domingo, 15 de junio de 2014

LOS ORÍGENES DE LA MASONERÍA 4ª Parte


LA METAMORFOSIS
 DE LA
 MASONERÍA

Una vez conocido el contexto, vamos a ver como se produce el paso de la masonería operativa a la masonería especulativa.
Al comienzo de la dinastía Estuardo un tenemos una masonería “en transición” -aun fiel a sus orígenes- pero en la que, cada vez mas, se aceptan a miembros no relacionados con la construcción. Estas logias se reúnen en tabernas.
Es posible que Jacobo I perteneciera a alguna de estas logias operativas. Lo cierto es que  van a ser mayoritariamente Jacobitas o pro Estuardo, incluso en el periodo de Cromwell.
No obstante, excepto con Jacobo II, la mayoría de los Estuardo, a pesar de su afinidad católica, nunca dejaron de ser los jefes de la iglesia de Inglaterra y buscaron llegar a entendimientos con el parlamento, teniendo como consecuencia  la marginación de los católicos para cargos de importancia. Esto tendría también su reflejo en las logias donde los sectores no católicos irían ganando peso.

Una prueba de la afinidad de la Masonería operativa con los Estuardo es que la primera iniciación documentada que se conoce es la de Sir Robert Moray, intendente general del ejército,  que regresa a Inglaterra tras la restauración monárquica con Carlos II. Este figurara entre los fundadores de la “Royal Society”, institución científica -aunque siguiendo la mentalidad de su época  se intereso también por el esoterismo- creada por Carlos II y que incluyo a personajes tales como: Locke, Hume, Boyle y Newton. También formarían parte de ella masones tales como Desaguliers y el caballero Ramsay pero ya en el siglo XVIII.


Los trabajos de reconstrucción tras el incendio de Londres de 1666 supusieron el último esplendor de la Masonería operativa, siendo dirigidos por el gran arquitecto sir Cristopher Wer, gran maestre de la Masonería y miembro de la Royal Society.
Los Estuardo –de los que es probable la pertenencia de alguno de ellos a la Masonería en transición- extendieron las logias dentro del ejercito como modo de fidelizar este a su causa.

Como sabemos Jacobo II es expulsado, exiliándose a Francia. Con él, marcharan unidades militares y personas fieles a su persona; y con ellos sus logias.
El historiador Pierre Chevalier ve aquí el origen de la Masonería francesa.
Las logias que quedaron en las islas Británicas eran en principio afines a los Estuardo, pero era lógico que al afianzarse Guillermo III virasen hacia el protestantismo.
En 1714, al morir la reina Ana el parlamento se negó a restablecer a los Estuardo. En su lugar se elegirá a Jorge I de la casa de Hannover.
La nueva dinastía protestante tiene temor a los Estuardo, que hacen todo tipo de maquinaciones para recuperar el poder, contando aun con muchos partidarios en las islas.

En este contexto, en el día de san Juan, el 24 de junio de1717 cuatro logias de Londres, conocidas por el nombre de las tabernas donde se reunían, y en las cuales los masones aceptados eran mayoría crean la Gran Logia de Londres.
El historiador masónico J.R. Clarke nos dice que en el acto fundacional se brindo y se dieron vítores por el nuevo monarca y su dinastía.
El segundo gran maestre, George Payne, ordena recopilar toda la documentación existente en las anteriores logias, creándose una comisión al efecto.
Con el argumento de evitar que cayeran en manos extrañas, muchos de estos manuscritos fueron quemados. Tenemos  historiadores que nos plantean que la intención de fondo bien fuera la de hacer desaparecen documentos que atestiguaban el pasado Cristiano de la masonería.
En el British Museum se conservan dos manuscritos masónicos: “El manuscrito Regio” y el “manuscrito Cooke”. Ambos datados en el siglo XIV. El segundo puede haber inspirado las nuevas constituciones, pues en ambos casos se da la misma disposición, comenzando con un relato de la historia legendaria y pasando  a exponer los deberes de los miembros así como otras reglamentaciones.

