miércoles, 6 de julio de 2016

LOS ORIGENES DEL HOMBRE


                                           -V-                                 Líneas paralelas


Los prolegómenos

Como se lleva diciendo, es imposible determinar el momento exacto en el tiempo en que surgió  nuestra especie. Es mejor referirse a un proceso del que solo poseemos unos escasos restos reconociblemente modernos o próximos a nuestra fisonomía. Como ya se dijo, estos restos podrían representar ramas paralelas del género “homo” que obviamente ya no existen.
La fuente mas consultada para este trabajo es el libro “Historia universal” del historiador británico John Roberts, fallecido en 2003. La obra fue escrita en 1976,  aunque con pequeñas revisiones en sucesivas reediciones.
Veamos lo que afirma Roberts sobre los prolegómenos de la entrada en escena de nuestra especie:
“Los restos más antiguos datan de un periodo de unos 200.000 años de antigüedad.
De los inicios de este periodo de 200.000 años, entre dos periodos glaciares, tenemos un periodo templado, en el cual la actual Inglaterra gozaba de un clima semitropical en el cual podíamos encontrar animales tales como leones y elefantes.
De este periodo solo tenemos escasos restos, concretamente los cráneos de Swanscombe y Steinheim. Estos cráneos tenían un cerebro voluminoso (unos 1.300 cm cúbicos) pero fisonómicamente no los podemos aún considerar como de nuestra especie; más bien, se pueden considerar formas evolucionadas del Homo erectus. Sus útiles indican que seguían viviendo de modo parecido al Homo erectus.

El periodo glaciar que sigue, nos hace perder la pista. No volvemos a encontrarnos con restos hasta el siguiente periodo templado, hace 130.000 años. Entre ambos restos se ha producido un salto importante.”

Los nuevos restos son muy cercanos a nosotros, pero sin ser nosotros: Hablamos del Homo Sapiens Neandertalensis, u hombre de Neandertal. Esta especie convivió ya con nuestros ancestros
Recibió este nombre por un cráneo encontrado en Neandertal, cerca de Düsseldorf en Alemania. En un principio se creyó que pertenecía a un humano actual que había nacido con malformaciones. No obstante con antelación ya se habían descubierto restos de esta especie en Bélgica y Gibraltar.
Esta especie se propagó por Europa y zonas cercanas de Asia.
El análisis genético nos dice que Humanos y Neandertales compartimos un antepasado común. La bifurcación parece ser que se produjo hace unos 500.000 años. Existen indicios de una posterior hibridación una  entre humanos y Neandertales hace unos 100.000 años
Al referirnos al análisis genético, debemos ser conscientes de sus dificultades. Para su exactitud, debemos tener unos restos con una contaminación mínima: Bacterias que se han ido adhiriendo, mezcla de estratos, la misma manipulación humana, etc. En el caso de los Neandertales, afortunadamente, ha sido posible encontrar restos óptimos.
Los Neandertales, consecuentemente con el dinamismo genético y la mayor posibilidad de aislamiento en ese momento, no es la única línea paralela a la nuestra. Conocemos alguna más, sin excluir que el futuro nos pueda traer nuevos descubrimientos – De hecho, como vamos a ver, ya se están dando-.
Ejemplo de lo dicho es el hombre de Denísova, cuyos restos fueron descubiertos en 2010, en este lugar de Siberia. El análisis de ADN de sus restos, datados en una época en la que tanto el hombre de Neandertal como los humanos actuales ya estaban sobre la tierra, (50.000 a 30.000 años) sugiere un antepasado común con los Neandertales hace unos 650.000 años y con los humanos modernos hace 800.000 años. Existen indicios de que en el pasado poblaron zonas del océano Índico.
Del mismo modo que los humanos europeos actuales tienen un 2% de genoma proveniente de Neandertales; los humanos aborígenes de Papúa-Nueva Guinea, Australia y Melanesia tienen un 4% de material genético de los homínidos de Denisova. Esta distinción genética también se refleja en la morfología.
En 2003 en la isla indonesia de Flores se descubrió otra especie: el Homo florecensis, cuyos restos están en estudio.
 En España se encuentra “un lugar de sorpresas” que está dando perspectivas más complejas con respecto a lo afirmado por Roberts: Atapuerca

