jueves, 1 de diciembre de 2016

LA DIVINA MISERICORDIA EN MI ALMA Extractos


De Santa María Faustina Kowalska, religiosa polaca. Muere en 1938 a los 33 años. Canonizada por San Juan Pablo II.

Resumen frases de su libro
Entrega Nº 29 (37 en total)

(Se harán tres entregas mensuales: los días 8, 18 y 28 de cada mes en esta capilla)
adoracionperpetua.bilbao@gmail.com (para más copias, pedir a esta dirección)

N. 1439: Me quedé a solas con el Padre celestial. Conocí más profundamente las tres Personas Divinas que contemplaremos toda la eternidad y después de millones de años nos daremos cuenta de haber apenas comenzado nuestra contemplación.

N. 1440: ¡Oh!, qué bueno es el Señor que no me permite extraviarme y sé que me custodiará celosamente, pero sólo mientras permanezca pequeña, porque a Él, Soberano Excelso, le gusta tratar con los pequeños mientras a los grandes se les opone.

N. 1443: Conocí que cada alma quisiera gozar de las alegrías divinas, pero no quiere renunciar de ningún modo a las alegrías humanas, mientras que estas dos cosas son absolutamente incompatibles.

N. 1446: Que no te interese nada cómo se comportan los demás, tu, compórtate como Yo te ordeno: has de ser un vivo reflejo de Mi a través del Amor y la Misericordia.

N. 1446: Contesté: Pero, Señor, a menudo abusan de mi bondad. No importa, hija Mía, no te fijes en eso, tú sé siempre misericordiosa para todos y especialmente para los pecadores.

N. 1447: ¡Oh!, cuánto me duele que muy rara vez las almas se unen a Mí en la Santa Comunión. Espero a las almas y son indiferentes a Mí. Las amo con tanta ternura y sinceridad y ellas desconfían de Mí. Deseo colmarlas de gracias y ellas no quieren.

N. 1448: Escribe de Mi Misericordia. Di a las almas que es en el tribunal de la misericordia donde han de buscar consuelo; allí tienen lugar los milagros más grandes y se repiten incesantemente.

N. 1448: Basta acercarse con fe a los pies de Mi representante y confesarle con fe su miseria y el milagro de la Misericordia de Dios se manifestará en toda su plenitud.

N. 1448: ¡Oh!, infelices que no disfrutan de este milagro de la Divina Misericordia; lo pedirán en vano cuando sea demasiado tarde.

N. 1450: Así pues, hoy me someto totalmente a Tu santa voluntad, ¡Oh, Señor!, y a Tus justísimos designios que para mí son siempre los más bondadosos y llenos de misericordia aunque a veces no los comprendo ni puedo penetrarlos.

N. 1452: Lucha por la salvación de las almas, invitándolas a confiar en Mi misericordia, ya que esta es tu tarea en esta y en la vida futura.

N. 1452: Después de estas palabras comprendí más profundamente la Divina misericordia. Será condenada solamente el alma que lo quiera, porque Dios no condena a nadie.

N. 1459: (después de una noche de sufrimientos) Hija Mía, tus sufrimientos de esta noche han obtenido la gracia de la misericordia para un gran número de almas.

N. 1462: Jesús me enseñó que debo responder con más fidelidad a las inspiraciones de la gracia; que mi vigilancia debe ser más sutil.

N. 1464: No aplaces el sacramento de la confesión, porque eso no Me agrada. No prestes mucha atención a las murmuraciones de los que te rodean.

N. 1465: Conocí que mi sufrimiento y oración tenían atado a Satanás y liberaron a muchas almas de sus garras.

N. 1470: ¡Oh!, qué bueno es que Jesús nos juzgue según nuestras conciencias y no según las habladurías y los juicios de los hombres. ¡Oh, bondad inconcebible!, Te veo lleno de bondad también en el juicio mismo.

N. 1471: Deseo tan ardientemente la vida eterna para ellas (las almas) que todos los momentos libres, aunque tan cortitos, los aprovecho para escribir y esto tal y como Jesús desea.

N. 1474: A menudo le pido a Jesús la inteligencia iluminada por la fe, con estas palabras: Jesús, dame la inteligencia, una gran inteligencia sólo para que pueda conocerte mejor; porque cuanto más Te conozca, tanto más ardientemente Te amaré.

N. 1475: Tanto la santidad como la caída de cada alma repercute en toda la iglesia. He comprendido qué gran influencia ejerzo sobre otras almas, por los actos pequeños, como mover la mano, la mirada y otras; lo he observado yo misma.

N. 1478: ¿Por qué estás triste hoy Jesús?: Por las almas elegidas que no poseen Mi espíritu, que viven según la letra. He basado Mi ley sobre el amor, sin embargo no veo este amor ni siquiera en los conventos, por eso la tristeza me llena el Corazón.