lunes, 22 de agosto de 2016

LA DIVINA MISERICORDIA EN MI ALMA Extractos


De Santa María Faustina Kowalska, religiosa polaca. Muere en 1938 a los 33 años. Canonizada por S.Juan Pablo II.


Resumen frases de su libro
Entrega Nº 18 (37 en total)


(Se harán tres entregas mensuales: los días 8, 18 y 28 de cada mes en esta capilla)
adoracionperpetua.bilbao@gmail.com (para más copias, pedir a esta dirección)


N. 938: Lo que se comienza con Dios, será de Dios, y lo que se comienza con medios puramente humanos, será humano.

N. 939: Satanás puede ponerse el manto de la humildad pero no es capaz de vestir el manto de la obediencia, y es aquí donde se revela toda su maldad.

N. 940: Habría muchas más almas santas, si hubiera más directores espirituales con experiencia y santos.

N. 944: Hay momentos en los cuales el alma se siente débil. En tales momentos vivo exclusivamente de la fe y cuando me siento fortalecida por la gracia de Dios, entonces soy más valiente en la conversación y en las relaciones con el prójimo.

N. 948: Hoy durante la Pasión, he visto a Jesús martirizado, coronado de espinas, no decía nada, solamente me miró; en aquella mirada sentí su tortura tan tremenda que nosotros no tenemos ni idea de lo que Jesús sufrió por nosotros antes de la crucifixión.

N. 948: En su Pasión veo todo el mar de misericordia.

N. 950: En momentos difíciles no nos desesperemos ni nos desalentemos, sino que, con gran confianza, nos sometemos a Tu santa voluntad, que es el Amor y la Misericordia Mismos.

N. 952: Cuando me someto a la santa voluntad de mi Dios, un abismo de paz inunda mi alma.

N. 952: ¡Oh, Jesús mío!, Tú no das la recompensa por el resultado de la obra, sino por la voluntad sincera y el esfuerzo emprendido. Si hago todo lo que está en mi poder, lo demás no es cosa mía.

N. 953: Sufro por las almas inmortales para impetrar la Misericordia Divina para los pecadores, para impetrar la fortaleza para los sacerdotes. ¡Oh!, qué gran veneración tengo por los sacerdotes y le pido a Jesús, Sumo Sacerdote, muchas gracias para ellos.

N. 954: Hija Mía, es Mi deleite unirme a ti; Me rindes la mayor gloria cuando te sometes a Mi voluntad y con esto atraes sobre ti un mar de bendiciones. No tendría en ti una complacencia particular si no vivieras de Mi voluntad.

N. 955: ¡Oh, hostia agradable a Mi Padre! Has de saber, hija Mía, que toda la Santísima Trinidad tiene en ti su particular complacencia, porque vives exclusivamente de la voluntad de Dios. Ningún sacrificio es comparable a éste.

N. 957: El más pequeño deseo tuyo, ¡oh, Señor!, me es más querido que el cielo con todos Tus tesoros.

N. 961: Cada conversión de un alma pecadora exige sacrificio.

N. 962: Veo, a menudo, a cierta persona agradable a Dios. El Señor tiene en ella una gran complacencia. El amor que tiene a Dios, aunque no siempre siente este amor en su corazón de modo sensible, y su gran paciencia vencerá todas las adversidades.

N. 963: Un día, conoceremos el valor del sufrimiento, pero entonces ya no podremos sufrir. El momento actual es nuestro.

N. 965: Las almas mueren a pesar de Mi amarga Pasión. Les ofrezco la última tabla de salvación, es decir, la fiesta de Mi misericordia. Si no adoran Mi misericordia, morirán para siempre.

N. 965: Escribe y habla a las almas de esta gran misericordia Mía, porque está cercano el día terrible, el día de Mi justicia.

N. 968: Tener el director espiritual es una gracia excepcional de Dios, cada día le pido al Espíritu Santo la luz para él.

N. 969: Has de saber hija Mía, que lo que las demás almas alcanzarán en la eternidad, tú lo gozas ahora. Y de repente mi alma fue inundada de la luz del conocimiento de Dios.

N. 975: Ruega por las almas para que no tengan miedo de acercarse al tribunal de Mi misericordia. No dejes de rogar por los pecadores. Tú sabes cuánto sus almas pesan sobre Mi corazón; alivia Mi tristeza mortal; prodiga Mi misericordia.

N. 981: Agradezco al Señor por haberme dado el director espiritual, porque de otro modo no habría dado ni un solo paso hacia adelante.