ATAPUERCA

La localidad de Atapuerca se ubica a 15 km de Burgos (España) La sierra a la que da nombre constituye el último extremo de las sierras del sistema Ibérico. Una depresión tectónica (La Bureba) separa a este de la cordillera Cantábrica. A su vez este paso comunica las cuencas del Ebro y el Duero. Por este entorno discurre el río Arlanzón, propiciando una tierra fértil que, aún hoy, alberga una rica fauna de corzos, jabalíes, zorros, águilas y buitres entre otras especies.
La geología también ha ayudado  a que este sea un lugar apropiado para la habitación humana. Las pequeñas elevaciones están formadas por calizas, arenas y areniscas, cubiertas por terrenos aluviales del río Arlanzón.
La caliza tiene la peculiaridad de disolverse con el agua. El río lentamente va  arrastrando materiales y horadando el terreno.
 Esto ha hecho que el nivel freático descienda, y el agua en contacto con la caliza al disolverse,  forme cavidades que en algunos lugares se abrirán al exterior. Estas cavidades albergaran a hombres y animales. Lentamente estas cuevas se colmataron de sedimentos, colapsándose sus entradas, conservando así intacto su registro arqueológico y paleontológico.
En el siglo XIX la compañía “The Sierra Company Ld” cortó  una enorme trinchera de más de un kilómetro de longitud y 20 metros de profundidad en la caliza para el paso de un ferrocarril minero. La trinchera puso al descubierto numerosas cavidades colmatadas, que es donde hoy se están realizando las prospecciones arqueológicas y paleontológicas.
La importancia de este yacimiento radica en el gran periodo que abarcan las capas de sedimentos: Desde 1.200.000 años hasta 200.000. Cada aporte se distingue por su color, textura, y origen de los aportes. Los restos de seres vivos y herramientas líticas ayudan a situarlos en una época. A su vez, en esta zona, se han encontrado restos de la edad de bronce, por lo que se puede decir que desde hace un millón de años ha habido presencia humana ya sea del Homo Sapiens o bien de ramas paralelas.
Ya en el siglo XIX se hicieron algunos hallazgos que testimoniaban la riqueza de la zona; pero los descubrimientos más importantes se han producido a raíz de la apertura de la trinchera del ferrocarril.
El ferrocarril, debido a su inviabilidad, dejo de ser operativo en 1910. En 1950 se aprovecha la trinchera como cantera lo cual destruyo partes del yacimiento. En 1964 empiezan las primeras campañas arqueológicas, las cuales tendrán continuidad. La  importancia de lo que se va a descubrir, hará que, en 1999, sea declarado este yacimiento: Patrimonio de la Humanidad.
A continuación vamos a ver con más detalle que es lo que se ha descubierto y que como veremos aporta algo de luz a esos periodos oscuros a los que se refería J. Roberts.
Como ya se ha comentado, la mayor parte de los yacimientos son antiguas cavidades en los márgenes de la trinchera, aunque existen otros yacimientos en las cercanías. Pasamos a enumerarlos, comentando que descubrimientos nos han deparado:

-Sima del Elefante: Recibe este nombre al confirmarse, en  2001,  la existencia de restos de elefante. Sus sedimentos abarcan una altura de 15 metros. Las partes más profundas son de especial importancia pues superan el millón de años. Abarcando todo el Pleistoceno. En los niveles antiguos encontramos restos de una rica fauna. Mas importantes son los restos de industrias líticas que constatan la ocupación mas antigua de la sierra, pues si ese estrato esta datado en mas de un millón de años, estamos frente al testimonio más antiguo, conocido, de presencia de homínidos de Europa. En 2008 se encontró una mandíbula junto con restos líticos de tipo Olduvayense. No se han podido clasificar estos restos, tienen características que los identifican con los “homos” más antiguos de África, pero distinguiéndose de estos. En los estratos superiores se han encontrado restos de industria lítica del tipo Musteriense –asociados a Neandertales- junto a restos de caballos y ciervos. 