La comparación  entre los pocos manuscritos existentes hoy de la Masonería operativa (entre los que se encuentran los dos citados anteriormente) y las Constituciones de la Gran Logia de Londres,   nos constata el golpe de timón  producido. Mientras en los antiguos manuscritos son frecuentes las menciones cristianas, tales como invocaciones a Cristo, a la Virgen María y a los Santos; en las nuevas solo hay una vaga referencia a Dios como “Ser supremo del universo” o “Gran Arquitecto”.
 La conexión con la religión queda reducida a la obligación en creer en la existencia de un ser supremo y de conformar su vida a una serie de valores morales, pero sin vinculación con los postulados de confesión alguna. Así, por ejemplo, el buscar tener una rectitud moral es un trabajo de perfeccionamiento que se ha de hacer por uno mismo para ser mejor persona. Cada masón ha de esforzarse por sí mismo  para autoperfeccionarse.
 La logia se ve como depositada de unos conocimientos solo accesibles para los iniciados en ellas y en muchos casos solo accesibles al ascender de grado.
 Esta viene a ser la visión que hoy nos dan los portavoces masónicos que  aparecen en los medios de comunicación. Suelen  decir que lo que se hace en las logias es un trabajo de perfeccionamiento, pero solo accesible a sus miembros.
El Cristianismo por el contrario es una llamada a responder a la llamada de un Dios personal que desea llevarnos, tras la muerte, a una vida de plenitud. También nos indica lo que nos hará felices en esta vida. Los preceptos morales nos indican lo que nos hará felices.
Frente a la autosuficiencia masónica, el cristianismo nos habla de nuestra incapacidad para cumplir por nosotros solos todos los preceptos morales. Fruto de nuestra libertad es nuestra inclinación al mal; pero Dios no nos deja solos, llego a hacerse hombre en Cristo, experimentando nuestra condición, y para que podamos conseguir la plenitud nos ayuda con su Espíritu Santo que nos inclina al bien. Es un camino de confianza y humildad frente a la autosuficiencia masónica. El Dios Cristiano es alguien que se interesa por nuestra vida; mientras el “Ser Supremo Masónico es un ser ajeno a nuestros problemas.

El primer aristócrata que rige esta nueva Masonería será el duque de Montagu, será seguido por miembros de la realeza y la alta nobleza. Este gran maestre será quien firme las nuevas constituciones en 1723.
Estas constituciones son conocidas como las constituciones de Anderson. Fueron redactadas por Theophile Desaguliers y  James Anderson.
Las breves pinceladas que se van a dar sobre estas personas nos van a decir mucho:
Desaguliers, hijo de un pastor hugonote, se estableció en Inglaterra tras huir de las persecuciones de Luis XIV, estudio en Oxford y se ordeno sacerdote anglicano. Miembro además de la Royal Society. Firma las nuevas constituciones como maestre adjunto.
Anderson era un pastor presbiteriano. En ambos casos eran del partido Whig, partidarios del nuevo monarca y por tanto anticatólicos.
Aclarar que durante el periodo de los Estuardo el parlamento se divide  entre los conservadores o estuardianos conocidos como Toryes, y los liberales -y más afines al protestantismo y a la nueva dinastía- conocidos como Whigs que serán el origen de los grandes partidos británicos. Prácticamente todos los miembros de la nueva Masonería serán de tendencia Whigs. Estan divisones se darán también en el seno de la Royal Society.

 LOS ANTIGUOS
El cambio fue tan radical que no todas logias lo aceptaron. De hecho la Gran Logia de Londres solo será influyente en Londres y Westmister. Frente a ella se crean dos grandes logias basadas en tradiciones antiguas: la de York en 1725, y en 1753 la Gran Logia de los Antiguos y Aceptados Masones.
Esta división subsistirá durante todo el siglo XVIII. La logia de York desaparecerá, aunque sus rituales permanecen en la Masonería de los Estados Unidos.
Finalmente en 1813 se fusionara la Logia de los Antiguos y la Gran Logia de Londres dando lugar a la Gran Logia Unida de Inglaterra. Esta es la logia primada de lo que se conoce como Masonería regular y la que da el reconocimiento a las logias como regulares y por tanto reconocidas como participantes de la misma Masonería.
Las logias que conforman la Masonería regular suelen ser autónomas en su funcionamiento. Se suele reconocer una por país. Los principales requisitos para ser reconocida por Londres son: la existencia de los tres primeros grados de aprendiz, compañero y maestro, creer en un ser supremo, y aceptar solamente varones en las logias.

 La no aceptación de alguno de estos preceptos por  algunas organizaciones masónicas, dará lugar a lo que se conoce como Masonería irregular y por tanto no reconocida por la Gran Logia Unida de Inglaterra.  Esta distinción entre regular o irregular no se debe confundir con los nombres de los rituales que emplean en sus ceremonias. Existen varios rituales: York, Escocés, Emulation, Masonería Azul, Arco Real, etc. que pueden ser utilizados por una logia independientemente de su carácter regular o irregular.

Continua...