viernes, 17 de febrero de 2017

LA DIVINA MISERICORDIA EN MI ALMA Extractos


De Santa María Faustina Kowalska, religiosa polaca. Muere en 1938 a los 33 años. Canonizada por San Juan Pablo II.


Resumen frases de su libro

Entrega Nº 36 (37 en total)


(Se harán tres entregas mensuales: los días 8, 18 y 28 de cada mes en esta capilla)
adoracionperpetua.bilbao@gmail.com (para más copias, pedir a esta dirección)


N. 1728: Di a los pecadores que ninguno escapará de Mis manos. Si huyen de Mi Corazón misericordioso, caerán en mis manos justas. Les hablo a través de los remordimientos de conciencia, a través de los fracasos y sufrimientos.

N. 1729: Amor mío, porque sé que en el momento de la muerte empezará mi misión. ¡Oh!, cuánto deseo ser librada de este cuerpo. Deseo únicamente lo que sea conforme a Tu santa voluntad.

N. 1730: Me acerqué a Tu corazón misericordioso, del cual nadie ha sido rechazado jamás, aunque haya sido el pecador más grande.

N. 1731: Reza la coronilla que te he enseñado y la tempestad cesará. A través de ella obtendrás todo, si lo que pides está de acuerdo con Mi voluntad.

N. 1739: Escribe, Hija Mía, que para un alma arrepentida soy la misericordia misma. La más grande miseria de un alma no enciende Mi ira, sino que mi Corazón siente una gran misericordia por ella.

N. 1748: Dios acoge siempre con bondad un alma arrepentida.

N. 1751: ¡Oh, Jesús oculto en el Santísimo Sacramento del Altar!, mi único amor y misericordia, Te recomiendo todas las necesidades de mi alma y de mi cuerpo. Tú puedes ayudarme, porque eres la Misericordia Misma; en Ti toda mi esperanza.

N. 1760: En el abandono, en las tinieblas y en diferentes dudas recurre a Mí y a tu director espiritual; él te responderá siempre en Mi nombre.

N. 1760: Justifica siempre dentro de ti la opinión de la Superiora y del confesor. Aléjate de los murmuradores como de la peste.

N. 1760: Cuando el aburrimiento y el desánimo llamen a tu corazón, huye de ti misma y escóndete en Mi Corazón. No tengas miedo de la lucha; a menudo el solo valor atemoriza las tentaciones, y no se atreven a atacarnos…

N. 1760: … Lucha siempre con esta profunda convicción de que Yo estoy a tu lado. No te dejes guiar por el sentimiento, porque él no siempre está en tu poder; todo el mérito está en la voluntad.

N. 1761: Hija Mía, hoy considera mi dolorosa Pasión, toda su inmensidad; medítala como si hubiera sido emprendida exclusivamente por ti.

N. 1762: Pidiendo gracia para las almas agonizantes a fin de que la misericordia de Dios las envuelva en ese importante momento.

N. 1767: Con la oración y el sacrificio salvarás más almas que un misionero sólo a través de predicaciones y sermones.

N. 1767: Has de saber que tu cuerpo y tu alma estarán a menudo en el fuego. Aunque en algunas horas no Me sientas, pero Yo estaré junto a ti. No tengas miedo, Mi gracia estará contigo.

N. 1768: ¿Es mi amor lo que te guía en el amor al prójimo? Has de saber que cualquier cosa buena que hagas a cualquier alma, la acojo como si la hubieras hecho a Mi mismo.

N. 1770: Tú sabes lo que exige el amor; una sola cosa, es decir, la reciprocidad.

N. 1777: Ningún alma que se haya acercado a Mí, se ha retirado sin su consuelo.

N. 1777: Reza, cuanto puedas, por los agonizantes, impetra para ellos la confianza en Mi misericordia, porque son ellos los que más necesitan la confianza; quienes la tienen muy poca...

N. 1777: … Has de saber que la gracia de la salvación eterna de algunas almas en el último momento, dependió de tu oración.

N. 1778: Mi propósito sigue siendo el mismo: la unión con Cristo misericordia.

N. 1779: Hija Mía, que te adornen especialmente tres virtudes: humildad, pureza de intención y amor. Procura vivir en el recogimiento para oír Mi voz que es tan bajita que solo la pueden oír las almas recogidas.

N. 1783: Y en aquel momento dentro de mí recibí la respuesta de Dios de que mil almas habían recibido la gracia a través de la oración que yo había elevado a Dios. No sabemos cuántas almas podemos salvar con nuestras oraciones y sacrificio.