viernes, 4 de agosto de 2023

MÁXIMAS DE SAN JUAN BOSCO Nº 29

 


347 ¡Somos insignificantes! Es conveniente dejar todo en las manos del Señor. Él, que lo permite todo, sabrá destruir los perversos designios de los perseguidores. Entre tanto, recemos y no temamos.

348 Evitad, al oír la Palabra Divina, las sugestiones del demonio, que os engaña diciendo: "esto lo dice por fulano, aquello por zutano".

349 La Divina Providencia se encargará de tomar a su debido tiempo la defensa de los inocentes.

350 Hagamos nosotros todo lo que esté a nuestro alcance y el Padre de la Divina Misericordia suplirá lo que falte.

351 Dios no abandona a ninguno; quien a Él recurre con el corazón limpio del pecado y con la oración bien hecha, obtendrá todo lo que necesite.

352 Contentémonos con poco, dejemos lo bello y lo cómodo, y seremos bien vistos y ayudados por la Divina Providencia

353 Cuando sepamos ahorrar aún el centavo, no desperdiciando sin necesidad o inútilmente, la Divina Providencia estará dispuesta a ayudarnos.

354 Pongámonos en las manos de Dios con toda confianza, recemos y todo saldrá bien.

355 Tengo la siguiente norma para todas mis empresas. Primero busco el bien que redunde a la mayor gloria de Dios y a la salvación de las almas; y luego, sigo adelante con seguridad; el Señor nunca dejará faltar su divina asistencia.

356 Me consta por experiencia que en las dificultades y persecuciones, cuanto más faltan los medios humanos, tanto más ayuda Dios.

357 Si nosotros comenzamos a atesorar y guardar, la Providencia nos vuelve las espaldas.

358 Confío siempre ilimitadamente en la Divina Providencia, que quiere ser respaldada por nuestros esfuerzos.

359 El Señor en las grandes necesidades proporciona grandes ayudas.

360 Me preguntáis ¿Qué hay que hacer para conseguir la ayuda de la Divina Providencia?. Dios mismo lo dice: "Dad y se os dará, la fe sin buenas obras es una cosa muerta".