domingo, 15 de octubre de 2017

LA VIDA CRISTIANA EN TIEMPOS DE LAS CATACUMBAS IV



NOTA La exposición está basada en textos y apuntes que me compartió un estudiante de teología.


LA ORACIÓN

Los primeros cristianos no limitaban su relación con Cristo, al contrario de lo que sucede hoy, a la eucaristía semanal.
El mismo Cristo había destacado la importancia de la oración, como medio para tener una intimidad con Dios.
Esta oración no es solo vocal si no que también en medio de la actividad diaria se tiene presente al Señor.
Suele ser habitual dedicar momentos fijos durante el día a la oración, mirando hacia el oriente con las manos alzadas. Estos momentos son el origen de la actual liturgia de Las horas, que tiene el mismo fin que es consagrar la jornada: noche, comidas, comienzo de la jornada, etc.
Estas oraciones solían ser espontaneas, aunque utilizaban formulas similares a las bíblicas, pero haciendo presente a Cristo. También se utilizaban salmos y canticos bíblicos. En las actas martiriales tenemos emotivos ejemplos de este tipo de oraciones pronunciadas antes de sufrir el martirio.
No solo las horas se fueron consagrando al Señor, si no todo el tiempo. Así la semana se organiza en torno al domingo, dedicándose algún día al ayuno (viernes). En un principio solo se celebraba la Pascua, pero se empiezan a celebrar otras fiestas como Pentecostés o la Natividad.