Buscando al Señor
San Agustín escribió: “Nos hiciste Señor para ti y nuestro corazón estará inquieto hasta que descanse en ti”
El encuentro íntimo con el Señor puede dar sentido a nuestra vida que muchas veces parece un absurdo lleno de cruces. Solo en el Señor podemos entenderla y ser felices de sabernos amados por él.
El Señor desea encontrarse con nosotros, pero nosotros cambien debemos ponernos en camino. A continuación vamos a trascribir un comentario de Rabí Israel Meir Hakohen-Jafetz Jaim (1838-1933) a este versículo del libro de los proverbios:
“Si la buscas (la Sabiduría) como al dinero y la rastreas como un tesoro; entonces comprenderás el temor del Señor y encontraras el conocimiento de Dios.
Porque el Señor es quien da la sabiduría y de su boca brotan el saber y la prudencia.”
(Proverbios, 2. 4-6)”
Rabí Israel comenta:
“Este versículo nos enseña a comportarnos de acuerdo a la Torá (los 5 primeros libros de la biblia) y los preceptos, tal y como nos comportaríamos en asuntos de negocios. Un mercader no permitirá que el mal tiempo le impida ir a su puesto. Venderá fruta a una persona, después a otra. Aunque gane muy poco con cada uno, no se desanimará. En cambio permanecerá en su puesto esperando impaciente la aparición de más clientes, y cuando estos lleguen estará tan contento que ni notará el frío. Está contento porque cree que eso es lo que lo mantendrá con vida, por más efímera que esa vida sea.
Por otra parte la Torá y los preceptos representan la vida eterna. ¡Con que ansiedad deberá el hombre bregar por conseguirlas! Como está escrito: “Y conoceremos y proseguiremos el conocimiento de El Creador” (Oseas 6,3). Una persona no debe cansarse de este esfuerzo.
Por lo tanto, incluso si alguien a quien has prestado dinero no lo restituye a tiempo, y debes recordárselo dos o tres veces, no debes renunciar al precepto de hacer el bien, es decir conceder préstamos caritativos libres de intereses. Esto puede compararse a un tendero. ¿Acaso cerrará su tienda porque tenga dificultades de cobrar el dinero que la gente le debe?
Sabemos que no puede haber negocios sin crédito, sin impuestos y sin pérdidas ocasionales. Podéis decir que los negocios son diferentes porque aportan ganancias. Y sin embargo, el comerciante tiene la ganancia temporal de este mundo, mientras que la persona que hace préstamos caritativos obtiene la ganancia eterna del Mundo Venidero. A cambio de vuestros actos caritativos recibiréis la posibilidad de una vida eterna junto a Dios.”
Fuente: Comentario al libro de los Proverbios del Jafetz Jaim. Ed. Obelisco.