domingo, 27 de noviembre de 2016

LOS ORIGENES DEL HOMBRE VII


EL CAMINO HACIA LA CIVILIZACIÓN

De la prehistoria a la historia

Los términos
En este apartado llegamos al fin del periodo relacionado con los orígenes del hombre y que es conocido como Prehistoria. Llegamos, por tanto, a las puertas de la historia y de los orígenes de la civilización. Mientras que en el larguísimo periodo que abarca la Prehistoria el Ser humano se configura como tal; en este apartado vamos a ver el salto, no ya genético, sino que es producido por el desarrollo de sus potencialidades, que antes de dar este salto, ya lo habían convertido en una especie de éxito capaz de adaptarse y dominar el medio. Este salto o desarrollo ha hecho llegar a la humanidad hasta el punto donde se encuentra hoy en día.

Para comprender bien este paso, vamos a describir que es lo que se entiende por “historia” y por “civilización”:
-HISTORIA Palabra proveniente del griego. Su significado lo podemos definir como conocimiento adquirido mediante la investigación.
Esta definición hace referencia a una característica del estudio histórico: Investigar el pasado a través de los restos que han pervivido de este.
Existe el convencionalismo de denominar “Historia” a todo periodo posterior a la aparición de la escritura, puesto que esta es uno de los principales modos de dejar constancia de lo sucedido.
-CIVILIZACIÓN Término proveniente del Latín, emana de la conjunción de tres partes: “Civilis”, “Izare” y “ción”.
Civilis es un nombre que hace referencia a “civil” o ciudadano de un estado.
El verbo “Izare” quiere decir “convertir en”.
El sufijo “ción” significa “acción y efecto de”.
La traducción literal sería pues: La acción de convertir en ciudadanos.
La significación más aceptada es: “Civilización: hace referencia a una sociedad compleja. Sus rasgos son: Su forma de organización, instituciones, estructura social, tecnología y capacidad de explotación de los recursos”
Con respecto a estadios inferiores, se dice que es un nivel de elaboración que permite un nivel mucho mayor de actividad y experiencia que libera recursos para un nivel nuevo de desarrollo. Podríamos decir que es algo así como un incremento de productividad. Sobre esa base se sigue avanzando hasta crecer en complejidad.

La relación de los términos “civilis” y “civitas”; o “ciudadanos” y “ciudad” nos llama la atención sobre el papel del medio urbano como crisol para crecer en complejidad.
Así, frente a la sociedad tribal organizada por rasgos de parentesco, la sociedad urbana se caracteriza por ser una sociedad abierta. Esto y la vida sedentaria hacen que la mayor complejidad de relaciones facilite una pluralidad de transmisión de conocimiento y experiencias que enriquecerán y harán progresar a toda la comunidad.
Lo que denominamos “civilización” es algo más que una mera aglomeración de seres en un lugar, o la existencia de unos rituales o una tecnología, aunque estos elementos sirven de base para el paso a un estadio civilizado.
Las primeras civilizaciones, como es sabido, son: Las Mesopotámicas, Egipto y la Minoica de Creta.

El Neolítico.
Vamos a describir a continuación este periodo previo a la aparición de estas primeras civilizaciones, citadas anteriormente, que se identifican con los orígenes de la historia.
Este periodo es conocido como Neolítico, término que significa “nueva piedra” y que hace referencia al uso de la piedra pulida frente al uso de la piedra tallada de los periodos anteriores.
Sin embargo, la característica más destacada de este periodo es la capacidad de pasar de la mera recolección y la caza, al cultivo de las plantas y más tarde a la domesticación y cría de animales.

Al definir el medio urbano como “crisol de civilización” hemos visto como se da una mayor interacción de relaciones que implican compartir el conocimiento y la experiencia. Fruto de la agricultura y la ganadería va a ser la aparición del excedente alimentario que va a hacer posible poder alimentar a un número mayor de miembros dedicados a oficios y funciones no agrícolas o ganaderas, haciendo que estos se centrasen en las mismas y de ahí fueran adquiriendo nuevas experiencias y conocimientos en sus tareas.

La agricultura aceleró el desarrollo humano, siendo este cambio de tal envergadura que muchos lo han denominado “Revolución neolítica”. Se afirma que hasta la revolución industrial del siglo XIX, no ha habido un cambio semejante.

Pero al utilizar el término “Revolución Neolítica” es necesario hacer algunas puntualizaciones:
Este cambio no fue por igual en todas partes. En muchos lugares la caza siguió siendo la principal fuente de alimentos. –de hecho hasta épocas modernas han existido poblaciones cuyo modo de vida era la caza- En algunos lugares el desarrollo de la cerámica o la metalurgia fue más importante.
En este periodo la población humana del planeta no rebasaría un número de 9 cifras. Al comienzo de nuestra era se calcula que la población humana no llegaba a los 200 millones de habitantes, lo que da a suponer que en el Neolítico estaría bastante por debajo de esta cifra.
Esto nos indica que en esta época el planeta estaba poco menos que vacio en comparación con los más de 6000 millones de habitantes de hoy. Este escenario, en puertas del Neolítico, sugiere la existencia de poblaciones humanas aisladas entre si, donde los contactos se reducirían a grupos colindantes. Cada grupo se fue adaptando, como sabemos, a su entorno.

