sábado, 6 de abril de 2013

El Papa Pablo IV y sus compañeros solicitan nuestra caridad


Un modo de ser caritativos es rezar por los difuntos que se están purificando en el purgatorio. A estos hermanos les llamamos “Benditas Almas del Purgatorio” pues saben que tienen seguro su encuentro con Dios, pero deben prepararse para este encuentro.
Con nuestras oraciones podemos ayudarles a que este encuentro llegue antes. Este articulo quiere animar a ello.

INTRODUCCION
María Simma fue una mujer Austriaca que vivió entre 1915 y 2004 María Simma tenía un don especial que consistía en que Dios permitía que se le apareciesen las almas del purgatorio para pedirle ayuda. Desde pequeña, Dios la preparo para este carisma, no teniendo miedo de ruidos desconocidos, sombras, etc.
Según ella nos cuenta, las almas del purgatorio son benditas, pues tienen seguro el cielo. Solo están purificándose para entrar en él. Ellas no buscan hacer mal, aparte de que deben tener el consentimiento del Señor y por esto no se aparecen a cualquiera, aparte de que deben tener el consentimiento del Señor , pues no quieren provocarnos miedos. Por el contrario las manifestaciones debidas a guija, espiritismo u otras prácticas esotéricas se suelen deber al demonio, a quien con estas prácticas se le abre la puerta.
Dios le concedió a María Simma no tener miedo, permitiendo a su vez a estas benditas almas que se le presenten para pedirle ayuda en forma de oraciones, misas y otros sacrificios. En estos encuentros, ellas contaban a María cosas sobre su estado.
Su obispo Bruno Wechner y su director espiritual el Padre Alfonso Matt dieron fe de la autenticidad de su testimonio. También las numerosas personas que la visitaron, algunos para entrevistarla.
En un artículo publicado en www.religionenlibertad.com el 1 de agosto de 2012 se nos habla de una de estas entrevistas.
Es el caso del arquitecto suizo Nicholas María Eltz que plasmo los testimonios de María Simma en su libro ¡ Saquemos de aquí ! (Editorial San Benito, 5º reimpresión en Argentina en Abril de 2010. páginas 43 y siguientes). En esta entrevista entre referencias a otros personajes conocidos, María cuenta que un alma se presento como el papa Pablo.
María en un principio pensó que debía ser un engaño del demonio. El alma insistió: “No soy Pablo VI”. “Soy Pablo IV, y llevo en el purgatorio desde el siglo XVI, porque no hice todo lo que podía haber hecho”.
Estas afirmaciones me impulsaron a desear conocer la vida de este Papa, para que el conocer “que dejo de hacer” nos sirva de aviso. También para ayudarle, rezando por Él.

 BIOGRAFIA DEL PAPA PABLO IV (1476-1559)

1. Giovanni Pietro Caraffa
Giovanni Pietro Caraffa, de ilustre familia napolitana, nace en Carpiglia Irpina el 28 de junio de 1476. La buena situación de su familia favorecerá que desde joven pueda hacer carrera eclesiástica. En 1504 sucede a su tío Oliverio Caraffa como obispo de Chieti. En 1518 pasara a ser obispo de Brindisi. En esta época será el embajador de León X ante España e Inglaterra. Un aspecto de su vida que puede romper las ideas preconcebidas que nos pudiéramos haber hecho hasta ahora es su gran deseo de ascetismo, de llevar una vida austera, evangélica. Buscara para ello la admisión en los Dominicos.
En 1524 el papa Clemente VII le autoriza a renunciar a sus privilegios y a ingresar en el Oratorio del Amor Divino.
Allí conocerá a San Cayetano de Thiene con quien fundara la Orden de los Clérigos Regulares, también conocidos como Teatinos. En 1527, tras el saqueo de Roma, los Teatinos serán trasladados a Venecia. Sin embargo Clemente VII no le retendrá en Roma al hacerle miembro de una comisión de nueve miembros para la reforma de la corte papal, la cual elaborara un dictamen para la reforma de la iglesia.
En 1536 será creado cardenal y arzobispo de Nápoles.
El Papa le encargara la reorganización de la inquisición, creando el Santo Oficio y siendo el primer inquisidor general. Añadir que era una persona bien instruida pero con una mentalidad medieval. Su celo fue excesivo como veremos en su etapa como Papa.

