Si nos damos un vuelta por el viejo
Calatayud; podremos observar en zonas donde se ha hecho algún derribo, que tras
la casa desaparecida, el interior de la manzana descubre otras casas. A estas
casas se accedía a través de pasajes que discurrían desde la casa a pie de
calle. Estos indicios sumados a calles estrechas, fachadas de corta longitud en
muchos casos y a que estas viviendas suelan ser de varias plantas, nos llevan a
concluir que se aprovechaba al máximo el espacio existente.
La razón de todo esto es que la densidad de
población del casco antiguo era muy superior a la actual. La causa originaria
de esta situación era el hecho que la ciudad se hallaba circunscrita al
perímetro amurallado. El espacio era limitado, y si la población aumentaba la
situación podía ser complicada.
Precisamente desde finales del siglo XIX, el
progreso material en todos los órdenes propicio un aumento de población. Los
núcleos urbanos, convertidos en focos industriales atraen población del campo.
En esta época las murallas se derriban, pues ya no sirven a su función
defensiva. Se hacen planes de ensanche, con nuevas vías, amplias y dotadas de
alcantarillado. El Calatayud actual triplica la ciudad histórica, fruto de los
nuevos barrios que “ensancharon” la ciudad. Pero estos barrios datan de la
segunda mitad del siglo XX.
He podido leer que en una vieja guía de Calatayud de 1934,
editada por José María Rubio, se habla de este problema y se hace un amargo
comentario lamentando que no exista ningún plan de ensanche. La citada guía nos
informa de que la población en el núcleo principal era de 15.787 habitantes. El
Calatayud de 1934 era el casco histórico y una incipiente urbanización en el
camino de la estación, ya conocido como Sixto Celorrio.
En 2011 a población es de 20.800
habitantes.
Unos 6000 más que en 1934, pero repartidos en
una superficie tres veces mayor. Estos datos nos vendrán a la memoria al ver el
gran número de edificios y viviendas deshabitados. A su vez el comercio se ha
ido desplazando hacia los nuevos ejes. Así la plaza de España solo es una
sombra de lo que fue.
Una hipótesis que planteo es que puede
que en origen las partes posteriores de las casas fuesen corrales de las mismas.
La presión demográfica y el deseo de obtener
renta hicieron que se aprovechasen estos espacios para crear más viviendas.
La posición social está relacionada con
el modo de ocupar las viviendas. Los propietarios y arrendatarios de cierto nivel
económico ocupaban la vivienda a pie de calle, y dentro de esta las primeras plantas.
Las casas interiores y plantas bajas eran
ocupadas por gente humilde. La calidad de los materiales también va relacionada
con el nivel económico de los ocupantes.
Casa con fachada estrecha a la Rúa de Dato observamos a la derecha
anexos a la casa principal. Existiendo tras un patio otra casa independiente.
En la foto tomada en Plazuela del Sepulcro vemos en la esquina un portón que sirve de acceso a una casa ubicada en el interior de la manzana. Encima del portón se ven los aleros de la casa interior.