¿Cómo era este entorno? Acabamos de dejar atrás un periodo frío, entrando en una época templada que continúa en nuestros días y que se conoce como Holoceno.
En entornos fríos tales como llanuras aún cubiertas de hielos la caza seguía siendo el modo principal de vida.
En zonas más templadas aparecerán fértiles valles fluviales en los que crecerán plantas comestibles.
Aunque agricultura se dio en lugares tan alejados y sin contacto entre ellos, tales como China, Mesopotamia y América, el caso más paradigmático para estudiar su origen es el de Mesopotamia.
La región que va siguiendo los cauces de los ríos Tigris y Éufrates para seguir por el valle del Jordán es denominada “creciente fértil” por la forma similar a la luna creciente que presentan los contornos de esta región sobre el mapa.
Es paradigmática, porque en esta región se daban todas las condiciones para la aparición de la agricultura.
En la actual Turquía crecían de forma silvestre cereales semejantes al trigo y la cebada, y otros en el valle del Jordán.
La región en su conjunto era menos árida de lo que es actualmente. La mayor pluviosidad permitía la existencia de grandes animales. Hace unos 10.000 años existían elefantes.
De esta región la agricultura pasará a Europa.
La agricultura permitió que frente a las miles de hectáreas que necesitaba una familia de cazadores recolectores, con unas 10 fuesen suficientes para el sustento de la misma familia.
A la vez que la aparición de la vida sedentaria, esta mayor productividad hizo posible que un gran
número de personas vivieran en un menor espacio. Jericó, uno de los asentamientos más antiguos de la humanidad, de ser un pequeño asentamiento hace 9000 años, pasó en los siguientes mil años a ser una ciudad de 4 hectáreas de extensión.

Más tarde, con respecto a la agricultura, aparecerá la domesticación y cría de animales. En Mesopotamia existían ovejas salvajes. Cabras y cerdos eran abundantes en Asia y Europa. Desde hace 9000 años existe la cría de ovejas. Posteriormente aparecerán los animales de tiro. La ganadería hizo que aparecieran nuevos desarrollos tales como la elaboración de pieles y lácteos. Como vemos unos avances o desarrollos servían como base para otros Así, la productividad agraria posibilitó que fuera posible disponer de mano de obra para las obras hidráulicas en Mesopotamia que contribuyeron a mejorar la agricultura. El uso de animales de tiro, hace unos 3000 años, también beneficio a la misma.
El excedente también fomento el trueque y el comercio. Según J. Roberts, también en el excedente estaría el origen de la guerra, pues es un modo de arrebatar los recursos del otro. Roberts aún va más allá, pues ve en la esclavización de ciudades por tribus de cazadores el origen de la aristocracia. Él ve como signo de esto el hecho de que la caza siempre se haya considerado como algo propio de la nobleza.

La Metalurgia
Como es lógico, también influyó en la productividad agraria. Frente a los útiles anteriores que solo permitían arañar la superficie de cultivo, el arado hizo posible labrar con más profundidad, lo cual repercutió en una mejor preparación de la tierra. Pero esta contribución vendría más adelante en el tiempo.
El primer metal que se utilizó fue el cobre. El periodo relacionado con este metal se denomina: Calcolítico. Hace unos 6000 años se le daba forma sin calentar en Anatolia.
Más adelante se descubrió que en caliente el metal se volvía más dúctil. La metalurgia del cobre se desarrolló hace unos 4500 años. Para su desarrollo fue necesario el perfeccionamiento de hornos cerámicos, los cuales permitían alcanzar los 800º necesarios para fundir el metal y mediante moldes hacer los útiles. La escasez de los yacimientos hizo que estos adquiriesen valor y que a su vez se generase un incipiente comercio con estos metales
Hace unos 4000 años se descubrió que mezclando el cobre con estaño se obtenía un material más resistente: El Bronce. Este dará nombre a un periodo: La edad de Bronce.
El siguiente desarrollo sería utilizar el hierro. Material más resistente pero que requería una técnica más compleja.

El paso a la civilización
Entre 6000-5000 años en algunos entornos se había llegado a un nivel de complejidad que coincide con la definición de civilización expuesta al principio: “Civilización Sociedad compleja. Sus rasgos son: Su forma de organización, instituciones, estructura social, tecnología y capacidad de explotación de los recursos”. En este contexto aparecería la escritura, punto de inicio de la historia, y que nos ha permitido al menos conocer con más detalle un 10% de nuestra existencia sobre la tierra.