377 Los limpios de corazón verán a Dios. Por puros de corazón se entiende a los que si por desgracia pecaron, se levantan enseguida.
378 El ocio y la castidad no pueden andar nunca juntos.
379 La verdadera religión no consiste solamente en palabras; hace falta demostrarla con obras.
380 La religión siempre fue considerada como el único sostén de la sociedad humana y de las familias: donde no hay religión no existen ni moralidad ni orden.
381 Se pueden esperar grandes maravillas de quien renuncia a la propia voluntad.
382 Con pequeñas mortificaciones se vencen las pequeñas insidias del demonio.