católica
mas de lo que hace hoy, pues mas bien, parece que los católicos
son su voto cautivo por no tener mejor alternativa  y por
 tanto un cheque en blanco para el PP.