domingo, 22 de noviembre de 2015

LOS ORÍGENES DEL HOMBRE - IV

                                       Hitos


Un rápido resumen

Llegamos al momento en donde vamos a recorrer el camino que, partiendo de la clase de los mamíferos, nos va a llevar al orden de los primates. De este surgirá la familia de los homínidos. Dentro de esta, aparecerá el género homo, del cual hoy solo queda un representante vivo sobre la tierra: El Homo Sapiens Sapiens. En otras palabras: Nosotros.

Si consultamos en cualquier texto que solo pretenda un nivel divulgativo básico; este basándose los restos encontrados con mayor profusión –aunque no son una gran cantidad- nos resumirá la historia del hombre empezando por el Australopitecos –cuyo nombre significa “Mono austral”.
El Australopitecos, cuyos restos están datados sobre los 4,5 millones de años, está en el límite donde nace el género Homo. El incluirlo o no en este género sigue siendo objeto de debates.
Su denominación es debida a que todos los restos se han encontrado en el sur de África. Más adelante vamos a tratar sobre el porqué de este origen. Solo hasta estadios más próximos al nuestro se dará una expansión hacia Asia y Europa, siendo el Homo Sapiens Sapiens el único que se extenderá por todo el planeta.

Tras un salto de más de 2 millones de años, nos encontramos con el Homo Erectus, caracterizado por la adquisición de la verticalidad y una mayor capacidad craneal.
El aumento de la capacidad craneal- que implica un cerebro mayor- irá en aumento hasta llegar a la que actualmente poseemos.

El Homo Sapiens Sapiens -O sea: Nosotros- apareció hace 35.000 años. En el millón y medio de años precedente, se ha ido produciendo “un proceso” en el que se han ido generando las características que hoy nos definen. Un eslabón de este periodo es el Homo Habilis, así conocido por haberse encontrado junto a sus restos los primeros rudimentos de herramientas.
Por último tenemos al Homo neardenthalensis o hombre de Neardenthal. Esta especie prospero en Europa, adaptándose al entorno. Esta especie despierta un gran interés, pues en el periodo final de su existencia convivió con nuestros ancestros.

Bien, pues esta es la historia  de muchos textos divulgativos.  Es fácil entender que se ha hecho una gran simplificación, pues se dan saltos de millones de años, de los cuales nada se sabe. La única certeza es que  según avanzamos en el tiempo, se va produciendo una mayor aproximación hacia lo que somos hoy. Dentro del género homo se habrán producido muchas vías evolutivas, por lo que no sabemos de qué línea exacta descendemos; por eso al encontrar nuevos restos debemos ser prudentes al definirlos como antepasados, cuando puede que solo sea una línea paralela (caso de los neardentales) Solo los avances en el análisis del material genético pueden ayudarnos a precisar.

 Hitos

Ante la imposibilidad de hacer una historia lineal, como ya se ha comprendido, por el montón de piezas que nos faltan del puzle, y siguiendo el criterio del historiador británico John Roberts en su obra “Historía universal” vamos a ver los hitos que nos han hecho ser como somos.
La obra de Roberts nos va ayudar a hacer el tablero sobre el cual podremos ubicar las piezas –restos conocidos o por aparecer.
 Como vamos a ver, los primeros hitos serán modificaciones de tipo genético, tales como la selección natural o la mutación. Pasado un momento frente a los cambios genéticos,  el aprendizaje, la cooperación social, y las posibilidades que daban la fabricación de herramientas y el dominio del fuego,  harán que el hombre este menos condicionado por el medio y por tanto más apto para dominarlo.

Contexto para una evolución

Hace unos 40 millones de años llego a su fin una etapa templada en la que reinaron los dinosaurios.
Los mamíferos, que habían aparecido hace unos 200 millones de años, serian los más aptos en esta nueva etapa.
Debemos recordar, de partes anteriores, que las alteraciones geográficas (climáticas, tectónicas, geológicas, etc.) contribuyen al aislamiento de grupos de una especie que pueden terminar convirtiéndose en otra. Así pues, de una especie original, una población de individuos de la misma puede quedar aislada y evolucionar de modo diferente hasta llegar a ser una especie diferenciada.


Hace 2,59 millones de años empieza la época denominada “Pleistoceno”  la cual se caracteriza por una sucesión de unos 17 periodos glaciares de una duración comprendida entre 50.000 y 100.000 años.
El hielo cubría extensas zonas del hemisferio norte hasta la latitud de Nueva York. Estos periodos van intercalados por periodos  templados.
La zona, por tanto, más apta para el desarrollo de la vida era África. Los avances y retrocesos de los hielos determinarían el clima de esta zona. El clima condiciona  aspectos tales como vegetación, extensión de los bosques, desertificación.
Este aspecto será muy importante en todos los estadios evolutivos que irán conformando lo que somos. Los mejor adaptados a los cambios del medio (periodos fríos, de aridez) serán los que prosperaran. Como ya se dijo en los primeros estadios esta mejor o peor adaptación la determina la genética y la selección natural. Pero según nos acercamos al hombre actual estos factores perderán protagonismo.

Los hitos genéticos

Hace 55 millones de años  –aun están los dinosaurios sobre la tierra- de entre los mamíferos, semejantes a los actuales roedores, una rama pasara a vivir sobre los arboles.
Este grupo será denominado “Prosimios” que serian parecidos a las actuales musarañas arborícolas.
El hecho de vivir en los arboles fue un acicate para dar un paso evolutivo, pues se perpetuaron los mejores adaptados a las incertidumbres espaciales y accidentales de este medio caracterizado por sombras, confusas pautas visuales y asideros poco fiables.
Entre las que se perpetuaron había especies provistas de largos apéndices que se transformarían en dedos, y finalmente en el pulgar oponible.
Otro rasgo fue la evolución hacia la visión tridimensional y la disminución de la importancia del sentido del olfato.
Los monos y antropoides, cuyo origen data aproximadamente de unos 35 millones de años, representan un gran avance evolutivo: Su capacidad cerebral es mayor,  tienen mayor capacidad manipulativa y han desarrollado  la visión estereoscópica.

Hace unos 25 millones de años en un periodo en que la desecación redujo la superficie boscosa, la competencia por el espacio fue en aumento. Algunos primates carentes del poder necesario para conservar su espacio boscoso, fueron capaces de adentrarse en la sabana en busca de alimento. Seguramente, los que lo consiguieron, tendrían la característica de tender a tener una postura y unos movimientos más parecidos al hombre actual que a chimpancés y gorilas.

El lograr la postura erguida y el desplazamiento sobre las extremidades hizo posible explorar la peligrosa sabana y obtener allí el alimento. También de transportarlo y consumirlo en zonas más seguras. La mayoría de los animales por el contrario los consumen en el mismo lugar donde los encuentran.
De los siguientes 20 millones de años no tenemos prácticamente nada. En ese periodo parece ser que se produjo la bifurcación de la que provienen los grandes simios y chimpancés por un lado, y por el otro el hombre.

