383 Se podrá hacer economía en cualquier circunstancia, pero a los enfermos provéaseles de cuanto les sea necesario
384 La salud del cuerpo depende de Dios, la salud del alma está en nuestras manos.
385 Creédmelo, mis queridos hijos, os revelo una gran verdad: si observáis buena conducta moral, haréis grandes progresos en el estudio y conservaréis vuestra salud.
386 Para conservar la salud, hay que tomar el suficiente descanso; no trabajar demasiado y no comer fuera de las horas establecidas. Ninguna ocupación por la noche después de la cena, es más, después de las oraciones retirarse enseguida a reposar.
387 La salud es un poderosísimo e indispensable elemento para hacer el bien al prójimo.
388 Después de la gracia de Dios, el más grande tesoro es la salud.
389 Seguid, o mortales, los gloriosos ejemplos de los santos, pues, éstos son el camino que lleva a la gloria, el camino de la felicidad.
390 La Comunión es para hacerse santo y no para los santos.
391 No es la ciencia la que hace los santos, sino la virtud.
392 Las cruces son las que nos conducen a la gloria, las actuales espinas se trocarán en rosas ante vuestros ojos.
393 Sé obediente y serás santo.
394 Jesús te espera en la Iglesia. ¿Por qué no lo visitas a menudo?. Sé apóstol de la Eucaristía.
395 ¿Queremos llegar aun grado muy alto de santidad y conquistar el Paraíso?. Seamos fieles en obedecer aún en las cosas pequeñas.
396 Santifica a los demás santificándote a ti mismo.
397 No hay que hacer consistir la santidad en exterioridades.