-Trampa natural y Covacha de los zarpazos: Se trata de una galería subterránea con apertura al exterior en forma de chimenea. Por esta apertura debían caer con frecuencia animales, que solían ser aprovechados por humanos y carnívoros que accedían por la entrada principal en la covacha de los zarpazos.
Los depósitos de la galería abarcan una cronología que va entre los 200.000 y 400.000 años. Se han identificado cinco fases sedimentarias, con presencia intensa humana en la tercera de ellas. En esta fase  se han detectado hasta trece suelos distintos de ocupación humana en los que se han hallado numerosas herramientas del tipo Achelense con restos de caballos, linces, ciervos, bisontes y rinocerontes. En la Covacha se ha encontrado restos del cráneo y mandíbula humana  que pertenecen a la especie Homo heidelbergensis.

-Gran Dolina: Sus 18 metros de sedimentos abarcan un periodo que va desde el millón de años hasta unos 200.000 en su nivel superior. En las partes más profundas se ha encontrado una gran variedad de fauna que hoy consideraríamos africana, entre ella destacar especies desaparecidas como el tigre de dientes de sable, la hiena manchada o una nueva especie de oso, ancestro del oso de las cavernas y denominado Ursus dolinensis por el lugar de su descubrimiento.
Pero el descubrimiento más importante ha sido el descubrimiento en 1994 del Homo antecessor, cuyos restos tienen más de 780000 años de antigüedad. Aquí tenemos pues una especie de homínidos ubicada en ese vacío temporal del que nos hablaba J.Roberts.
Se han identificado en los huesos marcas de cortes provocadas por una herramienta lítica, lo cual sugiere la idea de canibalismo.

-CUEVA MAYOR Sima de los huesos: Es una pequeña cámara, situada en la base de un pozo vertical de unos trece metros de profundidad, ubicado en la parte más profunda de la Cueva Mayor. Sus sedimentos datan del Pleistoceno medio (400.000) años. El hallazgo de más de 5000 fósiles de Homo heidelbergensis lo hace el yacimiento más rico del mundo de estas características. –por no decir único- Supone el 90 por cien de los restos que se conocen. Entre los restos destacar un cráneo y una mandíbula por su excelente estado de conservación
 Parece ser que era una zona de depósito de fallecidos. El único resto lítico encontrado es un bifaz de cuarcita roja y ocre materia prima desconocida en otros yacimientos de la zona; lo cual hace pensar en que se tratase de un objeto de ajuar funerario. El análisis de los golpes propios de la caída, así como las evidencias de muerte previa por objeto punzante corroboran la idea de lugar de enterramiento. Estos hallazgos nos interrogan sobre si ya serian humanos en sentido espiritual, esto es, si ya reflexionarían  sobre el significado de la vida y la muerte.

-CUEVA MAYOR El Portalón Este yacimiento ubicado a la entrada de la Cueva Mayor nos ha dado importante información sobre la edad de bronce en un periodo que va entre 3690 y 2900 años.

-Galería del Sílex y Mirador también relacionados con periodos como la Edad de bronce o el Neolítico.

 Atapuerca ha aportado nueva piezas al puzzle. Recordemos las afirmaciones de J.Roberts. Ahora tenemos gracias a Atapuerca un 90% más de restos con respecto a los que enumeraba éste.
Parece ser que el Homo antecessor fue protagonista de las primeras migraciones del género Homo desde África. El estudio de sus restos nos revela una cara sorprendentemente más parecida al humano moderno que, por ejemplo, al Homo Neanderthalensis; mientras que la dentadura, por ejemplo, es más similar a  formas africanas de Homo erectus y el hueso frontal de la cara presenta unas cejas más desarrolladas (arco superciliar) rasgo hoy desaparecido.
Su cerebro era más pequeño que el nuestro. El “hombre de Ceprano” presenta características similares  con este.
Existe discusión sobre si considerarlo especie diferente o solo una forma avanzada de Homo erectus. Debido a lo reciente de los descubrimientos  no disponemos aún de análisis  filogenético que nos ayude a discernir si nos hallamos ante una nueva especie.
Lo que si podemos afirmar es que, con unos restos que se remontan a 900000 años, nos hallamos ante, si no los primeros, si ante uno de los pobladores más antiguos de Europa, que en esta época, ya utiliza útiles líticos, que por las marcas en restos, inducen a pensar en prácticas de  canibalismo.