El primer fósil de un individuo que podríamos identificar como homínido fue encontrado en Kenia. Este fósil data de entre 4,5 y 5 millones de años. No está clara su identificación con las especies de Australopitecos
En Etiopía, a su vez se encuentra el fósil más antiguo de un linaje denominado Australopitecos, que significa mono austral.
Esta denominación testimonia los debates existentes sobre el considerar a estos seres como homínidos o como antropoides. Dentro de esta denominación existen varias especies. Hasta el momento se han identificado a seis.
Por los restos, deducimos que vivían en el África oriental,  en un espacio que va desde el actual Sudan hasta Sudáfrica. Eran seres de unos 1,40 metros de estatura. Su capacidad craneal, un 35% menor a la del hombre actual, es similar a la de los grandes simios actuales. Se alimentaban de plantas y hojas.
La bipedación –desplazarse sobre las dos piernas – es característica distintiva de esta estirpe. Esto les permitía recorrer largas distancias y transportar cargas
La mayoría de los restos se encuentran en el periodo que va de los 4 a los 2 millones de años.

 Curiosamente de hace  2 millones de años datan los primeros restos identificados claramente como del género “Homo” o de un homínido. Es casi seguro que este género hunda sus raíces en alguna de las especies de Austrolopicetino. Pero, como se lleva diciendo, debemos ser prudentes con respecto a considerar los pocos restos que tenemos de Austrolopicetinos como “antepasados” cuando solo pueden que sean miembros de una rama evolutiva paralela a la nuestra, y por tanto ya extinguida.

 Homínidos

Dentro del género Homo volvemos a encontrar ejemplares que nos dan a entender que hubo varias especies.
A estos primeros miembros a veces se les ha distinguido con el nombre de “Homo habilis” debido a que junto a sus restos se han encontrado herramientas rudimentarias.
Más que una definición de especie, el nombre se refiere a la capacidad de fabricar herramientas y útiles. Se considera que esta es una característica humana, aunque haya casos de animales que se sirven de cosas.
Estos primeros restos de restos y útiles, encontrados en Etiopía, datan de hace unos 2,5 millones de años. Los útiles consisten en piedras toscamente talladas con una parte cortante.

En la garganta del río Olduvai, en Tanzania, en un yacimiento, se encontraron vestigios de lo que pudo haber sido un cortavientos de piedras, así como restos de huesos aplastados para sacar el tuétano y comerlos crudos. A estos vestigios se les atribuye unos 1,9 millones de años de antigüedad. No tenemos ninguna certeza de que así fuese, pero  este escenario apunta a la idea de hogar o refugio. –recordemos: Solo es una especulación- Al contrario que el resto de los primates, el ser humano es el único que no se alimenta en el mismo lugar donde encontró sus alimentos y solamente si tiene apetencia, si no que los transporta a un lugar seguro, donde también puede reposar.

Homo Erectus

Como ya se señalo, dentro del género Homo ha habido varias especies. La mayor profusión de restos de una en concreto nos indica su florecimiento.
Los Austrolopitecinos abarcaban, con respecto a los homínidos,  una porción menor de territorio en el que se daba un número mayor de especies conocidas. Su dieta es limitada a vegetales, lo que las hace más dependientes del medio. Las expansiones y retrocesos de la masa boscosa, dependiendo del clima, pudieron haber facilitado el aislamiento y por tanto la mayor especiación.

En los homínidos, por el contrario, aunque veces nos sorprende la aparición de algún resto aislado de difícil clasificación, existen especies que florecieron y se expandieron con éxito.

Vamos a hablar aquí de una de esas especies exitosas: El Homo erectus. Sus restos abarcan un periodo que va  desde los 1,5 millones de años hasta los 500.000 millones de años ¡Esta especie existió en un periodo mucho mayor que el que lleva la nuestra sobre la tierra!
Al describir sus rasgos, vamos a ver como se han ido consolidado, a lo largo de millones de años, las características que nos hacen ser hoy como somos. Estas características nos han hecho más independientes de la genética, la selección natural y del medio. Veamos pues:

-La principal característica es haber duplicado el tamaño del cerebro con respecto al Austrolopitecos. Esto supondría una mayor inteligencia pues el tamaño del cerebro parece ir relacionado con la capacidad intelectual.

-Un mayor cerebro supone un cráneo más grande. Esto implica la consolidación de la postura erguida que le da nombre a la especie: Homo erectus.

-El tamaño del cráneo requiere cambios en la pelvis de la hembra para permitir el nacimiento de crías con la cabeza más grande.

También implica un periodo más prolongado de crecimiento tras el nacimiento, pues la hembra no es capaz de proporcionar un espacio prenatal hasta la madurez. Esto va a suponer que los jóvenes han de ser mantenidos por el grupo.
Al contrario de otros mamíferos que teniendo grandes camadas aseguran la posibilidad de que queden supervivientes; en el hombre esto se sustituye por los cuidados.
De aquí puede provenir la diferenciación de roles: La mujer queda inmovilizada por la maternidad y el cuidado de las crías. Los machos serian impulsados a una labor cooperativa para obtener mejores resultados en la caza y recolección.
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-La pérdida del estro por los homínidos hembras: El ser humano es el único ser en el que la restricción  del atractivo y la receptividad de la hembra a periodos en que está en celo ha desaparecido. Esto va relacionado con la prolongación de la infancia, pues hubiera supuesto dejar a las crías al abandono mientras duraba el celo.
Tuvo también unas repercusiones radicales: El aumento del atractivo y la receptividad de las hembras para el macho hace que prime la elección individual. Se establece pues la base de la pareja que apunta hacia otra unidad estable: La familia, institución exclusiva del género humano.

-Está probado que el Homo erectus utilizo el fuego -aunque no sabía producirlo-. Esto supuso una ventaja frente al medio pues le permitió adentrarse en lo frío y lo oscuro. Pudo ocupar cuevas, defenderse de los animales, cocinar haciendo que sustancias antes indigeribles se volviesen comestibles. El congregarse ante el fuego en la noche puede haber ayudado a ser conscientes de ser una comunidad. También pudo implicar  la aparición de una especialización: El encargado del fuego.

-La Caza. Su origen pudo estar en el carroñeo. La carne proporcionaba proteínas concentradas y supone tener una mayor fuente de alientos. La dependencia de la caza implica seguir a los animales. Las condiciones climáticas hacen que los grupos de animales se desplacen. El hombre al seguirlos explorara  y se establecerá en nuevos entornos.

-Los conocimientos que se van adquiriendo por la experiencia se van transmitiendo (por ejemplo técnicas y estrategias de caza). Esto supone que el aprendizaje va sustituyendo a las modificaciones genéticas. El no ser el más apto genéticamente para un entorno queda compensado con los conocimientos adquiridos y transmitidos, así como por la protección del grupo. Los más ancianos (la esperanza de vida no pasaba de los 40 años) se valoran como depositarios de estos conocimientos y experiencias. La infancia pasa a ser un periodo de asimilación de estos conocimientos. Todo esto implicaría el uso del lenguaje aunque fuera a un nivel más rudimentario que el nuestro.

