martes, 16 de agosto de 2016

LA DIVINA MISERICORDIA EN MI ALMA Extractos


De Santa María Faustina Kowalska, religiosa polaca. Muere en 1938 a los 33 años. Canonizada por S.Juan Pablo II.

Resumen frases de su libro
Entrega Nº 17 (37 en total)

(Se harán tres entregas mensuales: los días 8, 18 y 28 de cada mes en esta capilla)
adoracionperpetua.bilbao@gmail.com (para más copias, pedir a esta dirección)


N. 880: Mi unión con los agonizantes sigue siendo muy estrecha. ¡Oh!, qué inconcebible es la Divina Misericordia, ya que el Señor me permite ser de ayuda a los agonizantes con mi indigna oración.

N. 881: Hija Mía, lo que Me has dicho es verdad. Eres muy miserable y a Mí Me ha agradado realizar la obra de la misericordia precisamente a través de ti que eres la miseria misma.

N. 881: Veo que el amor y el sufrimiento van juntos.

N. 882: El intelecto (en trato con el Señor) conoce más en un momento que durante largos años de profundas reflexiones y meditaciones, tanto en lo referente a la esencia de Dios, como respecto a las verdades reveladas, así como el conocer la propia miseria.

N. 884: ¡Oh, qué bello es el mundo del espíritu! ¡Y qué real es! En comparación a él, esta vida exterior es una ilusión vana, una impotencia.

N. 886: La tristeza no vendrá a un corazón que ama la voluntad de Dios.

N. 887: No busco la felicidad fuera de lo profundo de mi alma, donde mora Dios. Soy consciente de ello. Siento como una necesidad de darme a los demás.

N. 888: El silencio es un lenguaje tan poderoso que alcanza el trono del Dios viviente. El silencio es su lenguaje, aunque misterioso, pero poderoso y vivo.

N. 889: Es el amor el que tiene el valor y él confiere la grandeza a nuestras acciones; aunque nuestras acciones sean pequeñas y comunes de por si.

N. 890: El amor es un misterio que transforma todo lo que toca en cosas bellas y agradables a Dios.

N. 890: El alma enamorada de Dios y en Él sumergida, va a sus deberes con la misma disposición con que va a la Santa Comunión.

N. 890: No se turba si con el tiempo alguna cosa resulta menos lograda, está tranquila, porque en el momento de obrar hizo lo que estaba en su poder. Cuando le abandona la viva presencia de Dios, entonces procura vivir de la fe viva.

N. 894: Antepongo la obediencia a toda otra cosa.

N. 894: Hija Mía, has de saber que con un acto de obediencia Me das mayor gloria que con largas plegarias y mortificaciones.

N. 894: ¡Oh!, qué bueno es vivir en la obediencia, vivir en la conciencia de que todo lo que hago es agradable a Dios.

N. 897: Mi casa es el cielo. Pero antes de ir a la patria, tenemos que cumplir la voluntad de Dios en la tierra, es decir, superar hasta lo último nuestras pruebas y nuestras batallas.

N. 903: Es en mi propia alma dónde encuentro a Dios con la mayor facilidad.

N. 904: Hija Mía, Me das la mayor gloria a través de la paciente sumisión a Mi voluntad, y te aseguras méritos tan grandes que no alcanzarías ni con ayunos ni con ninguna mortificación.

N. 912: Prefiero estar con Él en los tormentos y sufrimientos que sin Él entre las más grandes delicias del cielo.

N. 914: Un gran misterio se hace durante la Santa Misa. Y sin embargo veo almas marchitas y áridas por su propia culpa. ¡Oh, Jesús mío!, haz que la fortaleza de Tu misericordia envuelva a estas almas.

N. 920: La paciencia da gloria a Dios.

N. 923: Exijo de ti un sacrificio perfecto y en holocausto, el sacrificio de la voluntad; ningún otro sacrificio es comparable a éste. Yo mismo dirijo tu vida y dispongo todo de manera que seas para Mí una ofrenda continua y hagas siempre Mí voluntad.

N. 926: Y el Señor me dijo quién sostiene la existencia de la humanidad: son las almas elegidas. Cuando acabe el número de los elegidos, el mundo dejará de existir.

N. 926: Veo muchas almas que se precipitan ciegamente en el terrible abismo infernal.

N. 930: El alma rinde la mayor gloria a su Creador cuando se dirige con confianza a la Divina Misericordia.

N. 933: Obtendrás una mayor recompensa por la obediencia y dependencia al confesor que por las prácticas mismas en las que te ejercitarás.