El siguiente saldo lo tenemos en los restos denominados Homo heidelbergensis –el primer resto se encontró en el lugar de donde recibe su denominación, pero la mayor concentración de restos se ha dado en Atapuerca. Esta especie va de los 600.000 a los 200.000 años.
Recordando antes que nada que seguimos moviendo en el terreno de las hipótesis, se decía que humanos actuales y Neandertales descendían del Homo heidelbergensis. Los Neandertales descendían de un grupo de ellos que emigró a Europa; mientras que del grupo  que continuó en África surgió el actual Homo sapiens. El descubrimiento del Homo antecessor está haciendo variar las hipótesis.

Su combinación de rasgos anatómicos propios de humanos modernos (forma de la cara) y rasgos primitivos (dentadura) hacen pensar que fue este el emigrante y que de su rama europea surgieron el homo heidelbergensis, y de este, el hombre de Neandertal .
 Otra hipótesis es que el Homo heidelbergensis fue una especie que convivió con la rama de los Neandertales, mientras que el Homo sapiens derivaría de la rama de de Homo antecessor que permaneció en África. Todo, no perdamos de vista, dentro del campo de la hipótesis.
La secuenciación del ADN mitocondrial de un fémur  de Homo heidelbergensis procedente de la Sima de los Huesos, ha mostrado más relación con los fósiles siberianos del hombre de Denisova que con ADN de Neandertal. Esto abre paso a la hipótesis de una compleja relación entre las diferentes especies del género Homo en Eurasia
Respecto a anteriores etapas de homínidos, en las que predominan usos más propios de los animales como el robo de comida, empezamos a notar en el Homo heidelbergensis unos usos que nos acercan a lo que es un comportamiento más propio de humanos. (caza, recolección, pequeñas industrias)
Se servía de herramientas líticas. Dentro de su tecnología encontramos el bifaz o hacha de mano de grandes dimensiones y tallada por los dos lados. Esta podía servir para curtir pieles o trabajar la madera. Existen restos de fogatas lo que indican que ya utilizaban el fuego.
El hallazgo de cráneos desdentados hace pensar en que ancianos y discapacitados son  mantenidos por el grupo. Los molares y la dentadura definitiva aparecen sobre los cinco o seis años, frente al chimpancé que la desarrolla a los tres; esto supone un prolongado cuidado de las crías que implica la creación de vínculos afectivos. El fruto sería una sociedad cohesionada que podía hacer eficaces estrategias de caza. En este contexto de colaboración social aparecen los roles: materno, curtidor, el anciano guardián y transmisor de experiencias ya sean de caza u otros conocimientos útiles para el grupo. La posesión de aparato fonador hacía pensar en la existencia de un lenguaje.

Llegamos al último hito del que conservamos restos importantes: El hombre de Neandertal. Esta especie siempre es fascinante, pues, fue la última especie o rama paralela del género “homo” que se extinguió, dejando al Homo sapiens como único homínido sobre la tierra. Se añade el hecho de que en Europa convivió con nuestros ancestros y que incluso existen restos de hibridación, esto es, ellos, aunque en una minúscula proporción, están presentes en nuestros genes. Vamos a detenernos, pues, con más detalle en ellos.

El hombre de Neandertal
Los primeros fósiles de esta especie se encontraron en Bélgica en 1829 y  Gibraltar en 1848. Sin embargo, hasta los descubrimientos hechos en Neandertal, no se fue consciente de la trascendencia de encontrarse ante una especie definida. De ahí el origen de su denominación.
Esta especie habitó Europa y partes de Asia occidental en un periodo que comienza hace unos 230000 años y llega hasta unos 28000. -El cálculo de este periodo se obtiene a través de la datación de los diferentes restos, por tanto no hablamos de cómputos exactos y así estos  periodos podrían ser más largos- Por el momento parece circunscribirse pues al ámbito euroasiático.
La coincidencia cronológica y geográfica apunta a que pudo vivir con el llamado “hombre de Cromañón”    -quien es ya un humano moderno- en la actual Francia.

El aporte de la genética
En 2013 fue posible obtener la secuencia completa del hombre de Neandertal. He aquí las observaciones más importantes que se han obtenido:

-Se da un 97,7% de coincidencia entre los genomas de humanos y Neandertales.