En fin estas características, desarrolladas a lo largo de millones de años, hicieron que esta especie saliese de su entorno africano original y se expandieran por Europa y Asia. Las capacidades descritas les aseguraron una mayor capacidad de adaptación al medio. Testimonios de  todo esto, aparte de los restos mortales encontrados, son las características “hachas de mano” -denominadas así por su forma-  que servían para descuartizar animales.

En la siguiente parte vamos a ver algunas de las líneas de evolución de este homínido, sobre todo las que se dieron en el entorno europeo. De todas ellas, tanto las conocidas como las que se ignoran, solo sobrevive una hoy: El Homo Sapiens, o sea NOSOTROS.

Continuará...

lunes, 28 de septiembre de 2015

EL TRABAJO COMO IMPUESTO


Para introducir este artículo, y antes de hacer mis propuestas, no encuentro mejores palabras que las del Santo Padre Francisco en su encíclica “Laudato Si” y que paso a transcribir:

“128. Estamos llamados al trabajo desde nuestra creación. No debe buscarse que el progreso tecnológico reemplace cada vez más el trabajo humano, con lo cual la humanidad se dañaría a sí misma.
El trabajo es una necesidad, parte del sentido de la vida en esta tierra, camino de maduración, de desarrollo humano y de realización personal.
En este sentido, ayudar a los pobres debe ser siempre una solución provisoria para resolver urgencias.
El gran objetivo debería ser siempre una vida digna a través del trabajo.”

En resumen el trabajo no se reduce a una mera actividad económica, sino que tiene también una función de realización personal y de integración en la sociedad.
A esto último, Francisco, lo denomina “Capital social”, explicando a continuación que con esta denominación se refiere a las relaciones de confianza, fiabilidad y respeto de las normas que son indispensables en toda convivencia civil.
En este punto, Francisco nos habla del hecho de que para obtener una mayor productividad –y por tanto rentabilidad- se haga a costa de eliminar puestos de trabajo.
El primar la rentabilidad produce un desgaste sobre el “capital social”.
El tener el modo de ganarse dignamente la vida, evitará el tener que recurrir a modos más dañinos tales como la delincuencia.
El trabajo facilita las interrelaciones personales y hace que uno se sienta útil. Es factor de estabilidad psicológica
El trabajo facilita la formación de familias y ayuda a su estabilidad. La familia es básica, pues aparte de su papel procreador, es un “colchón” que evita situaciones de exclusión, desarraigo y precariedad.
Economía y sociedad están vinculadas. Si no existen consumidores, esto terminará repercutiendo en las empresas.
Por tanto el trabajo no es un mero factor más de la producción. Como se ha señalado al inicio de este articulo, tiene una función humanizadora y socializadora. Si el fruto de estas funciones falta, la economía se verá afectada.
Podemos constatar el alto coste social del desempleo, no solo en prestaciones, sino también en cuestiones colaterales tales como impagos, inseguridad, etc.

Hoy en día se ha creado una corriente de sensibilidad en cuestiones como el medio ambiente. Fruto de ello: por un lado se ha obligado legalmente a las empresas a compensar la contaminación que producen ya sea mediante el pago de impuestos, ya sea mediante la obligación de tomar medidas correctoras; por otro las mismas empresas han venido a desarrollar lo que se llama “responsabilidad social corporativa” por la cual dedican un pequeño porcentaje de su beneficio a financiar programas de tipo cultural y social.

Las nuevas tecnologías, sobre todo el uso de Internet, han incrementado enormemente la productividad, hasta el punto que se puede desarrollar una tarea con mayor eficacia pero con menos personal.
Es cierto que estas nuevas tecnologías han generado otro tipo de empleos. ¿Es mayor lo perdido que lo ganado? Los niveles de desempleo y la evolución de las plantillas parecen dar la razón a lo primero.
Lo que se plantea aquí es otro modo de contribuir al bien común, que sería poner un límite a la automatización (al menos mientras no aparezcan otros yacimientos de empleo que absorban la demanda de trabajo). La idea seria de que las empresas mantuviesen un pequeño porcentaje de su producción por métodos más tradicionales pero que permitan un nivel de empleo mayor.
Sería algo así como un impuesto pagado en puestos de trabajo. Hoy existen actividades (líneas de transporte deficitarias) que aunque no reportan rentabilidad se mantienen por su interés social. También sería factible la subvención o bonificación en razón a los puestos creados por este sistema.

Por otro lado, pero en la línea de lo propuesto por el papa Francisco, pienso que toda prestación por desempleo debiera ir asociada a algún tipo de trabajo en ámbitos que no sean del interés de la iniciativa privada tales como trabajos en beneficio de la comunidad. A cambio se podría alargar el periodo de cobro.

Entiendo que estas propuestas tienen algo de utópico. A mí también me parece utópico que, - por supuesto exceptuando casos de jubilación o enfermedad- se reciba una renta ciudadana sin más. Pienso que, aparte de inviable desde un punto de vista económico, no creo que vaya a ayudar mucho a mejorar a la sociedad. Ahí tenemos el ejemplo del Imperio romano…

viernes, 25 de septiembre de 2015

LOS ORIGENES DEL HOMBRE-III

Del origen del universo al origen del hombre

El origen del universo

Se estima que la edad del universo es de unos 13.800 millones de años. Antes de continuar, para quien desee profundizar en estas cuestiones, recomendar la excelente calidad divulgativa del sacerdote y astrofísico Manuel Carreira. Al final adjunto reseña bibliográfica que acredita su competencia en estas cuestiones.
En las páginas web especializadas en contenidos audiovisuales ivoox.com y youtube.com, a través del buscador, encontraremos sus interesantes conferencias.
Basándonos en sus explicaciones, vamos a explicar someramente las razones por las que se le da esta edad al universo.
La teoría sobre el origen del universo que hoy en día cuenta con más aceptación es la conocida como la “Teoría del Bing Bang”. Hasta el momento se han podido verificar que se cumplen los parámetros establecidos teóricamente, aunque es evidente que eso no implica una certeza al 100%.
El sacerdote belga George Lemaître, basándose en la teoría de la relatividad de Einstein, fue el primero que propuso esta teoría. La teoría de Einstein explicaba que las galaxias se alejaban entre ellas; Lemaìtre
dedujo que esa expansión habría partido de un origen.
Edwin Hubble constató este alejamiento de las galaxias analizando el corrimiento hacia el rojo –color de longitud de onda más larga- y comprobó que la velocidad de alejamiento –con respecto a la Tierra- es proporcional a la distancia.
Esta expansión no es indefinida. Llegado un momento podría suceder el fenómeno contrario. Pero según las observaciones parece que por el momento esta expansión continúa.
Esto es porque el universo está gobernado por cuatro fuerzas: Interacción nuclear fuerte, interacción nuclear débil, interacción magnética e interacción gravitacional. Recordemos las leyes de Newton: los cuerpos se atraen de modo directamente proporcional a su masa e inversamente proporcional a la distancia que los separa. Como vamos a ver a lo largo de la exposición, cuando deja de predominar una fuerza lo hace otra. Citemos como ejemplo el caso de una estrella como el Sol. Como explicaremos más adelante, el Sol es algo así como una gran estufa donde se va consumiendo hidrógeno; al final de su vida será un cuerpo del tamaño de la Tierra pero con una densidad muchísimo mayor. Eso cambiará el equilibrio del sistema solar.

