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El alma salvada por el Sagrado Corazón
¡Viene a salvar lo que estaba perdido!
¿Has perdido el tesoro de la gracia, el sendero de la rectitud y una voluntad enérgica, con ansia de practicar el bien? Consuélate; aquí está Jesús. Viene a ponerte en el buen camino por su gracia y sus méritos.
Por profundo que sea el abismo de tu miseria y flaqueza: ¡puede y quiere salvarte! Solo te pide la humildad y la confianza y que le digas desde el fondo de tu corazón: ¡Señor ten piedad y misericordia de mi!
No le pongas resistencia y Él te sacará del abismo, para volver a colocarte en su Corazón… Cuando faltes, mira a Jesús y dile: ¡Señor, Misericordia!