-El hombre de Neandertal y los humanos modernos proceden de un antepasado común. Las dos ramas se dividieron en un periodo que oscila de 700.000 a 500.000 años de antigüedad. Con posterioridad el hombre de Neandertal y hombre de Devisona se diferenció hace unos 380000 años.

-Hace unos 100.000 se produjo una hibridación. Esta última es una cuestión que sigue suscitando incógnitas y polémicas:                                                                                                                                                                                                             
“El análisis del genoma nuclear apunta a un aporte Neandertal al acervo genético de los humanos modernos. Los euroasiáticos poseen entre el 1 y el 5 % de genes arcaicos por persona que se pueden atribuir a hibridación con neandertales. En humanos de origen subsahariano este aporte es infrecuente, hecho lógico, pues la hibridación se produjo entre los humanos que llegaron a las áreas ya ocupadas por Neandertales.
Se calcula en un 20 % la cantidad total del genoma Neandertal que ha sobrevivido en humanos modernos. Este porcentaje es mucho mayor si se examinan sólo ciertos genes presentes en la población humana actual ajena a África, como los de la piel y pelo.
Por otro lado, también se ha hallado que otros genes Neandertales han sufrido una selección negativa. Por ejemplo, la contribución genética Neandertal es muy baja en ciertas regiones del cromosoma X, así como genes expresados en los testículos. Esta distribución sugiere que los alelos Neandertales causaban infertilidad masculina.
No se ha hallado ADN mitocondrial neandertal (el que solo se trasmite a través de la madre) en Homo sapiens. Paul Mason y Roger Short proponen tres posibles explicaciones: 1) el genoma mitocondrial presentaba mutaciones que causaron la extinción de los individuos que lo heredaban; 2) Los descendientes híbridos de madres Neandertales se incorporaron a la grupos neandertales y se extinguieron con ellos; 3) la descendencia de madre Neandertal y padre humano era estéril, algo que se ha observado en otros casos de hibridación entre especies.
 A su vez, los estudios del cromosoma “Y” (el que se hereda por vía paterna) tampoco presentan indicios de mestizaje entre Neandertales y humanos modernos; una hipótesis para explicar este resultado es que algunos genes presentes en el cromosoma “Y” neandertal podrían producir una respuesta inmune en madres humanas que dañaría al feto.
 (C.f. wikipedía-hombre de Neandertal)

Una vez más, podemos apreciar como casi todo en esta materia, esta bañado por  la oscuridad:
 Por un lado existe un material genético proveniente de los Neandertales. –Se postula que esta herencia fueran genes arcaicos provenientes del ancestro común-.
Por otro lado no sabemos si estos híbridos eran fértiles. Por lo que hemos visto el cruce entre especies parece que fue algo esporádico.
 Llamar la atención sobre el hecho de la no existencia de ADN mitocondrial, pues esto indica que solo a través de madre Homo Sapiens existiría la posibilidad de cruce. Para un católico instruido, esto quizá pueda decirle algo.
 En conclusión, sólo sabemos que en nuestra genética pervive algo Neandertal.

Por los mismos estudios genéticos se deduce (por la mayor cantidad de restos con características similares) que los humanos modernos se diferenciaron como especie en África y emigraron a las áreas que ya ocupaba el hombre de Neandertal. Todo esto en un periodo que oscila entre 100.000 y 60.000 años. El cruzamiento se produciría al entrar en contacto las dos especies.
Los descubrimientos de Atapuerca han hecho que se generalice esta explicación: Al Homo antecesor se le supone el pionero que pobló Europa y Asia menor. De las poblaciones de este que continuaron en África surgió más tarde el Homo Sapiens. Sus hermanos europeos fueron evolucionando hasta llegar al hombre de Neandertal y Homo devisoniano. El estudio de los restos apoya estas afirmaciones. Ya se dijo que el Homo antecesor a la vez que presenta características propias de homínidos anteriores (dentaduras, arco supraorbital mas marcado) tienen una mayor similitud facial con humanos modernos que con sus propios descendientes Neandertales.

Debido a lo reciente del descubrimiento del Homo antecesor, no se ha podido hacer un estudio genético tan completo como el del hombre de Neandertal. El futuro nos seguirá deparando nuevas sorpresas.