La formulación teórica establecía que como resultado del “big bang”, hoy debería existir una radiación residual en todo el universo. En 1965 Arno Penzias y Robert Wilson, mientras desarrollaban una serie de observaciones de diagnostico con un receptor de microondas de los laboratorios BELL, descubrieron esta radiación residual proveniente de esos primeros momentos del universo, y que la formulación teórica había establecido. Por este descubrimiento recibieron el premio Nobel

Una vez vistos los principales hitos que han hecho que, hoy por hoy, sea la teoría más aceptada, vamos a explicar el proceso según esta:
Einstein demostró que materia y energía están relacionadas y que se una puede transformarse en otra y viceversa.
Llegamos al origen del universo. Al primer momento. No podemos decir nada sobre que había antes. El Padre Manuel Carreira nos dice: “No había antes” El tiempo se considera junto con el espacio un componente del universo. Por tanto sin universo no hay tiempo.
En ese primer momento todo lo que después sería el universo era un pequeño volumen de energía en un estado de alta densidad y a una altísima temperatura.
En un segundo momento se produjo una expansión. Esta expansión hizo que la temperatura fuese descendiendo progresivamente. El descenso de la temperatura hizo que se produjese un proceso, que podríamos comparar -para hacernos una idea- a la condensación del agua. Según bajaba la temperatura las fuerzas gravitacionales (con la que se atraen todos los cuerpos del universo entre si y cuyo resultado es el equilibrio que observamos en el universo) hicieron que esta energía, cada vez más dispersa, se reagrupase en “corpúsculos” que mantenían entre sí la distancia que obligaba la gravedad. El resultado fue la aparición de partículas más elementales que conocemos: protones y neutrones, etc. Lo siguiente que pasó según descendía la temperatura fue la síntesis de los primeros elementos: hidrógeno y helio. Estos elementos son los más abundantes del universo.

Las estrellas están compuestas por estos gases. En ellas se producen una serie de reacciones nucleares en las que se va consumiendo el hidrógeno, hasta terminar siendo un pequeño cuerpo de alta densidad rodeado de una corona de otros gases (Esto es válido para una estrella del tamaño del Sol, en estrellas más grandes o pequeñas el comportamiento es otro) Las estrellas se clasifican según su temperatura en una escala que va del azul (mayor temperatura) al rojo.
Dentro de esta clasificación tenemos las “azules gigantes”. Estas estrellas tienen una vida corta. Su vida acaba en una gran explosión en la cual las partículas que más se alejan se sintetizan en materiales más pesados tales como el hierro, oro, etc. Es decir los metales preciosos, tan codiciados, son cenizas de estrella. Como veremos en el apartado siguiente, la ordenación de todos estos elementos estará en el origen de nuestro planeta.

Antes de pasar al siguiente apartado y visto, que con lo expuesto hasta ahora, su compresión va a ser más sencilla vamos a hablar algo más sobre la radiación residual.
En primer lugar vamos a ver que es la radiación:
El primer estadio de los elementos es el átomo, que como se sabe, se compone de un núcleo formado protones y neutrones en torno al cual giran electrones.
Los elementos con capas electrónicas más inestables tienden a perder o ganar electrones. La corriente eléctrica es una transmisión constante de electrones.
Se dedujo que en el proceso de “expansión primigenia o big bang”, al aparecer elementos con estructuras atómicas más completas, quedaron electrones libres que es posible encontrar por todo el universo y que producen esta radiación denominada residual. Para entenderlo mejor citaremos el símil que utiliza el Padre Carreira: “Son los restos de la hoguera”.
De los datos que se deducen de estos fenómenos se ha podido calcular la antigüedad de nuestro universo.


El origen de la Tierra

Si observamos nuestra galaxia, vemos en el centro una zona más densa en estrellas, donde los materiales predominantes son hidrógeno y helio. Imaginemos las reacciones nucleares en esa zona…
Es pues en la periferia de la galaxia donde se dan las condiciones para un planeta habitable.

Hace unos 5000 millones de años, la explosión de una supernova (estrella gigante) comprime una nube de material disperso ya existente –proveniente de explosiones de antiguas estrellas- y lo pone en rotación.
En el centro quedan hidrógeno y helio, dando lugar al Sol. Los materiales más pesados, tales como hierro, quedan en órbitas más cercanas, formándose los planetas: mercurio, Venus, La Tierra y Marte. Los planetas más lejanos: Júpiter, Saturno, Urano y Plutón suelen tener materiales menos pesados.
La Tierra sería en su origen un planeta con un núcleo de hierro –no exclusivamente-, sin atmósfera y sin actividad tectónica. Sería pues, similar a como es hoy la Luna.

¿Qué sucedió para que La Tierra fuera lo que hoy conocemos?
La explicación, que nos da el Padre Manuel Carreira, es que un cuerpo (Gran cometa, planeta, gran asteroide, etc. con un núcleo con un alto porcentaje de hierro) chocó contra La Tierra.
Tras el choque este objeto se escindió. Una parte quedó orbitando en torno de la Tierra naciendo así la luna.
El resto se fundió con la Tierra, adquiriendo ésta una densidad mayor de la que le correspondería por su órbita. El núcleo aumentó su temperatura. Quedando la parte exterior como flotando sobre ese núcleo líquido con un alto porcentaje de hierro. Aparece pues la actividad tectónica. Esta mayor densidad permitirá retener los materiales expulsados por los volcanes, iniciándose el proceso que dará lugar a la formación de la atmósfera.
Esta nueva situación va a ser la base para que se den las condiciones favorables para que surja la vida.
Los datos sobre sedimentos sugieren que La Tierra tenía una atmósfera muy diferente a la actual en la que predominarían gases como nitrógeno, vapor de agua y dióxido de carbono. Estos gases provendrían tanto de la actividad tectónica como de objetos provenientes del espacio, -es el caso del agua, proveniente de cometas que se estrellarían contra la Tierra.
El choque con este objeto celeste ha supuesto pues para La Tierra el incremento de masa suficiente para retener estos gases y tener una atmósfera. Estos gases al hacer rebotar las radiaciones solares crean un efecto invernadero, manteniendo la temperatura terrestre en unos 17º. El agua podrá así estar en los tres estados. (En los cometas viajaba en forma de témpanos) Los volcanes, más que el hombre, son los principales responsables del efecto invernadero.
La mayor cantidad de hierro de la Tierra hace que esta genere un campo magnético que hace que cuerpos que estarían bombardeando constantemente a la tierra sean dirigidos a los polos originando las auroras boreales.


