María del Sagrado Corazón Bernaud, VSM
BILLETES CELADORES
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El alma resignada en el Sagrado Corazón
¡Padre hágase tu voluntad... y no la mía!
Estas palabras dichas por el divino Corazón, deben ser durante este mes tu alimento y fortaleza.
Tal vez Jesús te presente su cáliz... Te invita a participar de él... Pero jamás te exigirá agotarlo por completo, porque guardará para sí su más acerba amargura... No rehúses beberlo, sean cuales fueren las aflicciones, dolores y pruebas que te presente; una mirada a Jesús... y,en unión de las disposiciones de su Corazón, di en esos dolorosos encuentros: ¡Padre mío, no se haga mi voluntad si no la tuya!