Su aspecto
De esqueleto robusto, tórax ancho y extremidades cortas. Solían medir sobre 1,65 metros. No estaban capacitados para largas carreras, solo para cortas carreras de huida.
El cráneo se distingue por los arcos supraorbitales. (Una especie de montículos encima de las cejas, los simios los conservan pero más marcados) frente baja e inclinada, ausencia de mentón. La capacidad cerebral era la misma e incluso algo superior a la humana.
Los estudios genéticos –debido a que se ha encontrado una variante del gen FoxP2 relacionado con el habla en el Homo sapiens- los hacen capaces  para desarrollar el lenguaje hablado, aunque por la diferente posición del aparato fonador  con respecto a los humanos modernos, puede que esté fuera más tosco.
Con respecto a su dieta decir que eran cazadores y recolectores, existiendo pruebas de consumo de grandes mamíferos como los mamuts.
Existen pruebas de canibalismo probadas por las marcas de corte realizadas con herramientas de piedra  que están muy bien conservadas por haber sido  limpiada la carne.
Los cortes son diferentes a los que se hacen en animales, lo que da que pensar que podrían tener un sentido ritual.
El estilo de herramientas líticas utilizadas en el Paleolítico medio por los Neandertales se conoce como la cultura Musteriense (debido a que se encontraron por primera vez  en la localidad francesa de Le Moustier). En los últimos tiempos aparece el estilo Châtelperroniense más avanzado, ya en el paleolítico superior.

Para acabar vamos a tocar uno de los temas que se prestan a la formulación de teorías: ¿Tenían capacidad simbólica y de abstracción? ¿Existían para ellos lo espiritual, el más allá, la vida tras la muerte? Evidentemente no podemos responder con certeza a estas preguntas. Los restos nos llevan a plantearnos la posibilidad de que algo de esto se diera, pero, también otras explicaciones son posibles. Citemos como ejemplo el caso de los restos encontrados en Tshik-tash en Urbekistan. Se encuentran allí los restos de un niño de hace unos 50.000 años Por la disposición de los restos parece ser que el cuerpo reposaba sobre un lecho de huesos de caballo. Cinco pares de cuernos de cabra rodeaban el cuerpo por encima. Los restos de polen sugieren que se depositaron flores. Al lado hay restos de un hogar que ardió brevemente. Una interpretación de esto podría ser que el fuego formó parte de un ritual y que esta disposición era por el mismo motivo.
 Al mismo tiempo otra interpretación que se da es que los cuernos no tenían otra función que proteger de los animales carroñeros.
Vamos a enumerar algunos de los restos encontradas. Volviendo hacia atrás retrocedemos hasta el Homo heidelbergensis, posible ancestro Neandertal. La Sima de los huesos de Atapuerca contiene el 90% de los restos descubiertos de esta especie. Junto con restos de animales encontramos los restos de unos 28 individuos. En uno de ellos se deduce que fue muerto por algo incisivo (cuerno) Presentan roturas propias del estrellarse con el suelo por lo que se deduce que eran arrojados desde 13 metros más arriba. Un bifaz de cuarcita roja sugiere que fuera arrojado como homenaje. ¿Estaríamos ante un enterramiento?
Regresando al hombre de Neandertal en zonas que sugieren enterramientos, al haberse encontrado individuos en forma fetal, se encuentran pinturas de ocre rojo (cueva del Sidrón) En Nerja se encontró una pintura de unas focas que por la datación podría ser Neandertal. En estos enterramientos parecen encontrarse restos vegetales y óseos.
En conclusión tenemos claro que dominaban el fuego, existía una industria lítica y de pieles, se daba una solidaridad grupal, hay indicios que sugieren una apertura a lo abstracto y espiritual. Sobre cómo era su visión y apertura a lo oculto y trascendente todo lo más que tenemos son hipótesis sin ninguna certeza. Así, el afirmar que los cuernos ejercían una función protectora frente a fuerzas espirituales es algo que solo podemos afirmar como mera hipótesis.


Hemos llegado al final del callejón. Estando aún vivos los Neandertales, apareció en Europa y Asia otra oleada de descendientes de un ancestro común y que sería la única en pervivir: El homo sapiens.

                                                                                                 Continuará.....