martes, 6 de octubre de 2009

SOBRE EL AMOR DE DIOS


No es la multitud de pecados lo que condena al alma, porque Él los perdona si ella se arrepiente, sino la obstinación en no querer su perdón.
Dimas en la cruz concibe un solo acto de confianza en Jesús. Aunque muchos son sus pecados, en un instante es perdonado. El mismo día del arrepentimiento,  entra en posesión de su reino y es un santo.
¡Mira el triunfo de la Misericordia del Señor y de la confianza depositada en Él!
¡Cree siempre en cualquier situación que tu alma pueda encontrarse, que hay un paraíso abierto para ti!
Jamás, jamás, tengas la menor sombra de desconfianza.
La desconfianza hiere a Jesús en lo más profundo.
Tomado de la revista "La Divina Misericordia" editada por el Apostolado de la Divina Misericordia apdo.22163 08080 Barcelona