2. El papa Pablo IV
En 1555, contra todo pronóstico, debido a su edad de 81 años es elegido Papa.
Un mes antes se había firmado la paz de Augsburgo, el 25 de septiembre de 1555, que ponía fin en Alemania a los conflictos generados por la reforma protestante. El emperador Carlos V consciente de la amenaza turca, deseaba esta pacificación. Por el mimo motivo a su vez firma con Francia la paz de Vaucelles en 1556. Pablo IV, por contra, no está por esta pacificación buscada por los monarcas españoles.
Su pontificado estará siempre caracterizado por una política antiespañola. Su origen napolitano explicaría esta actitud, pues Nápoles pertenecía en ese momento a la monarquía española. Se puede imaginar que siempre soñase con acabar con esta dependencia. A pesar de esto, es preciso decir que su confesor era español.
Debido a la insuficiencia de recursos por parte pontificia, presionara a los franceses a romper la paz firmada en 1556, creándose una coalición franco pontificia que atacara el sur.
La acción será repelida con éxito por los españoles, derrotando a esta coalición en la batalla de San Quintín.
Las tropas españolas entraron en Roma y Pablo IV se rindió. Tras esta experiencia asimilo la lección y en adelante evitara las cuestiones políticas. Francia y España volvieron a firmar la paz. Pero excomulgo a Carlos I y Felipe II.
En Inglaterra reinaba María Tudor, proclive al retorno al catolicismo. El cardenal ingles Regilnad Pole estaba interviniendo eficazmente en este sentido, pero no secundaba las inflexibles demandas de restitución de los bienes confiscados a la iglesia que exigía el papa. Pablo IV le hizo comparecer ante la inquisición, pero la reina María lo impidió. Se perdió así una oportunidad preciosa.
Como en el caso anterior, la inquisición fue el instrumento para aplicar su excesivo celo. Con la inquisición reprimió eficazmente las infiltraciones protestantes en Italia. Pero este celo fue tan excesivo que incluso el cardenal que luego le sucedió en el papado, compareció ante la inquisición.
Los judíos de Roma fueron también victimas de su celo, creándose el gueto de Roma y obligando a estos a vestir de un modo que les identificase.
Durante su pontificado el concilio de Trento quedo paralizado. No hizo nada por continuarlo, a pesar que se estaba prolongando demasiado. Sería su sucesor quien lo clausuraría.
Tras su fallecimiento, su estatua fue derribada y se incendiaron edificios relacionados con Él como el de la inquisición, donde se llego incluso a liberar a los presos.
Este papa aclamado en su entronización por el pueblo, debido al rigor de su pontificado, acabo siendo odiado por este.

CONCLUSIONES
Tras esta exposición de la vida de Pablo IV extraigo estas conclusiones: El motivo de este articulo fue intentar ver que fue aquello que dejo de hacer y pudo haber hecho. ¿Podría ser el haber ignorado el concilio de Trento?
El concilio de Trento se inicio en 1545 y seria concluido por su sucesor en 1563. En el periodo de Pablo IV ya estaría hecha la mayor parte del trabajo. De hecho Pablo IV trabajo como se dijo en la comisión para la reforma de la iglesia y organizo la inquisición. Sobre el concilio decir que en un primer momento se buscaba fuera un punto de encuentro con los reformistas, a esto presionaba el emperador Carlos V deseoso de buscar la pacificación. Al final su fruto fue la reforma interna de la iglesia. Cuesta entender esta falta de interés de Pablo IV puesto que tenía el ideal de una vida más ascética y coherente. Muestra de ello es su acercamiento al Oratorio del Divino Amor, institución muy en línea con el nuevo espíritu de renovación del concilio.
Su carácter inflexible hizo que se perdiera una preciosa ocasión de curar la herida anglicana. Por otra parte pone sus intereses nacionales por encima de la búsqueda de la paz. Por último señalar su carácter inflexible como inquisidor, que acabo poniendo al pueblo en su contra.
En definitiva nos encontramos con una persona muy contradictoria que por un lado tiene un deseo de llevar una vida de pureza evangélica, pero por otro se muestra inflexible y duro con quien cree que no la lleva. Llegando en esta actitud a llevar a la inquisición a su mismo sucesor.
Entiendo que el problema de este Papa es lo que nos dice San Pablo: “..si no tengo amor,nada....” Pablo IV podria tener un gran celo, pero le falto caridad, compasión con el pecador y búsqueda del bien y la paz.
Pero Dios ha tenido misericordia de Pablo IV, ha visto esta dificultad, que no es más diferente que la que tenemos muchos de amar y le está ayudando en el purgatorio.
Dios no rechaza a quien le busca.
Pablo IV le buscaba pues anhelaba una vida más ascética, pero no pudo encontrarla en plenitud por su incapacidad para la caridad.
Yo no me veo mejor que Pablo IV, también muchas veces me resulta difícil la caridad.
La estancia en el purgatorio es un periodo donde uno no hace nada por sus fuerzas. En cambio la caridad de los hermanos es valiosa. Ellos rezan por nosotros, su caridad es sin premio, es pura. Su salida del purgatorio no va a depender de sus actos. Solo cuando según Dios estén limpios saldrán.
Pablo IV ha sido curado en este estado, fijaos que tiene la humildad de pedir ayuda a un pobre mujer como María Simma.
Miremos pues con cariño a este papa, que aunque en vida no nos hubiera sido agradable tratar, pero es hijo de Dios.
Dios le amo y le ayudo a salir de ahí. Recemos por él, evitando hacer juicios pues seguramente no seamos mejores que Él.
Confío que con nuestras oraciones ya este en la meta feliz en el cielo. En ese caso las oraciones por su persona no caen en saco roto pues se aplican por otras almas que se hallan en la misma situación.

FUENTES
La información bibliográfica la he obtenido de Wikipedia y Aci prensa. La segunda página es una agencia católica.
He procurado contrastar las dos páginas.
Sobre María Simma me remito a religionenlibertad.com donde existen varios artículos suyos explicando el sentido del purgatorio. Debido a que se trataba de una mujer sencilla sus explicaciones son fáciles de comprender.
Si se quiere profundizar más, en el catecismo de la iglesia católica encontraremos la enseñanza de esta sobre el purgatorio.