El alma de quien se compadece el Sagrado Corazón
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¡Tengo compasión...!
Vosotros los que gemís bajo el peso de duras cadenas,
Y que tal vez sufrís incomprensiblemente angustias,
¡alegraos! El Corazón de Jesús ha mirado vuestra miseria
Y en su infinita bondad ha dicho: ¡Tengo compasión de esta
Alma...!
¡Cuan eficaz y tierna es la compasión de Jesús, cuán dulce
Y consoladora! Sea cual sea el tormento que os aflige,
Abandonaos amorosamente en tan incomparable Amigo, y Él os
aliviará.
Durante este mes, en vuestra hora de guardia, tened también compasión de Él, ultrajado por la ingratitud de los hombres.
Evitad hasta la sombra de pecado y pedid por los pecadores.