El origen de la vida

Una característica propia de un ser vivo es que toma del exterior de sí fuentes de alimento, pero sin que esto suponga alteración de su ser. La primigenia forma de vida fue una célula. En ese estadio primigenio de la vida, solo un medio líquido hace posible el poderse alimentarse; un medio sólido tiene una estructura muy estable que no lo permite. Un gas no tiene estructura solo moléculas. Solo al aparecer seres más complejos, aparecieron organismos capaces de sintetizar materia sólida, extrayendo el alimento.
He aquí el primer componente para que surja la vida: Un medio líquido.
En segundo lugar se necesita una estructura molecular que sea estable en lo esencial, pero que sea flexible a la hora de modificar la información genética, solo el carbono puede hacerlo.

Ya tenemos los elementos necesarios para que surja la vida: Los elementos que componen la célula –entre los que el carbono ocupa un papel primordial-; un medio líquido: El agua. No olvidemos que esto se desarrolla en el contexto de la atmósfera primitiva. Es el escenario en que nació la vida. Es lo que se ha dado en llamar “La Charca Primitiva” ¿Cómo fue el proceso? No se sabe nada. Se han creado estas condiciones en un laboratorio, pero en ningún caso se ha obtenido ningún ser vivo.
Añadimos un ejemplo con el que el padre Carreira ilustra esta explicación: “En un huevo esta todo lo necesario para hacer un pollito. Rompa el huevo y deje todos esos elementos en un medio líquido, y espere….

Así pues, nos hallamos ante otro de los misterios. Intuimos el entorno, pero no sabemos cómo surgió la vida. Solo sabemos que surgió. Por otra parte la similitud en la estructura celular de todos los seres vivos, han hecho pensar en un único origen, algo así como una célula primigenia.
Hace, pues, unos 3700 millones de años aparecen las primeras células cuyo alimento es materia orgánica. Estas tendrían la posibilidad de generar otras con las mismas características.
Con toda probabilidad, como consecuencia de una mutación, pasan a adoptar la luz solar como fuente de energía (algo parecido a la fotosíntesis) Este proceso consume grandes cantidades de CO2 y agua. El resultado es la producción de moléculas ricas en carbohidratos como alimento y oxígeno como desecho. Al incrementarse el oxígeno se irá poco a poco configurando la actual atmósfera formada por oxígeno, nitrógeno, argón y dióxido de carbono.
La interacción del oxígeno con las radiaciones ultravioletas provenientes del sol da lugar al ozono estratosférico que filtra las radiaciones ultravioletas perjudiciales para los seres vivos.
Si no fuera así, estas radiaciones harían muy difícil la vida en la tierra. Todo esto, se calcula, sucedería hace unos 3000 millones de años.

No se sabe cómo fue: Si por parasitación, o porque las células grandes intentaban digerir a las de menor tamaño, pero al no conseguirlo, la menor seguía desarrollándose en el interior de la otra. La cuestión es que se hicieron interdependientes.
Es posible que hubiese “colonias” de células. La cuestión es que esta primitiva forma de vida fue adquiriendo complejidad. Las primeras formas vegetales en aparecer fueron, probablemente, las algas verdes hace unos 900 millones de años.
Otra forma de evolución celular fue hacia formas simples del reino animal tales como las esponjas.
El aumento de complejidad en los seres hizo que cada tipo de células –en sus orígenes organismos más autónomos- se fuera especializando en una función concreta dentro del nuevo ser en el que se integraban.
Hace 500 millones de años aparecieron los primeros peces; por esa mismas época empezarían las primeras formas de vida terrestre en forma de hongos.
Al ir avanzando en el camino que va desde los orígenes de la vida hasta nosotros, debemos tener en cuenta que las condiciones en que se desarrollaba esta no siempre han sido las mismas. Cambios en el clima que han ido desde glaciaciones a climas cálidos, junto a la actividad tectónica, han hecho que se produjeran grandes extinciones de especies que durante un tiempo fueron florecientes y de las cuales solo nos queda el testimonio de los fósiles. Estos cambios a su vez contribuyeron a que aparecieran nuevas formas de adaptación a los mismos.
Mecanismos como la hoja caduca, hibernación, semillas, etc. son modos de adaptación al entorno.
Es probable que la necesidad de buscar alimento, o la necesidad de sobrevivir en aguas someras hiciese desarrollar la respiración fuera del agua.
El siguiente paso importante, fue en los animales el desarrollo de una estructura ósea.
El siguiente gran hito fue la era de los grandes dinosaurios. Estos seres vivieron entre 240 y 150 millones de años. Es decir: ¡más de 100 millones de años! Para ser conscientes de la magnitud de este periodo, decir que los homínidos llevan menos de 2 millones de años sobre la Tierra. Se supone que durante este periodo el clima debió ser benigno; pues se necesitaría una gran cantidad de materia vegetal para sostener a aquellos seres.
El Padre Carreira nos dice que la caída de un meteorito de 10km de diámetro en la península de Yucatán en México - Hoy podemos ver allí el inmenso cráter, fruto del impacto- liberó grandes cantidades de polvo a la atmósfera, que dificultaron la fotosíntesis. La disminución del alimento afecto a los animales más grandes.

Decir que con respecto esta cuestión de la desaparición de los dinosaurios, así como de otras cuestiones tratadas en el capítulo, al solo guiarnos por los indicios y testimonios, estas cuestiones continúan en abierta discusión, dándose variedad de opiniones. Realmente, LA VERDAD ha sido lo que ha sido, pero lo que sucedió realmente solo Dios lo sabe. Solo tenemos los mudos testigos de lo que fue. En una palabra tenemos piezas de un puzle, pero no conocemos lo que representa el puzle.
Siguiendo el criterio del Padre Carreira, decir que este impacto supuso la desaparición de estos grandes saurios. Aves, cocodrilos y varanos es todo lo que queda de ellos.

Sobrevivieron los mamíferos, que en la era de los dinosaurios no debían ser más grandes que una musaraña. Tras el clima benigno que presuponemos domino en la era de los dinosaurios; La era de los mamíferos, que llega hasta nuestros días, ha sido una sucesión de períodos glaciares con intervalos templados. Es fácil deducir que los mamíferos estaban mejor adaptados a estas nuevas condiciones. Por eso se desarrollaron en una rápida diversificación. Así, unos retornan al mar (ballenas); de entre los terrestres tenemos la gran variedad de herbívoros, carnívoros, roedores, etc.
Mientras unos mamíferos optan por vivir en el suelo; otros optan por vivir en los árboles, obteniendo de ahí su alimento. En estos últimos se irá adaptando su cuerpo a este nuevo medio. En esta adaptación está el
germen de lo que será el hombre. Pero esto será materia del próximo capítulo.

