En hebreo la palabra que define al sacrificio “Korban” proviene del verbo “Lekarev” que significa “Acercar”.
De aquí podemos concluir que los sacrificios nos acercan al Señor.
¿Qué enseñanza podemos aprender de esto?
Los “Korbanot” o sacrificios que se hacían antes de Jesucristo tenían un sentido pedagógico.
Cuando una persona entrega algo que podría ser utilizado para su servicio –en aquellos tiempos un cordero- esta demostrando un acto de entrega.
Por lo general, vivimos pensando que beneficio podemos obtener de nuestros bienes: Como estos pueden servir para engrandecer nuestro ego.
Para poder crecer espiritualmente y salir de nuestro egoísmo, tenemos que educarnos en tomar algo y consagrarlo sin recibir ningún beneficio.
Es un modo de educarnos de que no todo gira en torno a nosotros: No somos el centro del mundo; esto nos hace ser humildes ante el Señor.
Igualmente sucede en nuestra relación con el prójimo. Para acercarnos al otro tenemos que hacer un “Korban” espiritual. Es decir sacrificar parte de nuestro confort y nuestro ego. Tenemos que olvidarnos de nosotros y escuchar al otro.