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El
alma pequeña en el Sagrado Corazón
Si no os hacéis como niños, no entrareis en el Reino de los Cielos
A imitación del niño que ni prevé, ni se inquieta, ni calcula, dejándolo todo al cuidado de su madre, debes abandonarte y perderte en la providencia de Dios, contentándote con amar mucho, obedecer con sencillez y avanzar sin temor.
¡Por más escabroso que sea el camino, no temas, porque Jesús te llevará entre sus brazos!
Mas para conseguirlo es necesario permanecer pequeños por medio de la sencillez, obediencia y abandono.