A continuación, tal como se dijo, damos la reseña bibliográfica del Padre Manuel Carreira, tal como figura en la enciclopedia virtual Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Manuel_Carreira

Manuel María Carreira Vérez S.J. (Valdoviño, España; 1931) es un sacerdote jesuita, teólogo, filósofo y astrofísico español; miembro del Observatorio Vaticano, a cuya junta directiva perteneció durante quince años. Ha sido asesor y colaborador en varios proyectos de la NASA y durante más de treinta años ha impartido clases en distintas universidades como la John Carroll University o la Universidad Pontificia de Comillas. En 1999 la Junta de Galicia le otorgó la Medalla Castelao.
Biografía
Manuel Carreira creció en Villalba e ingresó en la Compañía de Jesús en 1948. Estudió Lenguas clásicas en la Universidad de Salamanca y Filosofía en la Universidad de Comillas. En 1957 fue enviado a Estados Unidos para continuar con sus estudios, donde se licenció en Teología en la Universidad Loyola Chicago y posteriormente, tras ordenarse sacerdote en 1960, obtuvo un máster en Física en la universidad John Carroll de Cleveland, en 1966; con un trabajo sobre el efecto del láser en líquidos.
Se doctoró en la Universidad Católica de América, con una tesis sobre rayos cósmicos dirigida por Clyde Cowan, físico descubridor del neutrino. Durante su estancia en los Estados Unidos, ejerció como sacerdote en varias parroquias.
Carreira es un defensor de la compatibilidad entre ciencia y fe, campos que en su opinión no han sido nunca opuestos ni podrán serlo, a pesar de que hay «una especie de obsesión» en hacer ver lo contrario. Considera que ambas son dos maneras parciales de conocer la realidad que deben complementarse entre sí, ya que ni la ciencia puede decir directamente nada de teología, ni la fe responder a cuestiones materiales.

                                                                                                                       Continuara...

lunes, 20 de julio de 2015

LOS ORIGENES DEL HOMBRE-II

NOCIONES PREVIAS

Para ayudarnos a comprender - al menos hacernos una idea-  lo que ha podido ser el origen del hombre a la luz de los descubrimientos actuales, no perdiendo de vista, como se dijo, la inmensidad de lo que se desconoce frente a la gota de lo que sabemos, vamos a explicar algunos términos cuya comprensión nos ayudara a comprender como pudieron haber sido los orígenes del hombre.
El análisis del material genético de los pocos restos conocidos está contribuyendo a aportar nueva información sobre nuestros orígenes. Así pues, lo que en un principio era objeto exclusivo de la paleontología, está cada vez más estrechamente relacionado con la genética y la biología.
Como profano en estos campos, daré unas definiciones elementales pero suficientes.

Paleontología

Este término, de origen griego, lo podemos traducir como “ciencia del ser antiguo”. El término “ser” nos indica que abarca todo tipo se ser ya sea vegetal, animal o humano. Hasta bien entrado el siglo XX, esta disciplina, íntimamente relacionada con la geología, era la única fuente de conocimiento del pasado del planeta.
Los restos encontrados eran mudos testigos de lo que aconteció, pero no ayudaban a desentrañar el “como”.
En este marco, fruto de la observación, acontecen los descubrimientos de Méndel y las teorías de Darwin.
Este último, fruto de sus observaciones en las islas Galápagos, deduce su famosa teoría de que los miembros mejor adaptados al medio, al tener más posibilidades de supervivencia, transmiten con más intensidad sus mejores características que los peor dotados.
 (Ej. Un pico más alargado) Con el tiempo la característica mejorada va siendo la predominante. Esta teoría tuvo una gran repercusión en su momento. Pero esta teoría aunque explique la mejora de la adaptación de una especie al medio, no explica cómo se produce el cambio de una especie a otra. Lo iremos explicando… pero antes vamos a dejar claro otro concepto: La Especie.

Especie

En términos biológicos, es la unidad básica de clasificación, refiriéndose al conjunto de organismos o poblaciones naturales capaces de entrecruzarse y producir descendencia fértil. Esto generalmente no pueden hacerlo con miembros de otras especies.
Unas veces se corresponde el nombre común de plantas y animales con su especie (Ej. León) pero no siempre es así ya que el nombre común puede hacer referencia a diferentes especies del mismo género. (Ej. Pato-pato domestico)
Por esto se utiliza una nomenclatura bínomial. Cada especie queda definida por dos palabras: la primera se refiere al género y la segunda a la especie concreta.

Categorías superiores a la especie

El género es la categoría taxonómica inmediatamente superior a la especie. Se define como el grupo de organismos que pueden dividirse en varias especies. Para su definición se utilizan características tales como: monofilia, ser razonablemente compacto, singularidad basada en criterios evolutivos relevantes, etc.
Categorías superiores a estas son la familia que suele estar reflejada en el radical del primer término de la denominación de cada especie (Ej. Homínidos hom-o sapiens) Por encima estaría el orden –en nuestro caso de los Primates- dentro de la clase de los mamíferos en el reino animal.

Especiación

Puede darse en caso de que un grupo de individuos de la misma especie se separe y quede aislado del resto. Este grupo podría llegar a alcanzar un nivel de diferenciación genética diferente hasta el punto de devenir en una nueva especie.

Hibridación

En biología, se refiere al proceso de mezclar diferentes especies o variedades para crear un híbrido.
Esta definición parece contradecirse con la dada para el término “especie”.
La distinción está en que aunque entre miembros de distintas especies puedan tener descendencia, esta suele ser estéril. Un caso habitual de hibridación es el mulo, híbrido de burro y yegua. El hombre explota estas peculiaridades ya que al combinar las peculiaridades de ambos el mulo es más resistente.

La aportación de la biología molecular

En 1940 se identifica el ácido desoxirribonucleico (ADN) como el principio transformador de la información genética. Nace la biología molecular.
El origen de la mayoría de características hereditarias puede ser trazado hasta entidades persistentes llamadas Genes, codificadas en moléculas lineales de ADN del núcleo de la célula. Haciendo un símil con un tren la información está distribuida en secuencias (vagones) separados por bases nitrogenadas del ADN.
Haciendo otro símil, el ADN es el almacén de instrucciones. Estas son “copiadas” por otro ácido: El ARN, y enviadas fuera del núcleo de la célula a donde se ejecutan los procesos.

 Evolución-Mutación

El cambio en la herencia genética, transmitida por el ADN, determina la diversidad de la vida.
Las teorías actuales combinan las propuestas de Darwin y Méndel con las nuevas aportaciones de la genética. Pasamos a adentrarnos más en estos conceptos:

-Razón biológica de la evolución
Hoy en día se asume que todos los seres vivos descienden de un ancestro común, puesto que es imposible que dos o más linajes separados hubiesen desarrollado de un modo independiente la multitud de complejos bioquímicos que les son comunes. Actualmente los fósiles más primitivos corresponden a bacterias.

