domingo, 9 de octubre de 2016

LA DIVINA MISERICORDIA EN MI ALMA Extractos


De Santa María Faustina Kowalska, religiosa polaca. Muere en 1938 a los 33 años. Canonizada por San Juan Pablo II.

Resumen frases de su libro
Entrega Nº 23 (37 en total)

Se harán tres entregas mensuales: los días 8, 18 y 28 de cada mes en esta capilla
adoracionperpetua.bilbao@gmail.com (para más copias, pedir a esta dirección)


N. 1173: A pesar de la paz profunda de que goza mi alma, lucho continuamente y a veces libro una batalla feroz para seguir fielmente mi camino, es decir el que el Señor Jesús quiere que siga.

N. 1173: Y mi camino es la fidelidad a la voluntad de Dios en todo y siempre, y especialmente en la fidelidad a las inspiraciones interiores.

N. 1174: Recé mucho al Espíritu Santo, a la Madre de Dios, al Ángel Custodio y a los patrones.

N. 1175: Jesús a los enemigos les mostraba bondad, amabilidad, comprensión, a los necesitados ayuda y consuelo. Este mes he hecho el propósito: reflejar en mí con fidelidad estos rasgos de Jesús aunque me costara mucho.

N. 1181: Hija Mía, has de saber de una vez por todas que solamente el pecado grave Me expulsa del alma, y nada más.

N. 1182: Cuanto más grande es la miseria de un alma tanto más grande es el derecho que tiene a Mi misericordia e invito a todas las almas a confiar en el inconcebible abismo de Mi misericordia, porque deseo salvarlas a todos.

N. 1183: ¡Oh, Jesús!, deseo vivir del momento actual, vivir como si este día fuera el último de mi vida: aprovechar con celo cada momento para la mayor gloria de Dios. Mirar todo desde el punto de vista de que sin la voluntad de Dios no sucede nada.

N. 1184: Has de saber Hija Mía que tu cotidiano y silencioso martirio en la total sumisión a Mi voluntad introduce a muchas almas en el cielo y cuando te parezca que el sufrimiento sobrepasa tus fuerzas, mira Mis llagas.

N. 1186: Sentí en el alma un hambre tan grande de Dios que me parecía que estaba muriendo por el deseo de unirme a Él. Eso duró un breve momento, pero comprendí lo que es el vivo deseo de las almas del purgatorio.

N. 1188: Rezo frecuentemente por Polonia, pero veo una gran indignación de Dios por ser tan ingrata.

N. 1188: Cuando veo la indignación de Dios, me arrojo con confianza en el abismo de misericordia y en él sumerjo a toda Polonia y entonces no puede hacer uso de su justicia. ¡Oh, patria mía!, cuánto me cuestas, no hay día en que no rece por ti.

N. 1190: Habla al mundo entero de Mi misericordia.

N. 1191: Las almas que viven en el amor se distinguen por una gran perspicacia en el conocimiento de las cosas divinas, tanto en su propia alma como en las almas de los demás. También las almas simples, sin instrucción, se distinguen por sabiduría.

N. 1193: Hija Mía, delicia de mi Corazón, con deleite miro tu alma, envío numerosas gracias únicamente por ti, detengo también muchos castigos únicamente por ti; Me frenas y no puedo exigir justicia; Me atas las manos con tu amor.

N. 1203: San José me pidió tenerle una devoción constante.

N. 1210: Hoy tráeme a toda la humanidad y especialmente a todos los pecadores, y sumérgelos en el mar de Mi misericordia.

N. 1212: Hoy tráeme a las almas de los sacerdotes y las almas de los religiosos, y sumérgelas en Mi misericordia insondable.

N. 1214: Hoy tráeme a todas las almas devotas y fieles, y sumérgelas en el mar de Mi misericordia. Estas almas me consolarán a lo largo del Vía Crucis.

N. 1216: Hoy tráeme a los paganos y a aquellos que todavía no me conocen. Sumérgeles en el mar de Mi misericordia.

N. 1218: Hoy atráeme a las almas de los herejes y de los cismáticos y sumérgelas en el mar de Mi misericordia.

N. 1220: Hoy tráeme a las almas mansas y humildes y a las almas de los niños pequeños, y sumérgelas en Mi misericordia. Estas son las almas más semejantes a Mi Corazón. Ellas me fortalecieron durante Mi amarga agonía.

N. 1220: Solamente el alma humilde es capaz de recibir Mi gracia; concedo Mi confianza a las almas humildes.

N. 1224: Hoy, tráeme a las almas que veneran y glorifican Mi misericordia de modo especial y sumérgelas en Mi misericordia.