-Mutación
Ya hemos explicado el papel del ADN –descubierto en 1940- como “almacén” de toda la información genética que dará lugar a un único individuo.
Ya se dijo que la teoría de la evolución no acababa de explicar cómo se producía el cambio de una especie a otra. La explicación nos va a venir por este concepto: La mutación.
La mutación es un cambio permanente y transmisible de material genético producido por algo que podríamos llamar “errores de copia” durante la división celular.
La exposición a radiación y la acción de virus aumentan las posibilidades de que se den estas. El cáncer, por ejemplo, es producto de una mutación.
Las mutaciones son constantes, pudiendo ser benignas o perjudiciales.
Una mayor tasa (frecuencia) de mutación puede suponer una mayor capacidad de adaptación, aunque también podría ser perjudicial. Las mutaciones se heredan.

-Deriva genética: Este concepto relativiza el de selección natural de Darwin. Podría darse el caso de que ante una adversidad los sobrevivientes no fueran los miembros mejor adaptados: Estos serian, pues, quienes perpetuarían su material genético.

-Migración: Un grupo de individuos puede alejarse y quedar aislado del resto de miembros de su especie. Con el tiempo los cambios genéticos podrían llegar hasta el extremo de dar lugar a una nueva especie.

-Flujo genético: Al contrario que en la migración, se refiere a la transmisión de unos genes a una población en la que antes no existían por individuos de otras. Un caso típico seria el mestizaje.

El ADN en Paleontología

El ADN almacena el resultado de las mutaciones producidas. Comparando secuencias de ADN, los genetistas pueden interferir la historia genética.
 Eva mitocondrial y Adán cromosómico.
El cromosoma Y es especifico de los varones y su ADN puede rastrearse fácilmente a través de los linajes masculinos. Por su parte el ADN mitocondrial se hereda solo de la madre y por tanto nos sirve para trazar los linajes femeninos.
Secuenciando genomas de varones y hembras respectivamente, tomando como muestras poblaciones alejadas entre sí, se documentan las miles de mutaciones producidas a lo largo del tiempo hasta llegar a las primeras y más antiguas características comunes a todos los grupos.
Estos estudios nos han mostrado que el ancestro más antiguo con cromosoma Y –también conocido como MRCA masculino- apareció entre 120.000 y 156.000 años.
El análisis mitocondrial nos lleva a concluir que el linaje materno se origino entre 99.000 y 148.000 años.
Este análisis ha mostrado asimismo que hace 40.000 años hubo una división en tres linajes.
Estos análisis nos muestran que hubo un primer individuo tanto masculino como femenino del cual se originan estas características comunes a todos los seres humanos actuales. De aquí se sigue que, por analogía con el relato bíblico del Génesis, se les haya denominado Adán Cromosómico y Eva Mitocondrial.
Pero esto no nos debe llevar a pensar que, en analogía con el texto bíblico, todo el género humano descienda de una única pareja; o que descienda de una única mujer. La población humana nunca fue menor de unas decenas de miles de individuos. Por tanto ha habido más mujeres con descendencia viva. Lo que sucedió es que una generación determinada de descendientes solo logro perpetuar su descendencia masculina. Algo parecido sucedió en el caso del otro sexo.

De la conjunción de miembros de ambos grupos desciende todo el género humano actual. Este grupo inicial parece ser se encontraba en África y de ahí se expandió por todo el planeta. Hay polémica en distinguir quien apareció primero: “Adán cromosómico o Eva mitocondrial. Hasta ahora se pensaba fue “Eva” pero los nuevos estudios parecen afirmar lo contrario.

domingo, 19 de abril de 2015

LOS ORIGENES DEL HOMBRE-I

Este árticulo es el primero de una serie sobre esta cuestión que se irán publicando sucesivamente. En la última parte se expondrá la bibliografía y otras fuentes utilizadas.

 HUIR DEL DOGMA


El objeto de este trabajo es dar una idea general sobre los orígenes del hombre, y sus primeros pasos, hasta llegar a lo que ya se considera historia. Para ello, nos hemos servido de las fuentes expuestas al final y que nos dan una idea básica sobre cómo pudo ser este proceso, tomando como base los descubrimientos hechos hasta la actualidad. Ni que decir tiene que nos encontramos ante una materia en la que es más lo que se desconoce que lo que se sabe.
Aunque el encabezamiento pudiera sugerir otra cosa, debo declarar que soy católico practicante, y por tanto, no busco un enfrentamiento entre lo que nos dibuja lo descubierto hasta ahora y lo narrado en la tradición judeo-cristiana, más bien lo contrario.

¿A que me refiero al decir “huir del dogma”?
La palabra dogma, como es sabido, nos refiere a algo definido, exacto e incuestionable. Todos conocemos su uso en materia religiosa para fijar las verdades doctrinales.
Pues en esta materia de los orígenes del hombre, por el contrario, lo primero que hemos de hacer es llenarnos de humildad y tener presente el mar de lo que ignoramos frente a la gota de lo que sabemos.
Este ejemplo nos ayudara a entenderlo:

Se calcula que la vida apareció en la tierra hace 4.650 millones de años. Los dinosaurios existieron durante unos 100 millones de años, se extinguen hace unos 150 millones de años; iniciándose la era de los mamíferos. Hace 2 millones de años aparecen los primeros homínidos. Nuestra especie, el Homo Sapiens, apareció hace unos 150.000 años. La agricultura aparece hace unos 6.000 años.
Para calcular la aparición de cada especie solo tenemos los restos que se van descubriendo. Evidentemente, la mayor abundancia de restos de un mismo tipo en un determinado entorno nos da más certezas; al mismo tiempo se dan casos, en una misma zona que entre los restos de una época y los de una época posterior pasaron miles de años de los que no existe ningún vestigio y por tanto no se se sabe nada.
En una palabra, que sobre el hombre actual solo sabemos con detalle y certeza un 10% de su historia.
Del resto solo tenemos unos restos que nos hacen entrever como pudo ser el proceso, pero no como para explicarlo de forma definitiva.
Otro ejemplo que nos ayudara a entenderlo, es lo relacionado con el conocimiento del universo.
Un hombre que viviera hace 2000 años, por ejemplo, solo contaba con la observación directa. Con los datos de lo observado, su razón sacaba conclusiones y explicaba el mundo. De ahí vienen explicaciones tales como que la tierra era plana, que la vida residía en la sangre –al desangrarse un animal muere- , etc.
Al ir profundizando, se ha ido descubriendo que las cosas eran más complejas de lo que parecían, hasta llegar a encontrarnos con un universo mucho más inmenso de lo que imaginábamos y del cual solo somos una minúscula parte.

Esto no ha supuesto que las explicaciones religiosas queden obsoletas, mas bien, al contrario, nos da noticia de lo grandioso del ser creador, superior a lo que cualquier mente humana pudiera concebir.
Algo parecido sucede con el estudio del origen del hombre. Hasta el siglo XX, se daba por sentada la literalidad de lo narrado en el Génesis.

Hoy en día, fruto de lo descubierto, vemos que el proceso es más complejo y seguramente más impresionante de lo que pudiéramos imaginar. También estos descubrimientos nos ayudan a ver que el propósito que tuvo Dios al inspirar al autor del génesis no fue hacer un tratado científico sobre los orígenes del hombre, si no explicarnos el espíritu o el propósito con que se creó. Por supuesto todo esto narrado por una persona de hace más de 2000 años, condicionado por su mentalidad.
De una cosa podemos estar seguros: El proceso que ha llevado a que hoy existamos ha sido el que ha sido. Luego, existe una verdad, aunque la desconozcamos; Incluso si no nos gusta la podemos rechazar. Pero esa verdad no va a dejar de ser, por que nos opongamos a ella.
La ciencia nos lleva por un lado: La razón. Para la fe solo tenemos la intuición. Pero si es cierto que Dios existe y creo el universo, ambas terminaran convergiendo.

Pero entretanto seamos humildes y sigamos buscando…

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miércoles, 8 de abril de 2015

Domingo, 12 de Abril de 2015 FIESTA DE LA DIVINA MISERICORDIA



                            ¡Hay esperanza!

Al infierno no se va si no se quiere
Tus pecados pueden ser perdonados

                                            ¿Cómo?

 Abriendo las puertas a Cristo

Este domingo, 12 de Abril de 2015, fiesta de la Divina Misericordia es un buen momento.
“Mi misericordia es más grande que todas las miserias de tu alma y las del mundo entero”
“La fiesta de la Misericordia deseo que se celebre solemnemente el primer domingo después de Pascua”
Deseo que este día sea refugio y amparo para todas las almas y especialmente para los pobres pecadores. Este día están abiertas las puertas de mi misericordia.”
“Que ninguno tema acercarse a Mí, aunque sus pecados sean atroces. Aunque hayas hecho algo que sea repugnante para el mundo, Jesús te puede curar.”
“Los más grandes pecadores son quienes tienen más derecho a mi misericordia.”
¿Qué tengo que hacer para aprovechar esta oportunidad?
El alma que en este día se confiese y comulgue obtendrá el perdón total de las culpas y las penas.
Solo tienes que poner una cosa: El anhelo de que Dios cambie tu vida y confiar en que Cristo te esta perdonando y queriendo.
Hiere más a Jesús nuestra falta de confianza en su perdón que el pecado que hayas cometido.

¡Ya ves que poca cosa! Solo tienes que creerlo, confiar en Cristo y ponerlo en práctica. (La confesión se puede hacer unos días antes)

¡Animo, tu vida puede cambiar! No fuiste creado para permanecer en el infierno

(Fragmentos tomados del diario de Sta. Faustina)

domingo, 29 de marzo de 2015

EL SENTIDO DE LA CRUZ

San Pablo dice:
“Nosotros predicamos a Cristo crucificado, escándalo
para los judíos y locura para los paganos” (1Cor 1,23)
Estas palabras expresan la reacción espontanea que
todo hombre experimenta ante la cruz.

¿Qué es la Cruz?
Para el mundo greco-romano la crucifixión era la
forma de muerte más cruel, dolorosa e ignominiosa
pues, al sufrimiento intrínseco se unía la ignominia
de quedar expuesto ante todo el mundo. Era una
forma de muerte reservada a esclavos y pueblos
sometidos. Para el ciudadano romano se usaban otras
formas “menos crueles” tales como la decapitación.
Para una mente judía es inconcebible que el Mesías
pasase por algo así. En Deuteronomio 21, 22 se
declara maldito a aquel que cuelgue de un madero.
En analogía con lo anterior, hoy en día, la cruz hace
referencia a todo sufrimiento, a todo aquello que no
soportamos en nuestra vida y desearíamos quitarlo.
El abanico del sufrimiento es amplio, pues abarca
desde la enfermedad, defectos, precariedades,
personas que no soportamos, sufrir injusticias, etc.
Pues bien, Dios se ha servido de la cruz para llevarnos hacia él.
¡Inconcebible! Todo lo que quitaríamos de nuestra vida, eso lo usa Dios para llevarnos a la vida eterna.
Podemos pensar que Dios es un monstruo que desea hacer sufrir al hombre, pero si no hubiese existido el pecado original, (el obrar el mal) la cruz no hubiera sido necesaria.
La cruz, pues, no es imprescindible, pero en el estado actual del hombre es necesaria.

La prueba de amor
La triste situación del hombre, marcada por su imposibilidad de huir del pecado y sus secuelas, no ha hecho que Dios le abandone; al contrario, Dios en Jesucristo ha compartido el destino de lo más ignominioso de la tierra: Lo que nadie querríamos.
Ahí, Cristo ha intercedido por nosotros, el justo por los pecadores. ¡Se hizo maldito! ¡Que nos podrá apartar del amor de Dios!

La cruz solo es el medio
El paso de Jesús por la cruz no fue un mero solidarizarse con los sufrimientos del hombre. El intercedió por nosotros, experimentando la soledad y el aparente silencio de Dios al exclamar: ¡Dios mío porque me has abandonado!
Pero Dios Padre si escuchó el grito de Jesús y lo Resucito. Lo que era una maldición ha servido para que Dios hecho hombre abriese a todos los hombres la puerta del cielo. Cristo subió al cielo y desde allí intercede por nosotros y nos envía su Santo Espíritu que nos posibilita alcanzar la vida eterna.

La lección de la cruz
De lo que era una de las mayores ignominias del mundo antiguo, Cristo, ha sacado el mayor bien.
Esto nos enseña que nuestros sufrimientos de hoy no son en vano, que tienen un sentido. Que de ese mal, Dios va a sacar bienes. Ahora sufrimos y no comprendemos. En el cielo esa cruz será gloriosa.
Un rabino dijo: “Los sufrimientos son preciosos” Tienen un gran valor, aunque ahora no entendamos….

Como aprovecharnos de la cruz
Un alcohólico, por ejemplo, para poderse curar ha de empezar por reconocer que tiene un problema y que debe dejarse ayudar.
Cristo nos dice que cojamos nuestra cruz y le sigamos. ¿Qué quiere decir esto? Para poder entrar en la redención que nos da Cristo tenemos que hacer un acto de humildad análogo al del ejemplo anterior.
El pecado nos hace infelices; solo Cristo puede curarnos ¡Necesitamos creer en él! Tenemos que mirar “al que traspasaron”. Creer en Cristo implica aceptar las propias cruces sabiendo que él sacara bienes de ellas. Al aceptarlas puede que experimentemos que con Cristo al lado es más fácil llevarlas. Y que al final serán: ¡Gloriosas!